Kevin Sullivan, vicesecretario de Estado adjunto para Brasil, el Cono Sur y asuntos andinos: “Para EE.UU. es fundamental que los países de la región trabajen en conjunto frente a la ola migratoria”
El diplomático estadounidense conversó con La Tercera sobre los problemas de seguridad que afectan a la región y los desafíos que enfrentan las instituciones democráticas en América Latina.
El vicesecretario de Estado adjunto para Brasil, el Cono Sur y asuntos andinos, de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Kevin Sullivan, es un gran conocedor de América Latina. Fue embajador en Nicaragua (2018-2023), anteriormente se desempeñó como Jefe Adjunto de Misión/Encargado de Negocios en Buenos Aires. A lo largo de su carrera en el Servicio Exterior, también estuvo en Chile.
Actualmente se encuentra de visita en Chile para estrechar los lazos con el país. “Acabo de asumir hace unos meses la responsabilidad de seguir nuestras relaciones con todos los países de América del Sur, y Chile es un socio muy importante para nosotros en América del Sur. Además, para mí siempre es como un segundo hogar, porque pasé cuatro años destinado aquí en Chile (2001-2005) y siempre es un placer volver”, indicó en esta entrevista con La Tercera.
“Hemos tenido últimamente unos hitos en la relación por el lado económico. Por ejemplo, en cuanto a la entrada en vigor del tratado para evitar la doble tributación, que fue un logro de muchos años muy importante para la relación económico comercial y también hemos visto avances con el cable bajo el mar que va a hacer Google con la decisión del gobierno de Chile”, añadió.
Usted viajará en unas semanas hacia Ecuador. ¿Cuál es la colaboración que está haciendo Estados Unidos ante la crisis en ese país?
Estamos trabajando estrechamente con el nuevo gobierno del Presidente Noboa en Ecuador, que enfrenta un desafío realmente importante de parte de las organizaciones criminales en el país. Son organizaciones que dependen del flujo de cocaína que vienen de terceros países, incluyendo Colombia y Perú, y también tiene vínculos con cárteles de México, así que es un problema realmente grande que enfrenta. Es un gobierno nuevo y Ecuador es un país socio muy importante para nosotros. Tenemos una cooperación importante en la aplicación de la ley con ellos durante muchos años. Pero dado esta amenaza estamos viendo de qué manera podemos incrementar esa cooperación.
¿Qué cree que ha gatillado este nivel de violencia en ese país?
Yo creo que lo que estamos viendo últimamente depende más de otros factores. Como dije, el flujo de cocaína que está viniendo de países vecinos y también el aprovechamiento de los puertos de Ecuador para exportación, metiendo droga ahí y expandiendo así su influencia. Además, el Presidente Noboa ha estado tomando pasos nuevos para restablecer el control del Estado en cárceles en Ecuador y para combatir mejor la influencia y actividades de estas organizaciones. Y esas organizaciones están tratando de luchar en contra de este nuevo esfuerzo del gobierno.
El año pasado los cultivos de coca marcaron un récord en Colombia, ¿cómo evalúa esta situación?
Tenemos una relación de larga data con con Colombia, con los distintos elementos del gobierno para enfrentar a organizaciones transnacionales en Colombia y estamos tratando de trabajar con el gobierno del Presidente Petro en su acercamiento al programa de del narcotráfico, pero sí estamos viendo a un incremento en el flujo por la frontera sur hacia Ecuador y ese flujo está generando nuevos desafíos para Ecuador. Tengo entendido que hay reuniones planificadas entre los tres gobiernos de Colombia, Ecuador y Perú para armar estrategias en conjunto para compartir inteligencia y dar mejor respuesta a las actividades ilícitas.
Los países de América Latina están enfrentando una crisis de seguridad, como es el caso de Chile. ¿Cómo observa Washington este fenómeno?
Nosotros tenemos como prioridad trabajar con todos nuestros socios en la región para dar respuesta ante la amenaza de estas organizaciones ilícitas que generan efectos nocivos, por supuesto, en el flujo de drogas hacia Estados Unidos y Europa, pero también atentan contra la integridad de las instituciones en países de la región, lo que Ecuador está experimentando en carne propia ahora de una nueva manera. Con todos estos gobiernos en la región tenemos relaciones de mucha confianza en la cooperación, en cuanto a lo que nosotros decimos law enforcement o aplicación de la ley. En el caso de Chile, tenemos un relaciones muy fluidas, con elementos de seguridad ciudadana y estamos siempre abiertos a mejorar la forma de colaborar. De hecho, voy a ir en un viaje mañana (hoy) a Iquique y me voy a reunir con varias instituciones del Estado para tener su punto de vista, su perspectiva, aprender sus experiencias en estos temas en la zona norte.
La región, y también Estados Unidos, está enfrentando una ola migratoria. ¿Cómo cree que deben enfrentar este desafío los países?
Tenemos una ola migratoria sin precedentes en la región ahora, y el gobierno del Presidente Joe Biden está adoptando estrategias nuevas para dar una respuesta ante esa ola. Para nosotros es fundamental que los países de la región trabajen en conjunto, porque ningún país por sí solo va a poder con este desafío. Cuando nosotros fuimos anfitriones de la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, hace un par de años, también se celebró una reunión sobre la migración en la que se firmó el Acuerdo de Los Ángeles para promover la cooperación entre países en la región y hemos venido implementando nuevas estrategias para enfrentar estos desafíos con Panamá, Colombia, Ecuador, Perú. El tema principal, en realidad, es el éxodo enorme que ha producido la larga crisis en Venezuela. Ya más de un quinto de la población ha buscado salir del país y muchas veces lo ha hecho de forma irregular y está generando desafíos muy importantes en casi todos los países de la región como Colombia, Chile, Perú, Argentina y siempre genera muchas necesidades a nivel social.
¿Cuál cree usted que son los desafíos principales que vive América Latina en términos de democracia, de las instituciones democráticas?
Hemos visto mucha presión sobre las instituciones democráticas en la región y tampoco estamos exentos en Estados Unidos de algunas de las tendencias modernas en cuanto a la polarización y a veces el tono más agresivo de la política. Pero tenemos desafíos muy grandes en cuanto a la creación de empleo, en cuanto a transformación energética, cambio climático, tema de seguridad y es esencial que las instituciones democráticas en todos los países puedan dar respuestas a estos desafíos. Y en ambientes de mucha polarización es difícil, pero nosotros seguimos apoyando la integridad de las instituciones democráticas en la región, siempre abogando por el respeto, por los derechos humanos y la importancia de resguardar las instituciones democráticas contra la corrupción, contra los intentos de manipular los procesos electorales que están presentes en muchos países. Este fin de semana fue la inauguración del nuevo Presidente en Guatemala, y existían muchas fuerzas oscuras que intentaron moverse contra la voluntad del pueblo de Guatemala, claramente expresada. Pero yo creo que con mucho apoyo de la comunidad internacional, incluyendo Estados Unidos, se logró que se instalara el Presidente. Pero también estamos muy agradecidos, valoramos mucho las posturas muy consistentes del Presidente Boric, con la voz que tiene Chile durante muchos años en estos temas, en situaciones como la de Nicaragua, donde trabajé en los últimos cinco años como embajador. En el caso de Venezuela también hemos visto mucho deterioro en las instituciones democráticas.
¿Cómo ven al nuevo gobierno de Bernardo Arévalo, en Guatemala?
Obviamente es un camino cuesta arriba. Ha tenido que luchar contra mucha oposición al asumir, pero nosotros con el resto de la comunidad internacional lo vamos a seguir acompañando mientras que se instale y empieza su gestión. Porque es importante que cuando una mayoría de votantes en un país elige a un candidato como él, que tenga la posibilidad de gobernar, vamos a seguir apoyando.
¿Y qué expectativas tiene respecto al gobierno de Javier Milei, en Argentina?
Nosotros estamos colaborando muy de cerca con el nuevo gobierno. Hemos visto una apertura de su parte de colaborar con nuestro gobierno, vamos a ver en qué áreas podemos cooperar. Estamos muy interesados en trabajar con él en áreas como energías, en minerales que tiene Argentina y también, por supuesto, en apoyar sus esfuerzos en promover una estabilización de la economía que viene desde hace muchos años sufriendo múltiples crisis. Vamos a apoyar al gobierno de Argentina en sus esfuerzos con la comunidad internacional de buscar recursos para poder enfrentar sus desafíos. El presidente ya tiene planes para dar respuesta a los desafíos que tiene Argentina y estamos en diálogo con él.
China tiene una fuerte presencia en la región en distintas áreas. ¿Existe preocupación de parte de Estados Unidos por esto?
China es sin duda un socio comercial en la región. Para todos los países de la región, incluyendo Chile. Y es natural que tenga cierta presencia y cierta relación con todos los países. Pero nosotros sí pensamos que es importante que los países y los gobiernos en la región pongan un ojo crítico en esa relación para asegurarse que sus términos siempre se mantengan a favor de los países. Y siempre tenemos un intercambio entre nuestros gobiernos para intercambiar informaciones y tratar de generar propuestas positivas, alternativas para que los gobiernos como el de Chile tengan opciones y pueden ir eligiendo su camino y no quedar a merced de un socio muy grande como China.
Usted fue embajador en Nicaragua y jugó un rol clave en la liberación de los presos políticos. ¿Qué recuerdos tiene de esa época y cómo fue tratar con el régimen de Daniel Ortega?
No fue nada fácil, pero justamente hace un año tuvimos la posibilidad de gestionar la liberación de más de 200 presos políticos y recibirlos en Estados Unidos para darles la oportunidad de empezar de nuevo en libertad. Y eso fue un gran momento, y mi gobierno estuvo muy contento de poder ayudar con eso y ofrecerles esa nueva oportunidad. Por supuesto, seguimos muy preocupados por la situación, ya que en Nicaragua existen violaciones de derechos humanos y los procesos democráticos están muy comprometidos a esta altura. Estuve muy contento de ver que el obispo Rolando Álvarez también pudo refugiarse en Italia, ahora con otros sacerdotes que habían sido injustamente detenidos en los últimos días. Pero sigue pendiente el desafío de Nicaragua. Hemos intentado en varias oportunidades promover un diálogo político para encontrar una salida hacia un futuro mejor. Pero lamentablemente no ha habido una respuesta positiva de parte del gobierno de Ortega.
¿Qué expectativas tienen de las conversaciones con Venezuela?
Nosotros entendemos que la crisis en Venezuela tiene mucho tiempo y está afectando de forma negativa a toda la región, además de los mismos venezolanos que están sufriendo desde hace mucho tiempo, y por eso estamos ya tomando un acercamiento nuevo de promover, de apoyar el proceso de diálogo entre la oposición democrática en Venezuela y los representantes de Nicolás Maduro a través de esta hoja de ruta que se acordó y se anunció en Barbados hace un par de meses. Nosotros vamos a seguir apoyando la implementación de ese acuerdo. Lo hemos hecho a través de un levantamiento parcial de las sanciones nuestras para incentivar la implementación plena de ese acuerdo. Seguimos en contacto con las partes y ya con vistas a un proceso electoral competitivo. Este año vamos a seguir pendientes para ver de qué manera podemos apoyar mejor ese proceso.
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