La crisis del fentanilo que llevó a Portland a declarar el estado de emergencia
La medida, que surge a pocos años de haberse despenalizado la mayoría del consumo de drogas en el estado de Oregon, busca conectar a las personas adictas con centros de tratamiento y controlar la venta del opioide sintético.
Este martes, las autoridades del estado de Oregon, en Estados Unidos, declararon un estado de emergencia para el centro de Portland por 90 días, en el que canalizarán recursos para enfrentar la crisis de salud y seguridad pública provocada por el fentanilo.
La gobernadora de Oregon, Tina Kotek, el alcalde de Portland, Ted Wheeler, y la presidenta del condado de Multnomah, Jessica Vega Pederson, ordenaron a sus agencias que trabajen con profesionales capacitados para conectar a las personas adictas al fentanilo con recursos que incluyen programas de tratamiento de drogas y para tomar medidas contra la venta de éstas.
El decreto de estado de emergencia permitiría a Portland, el estado y el condado asignar recursos para abordar la situación y establecer un centro de comando en el centro de la ciudad. Con los recursos se financiarían dos campañas de salud pública y una mayor divulgación para que las personas accedan a servicios de tratamiento, recuperación y vivienda. Eso incluiría ampliar el alcance y la capacitación sobre cómo administrar Narcan, un medicamento que revierte las sobredosis, según reportan CNN y AP.
El anuncio también enfatizó que habría “misiones continuas entre la Oficina de Policía de Portland y la Policía Estatal de Oregon para responsabilizar a las personas que venden la droga”, reforzando el vínculo para que ambas entidades patrullen conjuntamente en las calles del centro en busca de dealers, según informó la cadena ABC News.
“Nuestro país y nuestro Estado nunca han visto una droga tan mortalmente adictiva, y todos estamos lidiando con cómo responder”, dijo la gobernadora de Oregon en un comunicado. Durante el anuncio del estado de emergencia, también admitió que la ciudad estaba sufriendo “daños económicos y de reputación” por el actual problema del fentanilo.
Kotek ha pedido anteriormente a los legisladores estatales que aprueben una ley que criminalice el consumo de drogas en público, similar a las que afectan al alcohol en muchos lugares de Estados Unidos. Pero los intentos de endurecer la política sobre drogas podrían enfrentar la oposición de los grupos de tratamiento de adicciones, que afirman que la recriminalización llevará a muchos a consumir fentanilo en privado, lo que, según estas fuentes, aumentaría los riesgos y el número de sobredosis, afirma BBC.
En 2020, los votantes de Oregon aprobaron la Medida 110, que despenalizó gran parte del uso de drogas duras, incluido el fentanilo, un potente opioide sintético. La medida ha recibido críticas, ya que las muertes por sobredosis de opioides aumentaron constantemente desde entonces. En 2022, hubo 956 muertes por sobredosis de fentanilo en el estado, en comparación a 2021 -el primer año en que la ley entró en vigor- que tuvo 731. Y aún más lejos de los registros de 2019, que tuvo 280 decesos, según datos estatales. Según el condado de Multnomah, donde se encuentra Portland, el número de muertes por sobredosis de fentanilo aumentó un 533% entre 2018 y 2022.
En todo Estados Unidos, la cifra de muertes por sobredosis superó por primera vez las 112.000 en 2023, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). De ellos, los más afectados fueron los jóvenes y las personas de color, según reportó el medio NPR. Desde el gobierno de Joe Biden dicen que han “aplanado” la curva creciente, aunque en diciembre, en una conferencia de prensa en Maryland, el director de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, el Dr. Rahul Gupta, reconoció la gravedad de la crisis de salud pública.
“No podemos tratar a los muertos”, afirmó. Según Gupta, el gasto federal para la crisis se disparó con aproximadamente un 40% más de financiamiento dirigido a los estados. En mayo de 2022, cuando se publicó el informe de estadísticas de muertes por sobredosis en Estados Unidos ocurridas en 2021, Gupta indicó que era “inaceptable que estemos perdiendo una vida por sobredosis cada cinco minutos, las 24 horas del día”.
El fentanilo es hasta 50 veces más potente que la heroína y unas 100 veces más potente que la morfina como analgésico, según la Agencia Antidrogas de EE.UU. Si bien el fentanilo es un fármaco que puede recetar un médico para tratar el dolor intenso, también es fabricado y vendido ilegalmente por bandas criminales. La mayor parte del fentanilo ilegal que se encuentra en Estados Unidos se trafica desde México utilizando sustancias químicas procedentes de China, según la Administración de Control de Drogas (DEA).
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