El portavoz de la Unión Social Cristiana (CSU) en el Bundestag o Cámara Baja del Parlamento alemán, Alexander Dobrindt, planteó este domingo que los refugiados ucranianos que están en Alemania sean deportados a su país si no aceptan o no encuentran un empleo en Alemania.

“Más de dos años después del inicio de la guerra se debe aplicar ya este principio: coger un empleo o vuelvan a las zonas seguras del oeste de Ucrania”, afirmó Dobrindt en declaraciones al periódico Bild am Sonntag.

Esta postura ha sido ya criticada por el Partido Socialdemócrata (SPD) y por Los Verdes, ambos parte de la coalición de gobierno. El viceportavoz de Los Verdes, Dirk Wiese, recordó que hay continuos bombardeos en todo el país.

Dobrindt ahora quiere enviar a mujeres y niños de vuelta, a quienes puede que hayan perdido ya a sus padres en el frente”, argumentó Wiese, que cree que la CSU debería de estar “avergonzada” por plantearlo y podría retirar la C de cristiana de sus siglas.

Para el colíder ecologista Omid Nouripour “insinuar que los ucranianos vienen aquí por el subsidio es ignorar el horror de la guerra de (Vladimir) Putin”. “También queremos que los ucranianos empiecen a trabajar más rápido, pero las trabas legales como las que quiere la CSU no ayudan, sino que perjudican”, añadió.

El socialdemócrata Martin Rosemann recordó por su parte que muchos de los refugiados son madres solas. “Las trabas para los refugiados ucranianos que empiezan a trabajar están en la falta de atención infantil, el idioma y la tardanza en el reconocimiento de cualificaciones profesionales”, resaltó.

Se estima que hay unos 1,13 millones de refugiados ucranianos viviendo en Alemania. Desde el inicio de la contienda se les concedió un subsidio de 563 euros mensuales.