La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó el jueves por unanimidad a Israel, acusado por Sudáfrica de genocidio en Gaza, que tome todas las medidas necesarias y eficaces para garantizar el suministro de alimentos básicos a la población palestina del enclave y detener la propagación de la hambruna. La decisión se conoce mientras fuerzas israelíes y combatientes palestinos se enfrentaban cuerpo a cuerpo en los alrededores del hospital Al Shifa de Gaza, donde las alas armadas de Hamas y la Yihad Islámica dijeron haber atacado a soldados y tanques israelíes con cohetes y fuego de mortero.
“El tribunal observa que los palestinos de Gaza ya no sólo enfrentan un riesgo de hambruna (...) sino que la hambruna se está instalando”, dijeron los jueces en su orden.
Las nuevas medidas fueron solicitadas por Sudáfrica en el marco de su caso, en el que acusa a Israel de genocidio de Estado en Gaza. El Consejo de Seguridad de la ONU votó el martes a favor de exigir un alto al fuego inmediato y la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Estados Unidos se abstuvo en la votación, pero no la vetó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel no hizo comentarios inmediatos sobre la sentencia del Tribunal Mundial. Israel ha declarado que está haciendo esfuerzos para ampliar el acceso de los grupos humanitarios a Gaza por tierra, mediante envíos aéreos y por barco a la costa mediterránea del enclave.
El Ejército israelí afirmó que seguía operando en los alrededores del complejo hospitalario de la ciudad de Gaza tras haberlo asaltado hace más de una semana. Sus fuerzas habían matado a unos 200 hombres armados desde el inicio de la operación, “al tiempo que evitaban daños a civiles, pacientes, equipos médicos y material sanitario”.
El Ministerio de Sanidad de Gaza declaró que los heridos y los pacientes estaban retenidos en un edificio administrativo de Al Shifa que no estaba equipado para prestarles asistencia sanitaria. Cinco pacientes habían muerto desde que comenzó la incursión israelí debido a la escasez de alimentos, agua y atención médica, según el ministerio dirigido por Hamas.
Ismail Al-Thawabta, director de la oficina de medios de comunicación del gobierno de Hamas en Gaza, afirmó que el Ejército israelí estaba llevando a cabo “matanzas y ejecuciones sobre el terreno contra cientos de civiles”.
“Todos los que están dentro del complejo de Shifa son civiles, y no hay personal militar dentro del recinto”, dijo a Reuters.
Al Shifa, el mayor hospital de la Franja de Gaza antes de la guerra, había sido una de las pocas instalaciones sanitarias siquiera parcialmente operativas en el norte de Gaza antes de los últimos combates. También había albergado a civiles desplazados.
Imágenes no verificadas difundidas en las redes sociales mostraban su unidad de cirugía ennegrecida por las llamas y apartamentos cercanos incendiados o destruidos.
Las alas armadas de los grupos militantes Hamas y Yihad Islámica afirmaron en un comunicado que “bombardearon, con una descarga de granadas de mortero, concentraciones de soldados israelíes en las inmediaciones del Complejo Al-Shifa” en una operación conjunta.
La Yihad Islámica atacó un tanque israelí con un cohete antitanque frente al hospital, según otro comunicado. El Ejército israelí dijo que los militantes dispararon contra sus tropas desde dentro y fuera del edificio de urgencias.
Israel afirma que su objetivo son los militantes de Hamas que utilizan edificios civiles, incluidos bloques de departamentos y hospitales, como refugio. Hamas lo niega.
Al menos 32.552 palestinos han muerto y 74.980 han resultado heridos en la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre, informó el jueves el Ministerio de Salud del territorio.
Se cree que hay miles de muertos más enterrados bajo los escombros y que más del 80% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza están desplazados, muchos de ellos en riesgo de hambruna.
La guerra estalló después de que militantes de Hamas atravesaron la frontera y arrasaron comunidades del sur de Israel, matando a 1.200 personas y secuestrando a 253 rehenes, según los recuentos israelíes.
Otros dos hospitales sitiados
Las fuerzas israelíes siguieron bloqueando los hospitales Al-Amal y Nasser de Jan Yunis, mientras que otras zonas del sur de Ciudad de Gaza quedaron bajo fuego israelí, informaron los residentes.
La Media Luna Roja Palestina declaró que siete personas que trabajaban para la organización, detenidas en una redada contra el hospital Al-Amal el 9 de febrero, habían sido puestas en libertad tras permanecer 47 días en prisiones israelíes.
Entre ellas se encontraba el director de los servicios de ambulancias y urgencias de la Franja de Gaza, Mohammed Abu Musabeh. Ocho miembros de la asociación seguían detenidos, según un comunicado.
Israel declaró que soldados de su Brigada de Comandos habían detenido a docenas de militantes palestinos en la zona de Al-Amal y descubierto explosivos y docenas de armas del tipo Kalashnikov.
La Organización Mundial de la Salud declaró que el hospital de Al-Amal había dejado de funcionar debido a los combates, con lo que sólo 10 de los 36 hospitales de la Franja de Gaza están parcialmente operativos.
“Una vez más, la OMS exige el cese inmediato de los ataques contra hospitales en Gaza y pide protección para el personal sanitario, los pacientes y los civiles”, escribió el jueves en X el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En Rafah, donde se han refugiado más de un millón de personas, las autoridades sanitarias dijeron que un ataque aéreo israelí contra una casa mató a ocho personas e hirió a otras.