El Papa Francisco aceptó ayer la dimisión de Michel Aupetit como arzobispo de París, una semana después que pusiera su cargo a disposición del Pontífice tras reconocer que mantuvo una “relación ambigua” con una mujer en 2012, según la diócesis, lo que lo llevó a apartarse “para no perjudicar” a la institución.
“El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis Metropolitana de París (Francia) presentada por monseñor Michel Aupetit”, anunció el Vaticano en un breve comunicado. El Papa designó a Georges Pontier, arzobispo emérito de Marsella, como administrador apostólico de la sede vacante de la misma arquidiócesis.
En un mensaje de despedida de la arquidiócesis que lideró por cuatro años, Aupetit, recordando los “dolorosos acontecimientos de la última semana”, reiteró ayer que había puesto su mandato en manos del Papa “para preservar a la diócesis de la división que siempre provocan la sospecha y la pérdida de confianza”.
Afirmó que había llevado a cabo “con fervor y dedicación” su misión al frente de la arquidiócesis, agradeciendo a todos los que lo habían apoyado en este ministerio. “Por supuesto, me molestaron mucho los ataques contra mí. Hoy doy gracias a Dios porque mi corazón está profundamente en paz” y “rezo -añadió el prelado- por aquellos que puedan haberme deseado mal” y “pido perdón a los que haya podido herir”.
Según Vatican News, el texto de la carta con la dimisión, que el arzobispo había enviado al Papa Francisco el pasado 25 de noviembre, había circulado por los medios de comunicación y fueron precisamente las acusaciones, rechazadas, de “una campaña de prensa” las que indujeron a Aupetit a dar un paso atrás “para salvaguardar la diócesis”, como declaró posteriormente.
En concreto, las acusaciones de los medios se habían centrado en la gestión de la arquidiócesis y en una supuesta relación sentimental con una mujer en 2012, en el momento de su nombramiento como vicario general. El 27 de noviembre, el obispo expresó su malestar por ambas acusaciones, al tiempo que agradecía el apoyo que había recibido de “tantas personas de París, entre ellas sacerdotes, amigos y fieles”.
El arzobispo puso su cargo a disposición del Pontífice después de que reconociera abiertamente que tuvo un comportamiento “ambiguo” con una mujer, si bien negó de forma categórica que hubiera tenido relaciones sexuales con ella. “Lo rechazo completamente”, señaló Aupetit después de que el semanario francés Le Point publicara una información periodística sobre su vida privada.
El artículo en Le Point se basó en varias fuentes anónimas que dijeron haber visto un correo electrónico de 2012 que Aupetit, cuando era vicario general de París, envió por error a su secretario y en el que se citaba textualmente un romance “consentido” con una “adulta” de la que nadie se ha aventurado a dar su nombre hasta el momento. Aupetit negó ser el autor del mensaje y aseguró que en aquel momento se había dirigido ya a su jerarquía para hacerle partícipe de la situación.
Al respecto, en una entrevista la semana pasada con la radio católica Notre Dame, Aupetit dijo que “manejé mal la situación con una persona que tuvo contacto muchas veces conmigo”. Agregó que fue un “error” y decidió dejar de ver a la mujer después de hablar con el entonces arzobispo de París, cardenal André Vingt-Trois, en 2012.
Aupetit, quien tuvo que gestionar el incendio de Notre-Dame de París en 2019 y tiene reputación de ser muy estricto con todo lo relacionado con la familia y la bioética, según France Presse, tiene 70 años, cinco menos que la edad normal de jubilación de los prelados.
Solo el Papa, destaca The Associated Press, puede designar o destituir a los obispos o aceptar sus renuncias. El Pontífice ha rechazado las dimisiones de otros prelados envueltos en escándalos. El exarzobispo de la ciudad francesa de Lyon, cardenal Philippe Barbarin, presentó su renuncia en 2019 después de que una corte francesa lo condenó por no denunciar a un cura pedófilo. Francisco inicialmente la rechazó, pero luego la aceptó.
Más recientemente, el cardenal alemán Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Freising, presentó su dimisión debido al manejo “catastrófico” de los casos de abusos sexuales por el clero. Francisco la rechazó y Marx permanece en funciones.
La renuncia del arzobispo de París llega en un contexto de estupor de los católicos franceses, después que una comisión independiente estimara en octubre que sacerdotes y religiosos abusaron de unos 216.000 menores en el país entre 1950 y 2020.
Éric de Moulins-Beaufort, arzobispo de Reims y presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, dijo a principios del mes pasado que la Iglesia Católica de Francia vendería propiedades y, si fuera necesario, solicitaría préstamos para crear un fondo para compensar a las víctimas, recordó Reuters.