La creciente lista de exaliados que le dieron la espalda a Trump en su nueva carrera por la Casa Blanca
La decisión del exvicepresidente Mike Pence de no apoyar al candidato republicano es visto como el más grande de los desaires. Contra Trump ya se habían rebelado John Bolton, Nikki Haley y Chris Christie, entre otros.
Hace unos días, Mike Pence confirmó lo que se esperaba de él: declaró que no estaría “en buena conciencia” si respaldara a Donald Trump para las elecciones de noviembre próximo en Estados Unidos. Para eso, citó una lista de desacuerdos políticos con quien fuera su jefe por cuatro años (2017-2021), aunque señaló sobre todo su rechazo a la conducta de Donald Trump durante el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Junto con indicar que no entregaría su apoyo a su excompañero de fórmula, Pence aclaró que “nunca votará” por el presidente Joe Biden
En un comunicado, Pence aseguró: “El movimiento conservador está llegando a una encrucijada. Tengo la intención de seguir adelante luchando por los principios conservadores fundamentales que nuestro movimiento siempre ha ensalzado”.
Luego, en conversación con Fox News, reiteró su postura: “Donald Trump sigue y articula una agenda que no coincide con la agenda conservadora con la que gobernamos durante nuestros cuatro años. Por eso, por tener mi conciencia tranquila, no puedo respaldar a Donald Trump en esta campaña”, dijo.
El exvicepresidente se abstuvo de expresar su respaldo durante las primarias republicanas de 2024, después de que en octubre anunciara el fin de su propia aspiración a la candidatura. Sin embargo, anteriormente había prometido respaldar al eventual candidato del partido, recordó CNN.
Pence no reveló por quién votará en las elecciones de noviembre, al señalar que se guardará el voto para sí mismo. Sin embargo, sostuvo que “nunca votará” por el presidente Joe Biden. También sugirió que no respaldaría a un candidato de un tercer partido.
En los últimos cuatro años, el Partido Republicano ha ido lentamente aceptando el liderazgo de Trump, y el puñado de figuras fuertes que han ido mostrando sus desacuerdos con el estilo y las políticas del magnate han ido progresivamente siendo condenados a la irrelevancia. Pence es, entre estas figuras, la que más podría afectar a Trump, considerando que fue un colaborador muy estrecho del expresidente.
La rebelión “personal” de Pence contra Trump había empezado a ser evidente en 2021, cuando tuvo lugar el ataque al Capitolio, y el vicepresidente no apoyó a su jefe cuando se trató de impugnar los votos del Colegio Electoral en ciertos estados clave. La idea era dar así la victoria a Trump sobre Biden, y el expresidente escribió abiertamente eso en Twitter: “Si el vicepresidente Mike Pence hace el trabajo por nosotros, ganaremos la presidencia. Todo lo que tiene que hacer Pence es mandar los votos de vuelta a sus estados, y GANAREMOS. Hazlo Mike, este es un momento de coraje extremo”.
La negativa de Pence a hacer ese envío dejó al vicepresidente como un traidor a los ojos de los seguidores de Trump, que llegaron a gritar durante el ataque al Capitolio: “Cuelguen a Mike Pence”.
Ya en las actuales primarias, cuando Mike Pence se postuló como candidato a la nominación republicana, corriendo contra Trump, la rebelión del exvicepresidente fue oficial. Con esa acción, Pence se unió a una larga lista de otros exfuncionarios de la administración Trump que se mantuvieron alejados del expresidente, incluso cuando éste consolida su lugar en la cima del Partido Republicano.
Exfuncionarios de la administración Trump, críticos con su gobierno, enfatizaron la importancia histórica de que un exvicepresidente optara por no respaldar a un excompañero de fórmula, argumentando que sirve como una advertencia a los votantes sobre la aptitud de Trump para el cargo. “Es muy posiblemente la declaración más condenatoria, proveniente de la fuente más creíble”, dijo Sarah Matthews, exportavoz de la Casa Blanca de Trump. “Mike Pence probablemente tuvo más acceso a Trump que nadie. Y para él decir ‘no voy a respaldarlo’ es un gran problema”.
Damon Linker, en la revista The Atlantic, indicó que esta falta de apoyo a Trump apunta mucho al cambio que ha vivido el Partido Republicano en los últimos años: “No importa quién resulte ser el sucesor de Trump, esa persona será alguien que hable el idioma de los votantes sin educación universitaria y vea el mundo como ellos. El Partido Republicano es ahora un vehículo para el populismo de derecha. El hecho de que Pence exprese su insatisfacción con este hecho probablemente contribuya más a confirmar la finalización de esta transformación que a arruinar las ambiciones políticas del nuevo Partido Republicano”.
De todos modos, el desaire de su exvicepresidente no le afecta mucho: “No me podría importar menos. Necesitamos gente fuerte en este país, no necesitamos débiles”, le respondió a los periodistas cuando le preguntaron por Pence y su no respaldo a la candidatura.
Nikki Haley, quien fuera embajadora de Trump ante las Naciones Unidas, aún no ha respaldado al expresidente después de que abandonara su propia campaña de primarias a principios de marzo. En esa ocasión aseguró que Trump tendría que “ganarse los votos de sus seguidores”, pero no ha hecho muchos llamados para hacerlo.
El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien en 2020 trabajó estrechamente con Trump en los preparativos de los debates, también se negó a respaldar al expresidente después de poner fin a su propia campaña de primarias.
Por su parte, el exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, expresó abiertamente sus preocupaciones sobre un posible segundo mandato de Trump, al igual que el exjefe de gabinete de Trump, John Kelly. El exsecretario de Defensa Mark Esper también dijo que no apoyaría a Trump en 2024.
Otra figura republicana que se ha opuesto con fuerza al liderazgo de Trump es la exrepresentante Liz Cheney. Luego de no apoyar “la gran mentira” del 6 de enero de 2021, la hija mayor del exvicepresidente Dick Cheney se volvió el blanco de los ataques de Trump, al punto de que este apoyó en Wyoming a la rival de Cheney en las elecciones de medio término de 2022. Cheney perdió las primarias frente a Harriet Hageman, por lo que no disputó el escaño por Wyoming a la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre de 2022.
En enero pasado, durante las primarias republicanas, Cheney insistió en su rivalidad con Trump, pidiendo que voten por otro candidato: “Dígale al mundo quiénes somos con su voto. Dígale que somos una nación buena y grande. Muéstrele al mundo que derrotaremos la plaga de cobardía que azota al Partido Republicano”, aseguró, refiriéndose en esos términos al expresidente republicano.
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