Es uno de los pocos, si no el único "monumento" remanente de la Guerra Fría. Se trata de la Zona Desmilitarizada (DMZ), la franja que separa a Corea del Norte y Corea del Sur desde 1953.
Será en este lugar, más específicamente en la Casa de la Paz, en el lado sur de la aldea fronteriza de Panmunjom, donde el Presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, se reunirán el próximo 27 de abril para abordar la desnuclearización de la Península de Corea y la mejora de las relaciones bilaterales.
Situada a lo largo del paralelo 38, la DMZ mide 238 kilómetros y tiene cuatro kilómetros de ancho. Pese a su nombre, esa zona tiene poco de desmilitarizada. De hecho, es una de las áreas más vigiladas y más fuertemente armadas del mundo.
La forma de llegar a la DMZ es a través de tours que parten desde Seúl, que se ubica apenas a 48 km. El camino por la llamada Carretera de la Libertad está serpenteado de alambradas y puestos de vigilancia de madera, donde se pueden observar señaléticas rojas que advierten del peligro de minas.
Desde el Observatorio Dora se puede apreciar un pueblo norcoreano a través de unos miradores. Lo que se observa es el pueblo de Gijeon-dong, conocido por los surcoreanos como "Villa de Propaganda".
En Panmunjom, lugar compartido por las dos Coreas, figura el único edificio en el que se puede cruzar la Línea de Demarcación Militar, la verdadera frontera, sin que ocurra nada. La única parte de la DMZ donde los Ejércitos norcoreano y estadounidense (o en ocasiones surcoreano en representación de éste) se encuentran frente a frente es el Área de seguridad conjunta, situada en Panmunjom.
En la zona también se ubica la estación de trenes de Dorasan, que es la más cercana a Corea del Norte. Un cartel recuerda que la distancia desde ese punto a Pyongyang es de 205 km.