Un mes después de la invasión rusa a Ucrania, y con ambos bandos reacomodando sus piezas, Kiev se encuentra en una situación paradójica: cientos de miles de personas han querido alistarse en el Ejército o en alguno de los cuerpos de defensa del país, pero ya no se cuenta con recursos ni armas para formar a los que van llegando.
Expertos señalan que una mezcla de los veteranos de la guerra del Donbás, iniciada en 2014, sumado a una cantidad inesperada de voluntarios, han llevado a duplicar el número de efectivos con los que contaban las Fuerzas Armadas de Ucrania hasta enero. Buena noticia para levantar la moral de la resistencia ucraniana, pero serio problema logístico.
En tanto, a medida que la “operación militar especial” planeada por el Presidente Vladimir Putin se prolonga y las bajas rusas aumentan, Moscú reclama tropas desde regiones lejanas, bases en países extranjeros y mercenarios sirios. Desde Osetia del Sur, este sábado partió un contingente de soldados bajo la premisa de “defender a Rusia es defender a Osetia”.
Antes de que empezara el conflicto entre Moscú y Kiev, las Fuerzas Armadas de Ucrania contaban con 250 mil profesionales activos, de los cuales 190 mil eran militares. Del mismo modo, las Fuerzas de Defensa Territorial sumaban 200 mil reservistas, y se podía contar también con 130 mil agentes de policía y paramilitares. Comparado con los 900 mil soldados en servicio del Ejército ruso y sus dos millones de reservistas, Ucrania se veía en clara desventaja.
Aunque los números no se han revertido, expertos consultados por el diario español El País señalan que a estas alturas del conflicto, la cantidad de soldados en activo del Ejército ucraniano se habría duplicado, llegando a los 500 mil efectivos. Por esto mismo, las autoridades ucranianas ya no estarían enviando a los voluntarios a tareas militares, reforzando otros sectores como el logístico y la economía de guerra.
Según Mykhailo Samus, director del centro de estudios de defensa New Geopolitics de Kiev, la guerra contra Rusia en 2014, en la región del Donbás, dejó 300 mil veteranos que se incorporaron de inmediato al frente de batalla, al comenzar la invasión este año. Además, según la prensa ucraniana, 100 mil voluntarios fueron aceptados en las Fuerzas de Defensa Territorial recién en las dos primeras semanas de invasión.
”Las Defensas Territoriales fueron clave en el primer golpe contra Kiev, cuando operativos especiales rusos intentaron infiltrarse en la capital y tomar puestos estratégicos, porque son ágiles en la movilización y conocen mejor la ciudad”, explicó el analista al diario El País.
El problema ahora es la falta de armas y munición, y eso es algo que el Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky a hecho notar en sus discursos hacia Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Por lo mismo, se están limitando a hacer entrenamiento militar sin armas, además de formación en primeros auxilios y preparación en sectores económicos estratégicos.
Andriy Shevchenko, diplomático ucraniano y director del centro de prensa del gobierno en Lviv, confirmó que en los últimos días el reclutamiento se ha ralentizado. “Lo que necesitamos ahora es un período de entrenamiento para los futuros relevos de unidades en el frente”, señala Shevchenko. “Lo que no haremos es, como hacen los rusos, enviar a la guerra a gente sin formación, como carne de cañón”.
En tanto, Rusia está enfrentando la necesidad de nuevas tropas y refuerzos en la invasión. Citando sus evaluaciones de inteligencia, el Pentágono afirmó la semana pasada: “Ahora tenemos indicios de que están recurriendo a fuerzas de Georgia. Tropas rusas que tienen su base en Georgia, no tenemos un número exacto”. Según la misma fuente, Rusia tiene entre el 85% y el 90% de su “poder de combate” comprometido en Ucrania, en una invasión que contaba con 150 mil efectivos desde el inicio.
Las bajas rusas siguen creciendo, a pesar de las disímiles cifras que da cada parte del conflicto. Funcionarios de la OTAN estimaron en 15 mil los soldados rusos muertos, pero el viernes Moscú admitió el fallecimiento de solo 1.351 efectivos.
Además de las bajas, están los mutilados de guerra, que ya están volviendo a la capital rusa. Este sábado se realizó una ceremonia en el hospital clínico militar Vishnev, en el que se condecoró con medallas al valor y al coraje a nueve hombres en sillas de ruedas, que volvían del frente en Ucrania. El evento, transmitido por televisión en las cadenas estatales, contó con la presencia del viceministro de Defensa de Rusia, Aleksander Fomin, que declaró: “Camaradas combatientes, ustedes, verdaderos hombres, verdaderos militares, verdaderos continuadores de la gloriosa tradición de nuestros padres y abuelos, no han defraudado en ningún momento al Estado, cumplieron sus misiones al 100%”.
Hasta el momento, miles de tropas rusas están asentadas en distintas bases fuera del país, ubicadas en lugares como Georgia, Siria y Tayikistán. En un principio, eran los mercenarios sirios, que según The Wall Street Journal, eran “expertos en guerrilla urbana”. También se contaba con el apoyo de guerreros chechenos en el bando ruso: el Presidente de la República de Chechenia, Ramzan Kadyrov, ya dijo que sus tropas estaban apoyando “en los puntos más calientes de Ucrania”.
Ahora estarían llegando los soldados rusos que se encontraban en las repúblicas separatistas de Georgia: Osetia del Sur y Abjasia. Desde la guerra ruso-georgiana en 2008, miles de fuerzas rusas se encuentran en estos sectores. En este momento, Moscú estaría moviendo sus piezas, y ya hay quienes especulan desde la capital Tiflis con aprovechar el momento y recuperar las repúblicas separatistas.
Anatoli Bibilov, el Presidente de Osetia del Sur -Estado reconocido por Rusia, pero que Georgia alega como suyo-, ya se cuadró con su aliado en Moscú: “Nuestros muchachos van a cumplir con su deber militar”, escribió en su cuenta de Telegram. “Hablé con ellos, sentí su alto espíritu de lucha”, aseguró.