La diplomacia de los pandas: La historia de los dos ejemplares chinos que llegaron a Washington
Bao Li y Qing Bao, de 3 años de edad, aterrizaron juntos en la capital estadounidense luego de viajar 19 horas en un vuelo Panda Express. Van a residir por 10 años en el Zoológico Nacional, pero pasarán un tiempo en cuarentena antes de presentarse ante el público en enero.
“¡Redoble de tambores, por favor! ¡Las nuevas celebridades de D.C. están AQUÍ!”, publicó alegremente el Zoológico Nacional Smithsonian en redes sociales, anunciando la llegada de una pareja de pandas de China, que llegó al recinto en Washington reestableciendo la llamada “diplomacia del panda”, después de una pausa de 11 meses que había dejado a innumerables visitantes del parque decepcionados por la ausencia de los osos blancos y negros.
Cuando los últimos tres pandas del Zoológico Nacional partieron rumbo a China en otoño pasado, no estaba claro cuándo -o si es que- Washington volvería a ser el hogar de pandas gigantes. Pero en mayo, los funcionarios revelaron que China estaba planeando enviar una pareja de pandas jóvenes, y este martes finalmente arribaron a Estados Unidos en el avión Boeing 777F “Panda Express”, un vuelo especial de la empresa logística FedEx.
El vuelo, de 19 horas en el que la comida del avión fue bambú, despegó el lunes del Aeropuerto Internacional Shuangliu de Chengdu, en la provincia de Sichuan y aterrizó el martes por la mañana en el Aeropuerto Internacional Dulles. Al llegar, los pandas realizaron un breve viaje por el centro de la ciudad hasta su nuevo hogar en el Zoológico Nacional, al interior de un camión de reparto de FedEx con imágenes de pandas en los costados.
Pasaron a pocas cuadras de la Casa Blanca, por la Avenida Connecticut en una caravana escoltada por la policía. Por razones de seguridad, el recinto estuvo cerrado el martes por la mañana para permitir el traslado ordenado de los osos, ya que había entusiasmo en el exterior del zoológico antes de su llegada. Varios equipos de cámaras de televisión y videógrafos aficionados vigilaban la entrada del zoológico.
Baked by Yael, una panadería al otro lado de la calle de la entrada, ofreció cake pops y galletas en blanco y negro con forma de panda, cuenta The New York Times, presente en el lugar. Una asistente, Kirsten Svane, que llevaba “orejas de panda” en la cabeza para la ocasión, lloró mientras usaba su teléfono para grabar la gran llegada.
El linaje panda en el zoológico
Aunque ambos pandas nacieron en China hace tres años, Bao Li -cuyo nombre significa “tesoro” y “energía” en chino- tiene importantes raíces en Washington: es hijo de Bao Bao, que nació en el Zoológico Nacional en 2013. Eso lo convierte en el nieto de Mei Xiang y Tian Tian, que también vivieron en el Zoológico durante unos 23 años antes de mudarse a China el otoño pasado con su descendencia más joven, cuenta el canal de televisión NBC4 Washington.
Sus abuelos, Mei Xiang y Tian Tian, vivieron en el Zoológico Nacional durante casi un cuarto de siglo y dieron la bienvenida a los primeros cachorros de panda del zoológico que lograron sobrevivir. El primero, Tai Shan, llegó en 2005, pero pasaron años antes de que naciera otro, y ese cachorro vivió solo una semana. Al año siguiente, en 2013, llegó un recién nacido que se retorcía y un gemelo que nació muerto. Pero mientras Washington contenía la respiración, el cachorro vivo prosperó.
A los 100 días de edad, la llamaron Bao Bao y proporcionó mucho entretenimiento para los fanáticos de los pandas. Bao Bao siempre parecía saber cuándo llamar la atención y fue la fuente de varios titulares, como por ejemplo, “Mei Xiang abraza a su cachorro en lugar de comer algo”. Incluso hubo un drama de paternidad, cuando los fanáticos se preguntaron si su padre biológico era el propio Tian Tian del zoológico u otro panda macho cuyo esperma también se utilizó en un intento de fertilidad (al final Tian Tian era el padre).
Y justo antes de Navidad de 2014, Bao Bao pasó 24 horas en un árbol, desviando la atención de las celebraciones navideñas antes de finalmente bajar. Pero después de convertirse en hermana mayor, Bao Bao se mudó a China en 2017 y se convirtió en madre, incluso de un par de gemelos nacidos allí en 2021. Uno de esos gemelos fue Bao Li, que ahora conoció sus tierras ancestrales en Estados Unidos.
Qing Bao, hembra, cuyo nombre significa “verde” y “tesoro” en chino, nació en septiembre de 2021. No se conoce mucho de su biografía, pero el personal del zoológico ha descrito su personalidad: “Es nuestra panda más reservada, es un poco cautelosa, un poco más nerviosa ante los nuevos ruidos y sonidos”, señaló Laurie Thompson, curadora adjunta de pandas gigantes.
“Son dos cosas completamente opuestas”, comparó Thompson, ya que Bao Li siempre “está lleno de energía, ama a la gente y quiere interactuar”, según el personal del zoológico. El veterinario James Steeil coincidió con Thompson y comentó a NBC4 que Bao Li se emociona cuando ve a alguien que se acerca. Mientras tanto, Steeil describió a Qing Bao como una “planificadora” que se mueve según su propio horario.
A menudo se puede encontrar a Qing Bao durmiendo en su estructura para escalar o descansando en un árbol, pero está muy alerta cuando está activa. “Es muy reservada”, dijo Mariel Lally, cuidadora de pandas del Zoológico Nacional que acompañó a Bao Li y Qing Bao en el vuelo a Washington. “No siempre viene cuando la llaman porque prefiere hacer lo que quiere. Por eso es un poco más independiente que Bao Li”.
“También es una osita muy pequeña, así que a la gente probablemente le encantará lo menuda que es”, añadió Lally. “Ambos son pequeñas divas famosas en ciertos sentidos. Se van a adaptar muy bien”, afirmó Steeil al diario Washingtonian, que también venía en el Panda Express rumbo a Washington con la pareja. “Es mucho comer, dormir y defecar”, describió.
Embajadores de la diplomacia
Los pandas han sido durante mucho tiempo una de las principales atracciones de la ciudad, pero el zoológico se quedó sin pandas por primera vez en más de 50 años cuando tres de los osos, dos adultos y su cachorro, partieron en noviembre pasado hacia una reserva natural en la provincia china de Sichuan. Su partida desencadenó una ola de despedidas entre lágrimas y dejó la exhibición de pandas del zoológico vacía durante 11 meses.
“Sabes, cuando Mei Xiang, Tian Tian y Xiao Qi Ji se fueron, sentí como si estuviera perdiendo a mis mejores amigos de alguna manera”, dijo Kirsten Svane al Times. “Realmente llegas a conocer su personalidad, lo que les gusta, lo que no les gusta, sus hábitos, todo”, añadió.
Hasta entonces, los pandas habían tenido una presencia constante en la capital del país desde 1972, cuando el presidente Richard M. Nixon visitó Beijing. Durante ese viaje, Patricia Nixon, la entonces primera dama, mencionó su amor por los pandas al primer ministro chino, Zhou Enlai, quien envió un par dos meses después.
Los pandas chinos habían permanecido en el zoológico desde entonces en virtud de una serie de acuerdos entre los dos países, hasta que el último expiró sin renovación inmediata el año pasado. Cuando no hubo un reemplazo rápido para los tres pandas, ello fue visto como un reflejo de la creciente fricción entre Estados Unidos y China, pero el presidente chino, Xi Jinping, pronto prometió que mandaría nuevos ejemplares como “enviados de amistad”.
Así, en agosto, el Zoológico de San Diego dio la bienvenida a dos nuevos pandas gigantes, los primeros en llegar a Estados Unidos en 21 años. Junto con el recibimiento en la capital del país este martes, la renovada diplomacia panda de China con EE.UU. es un raro punto brillante en las complejas relaciones entre las dos superpotencias, que han visto empañadas por tensiones en el comercio, la tecnología, la geopolítica y más, asegura CNN.
Se trata del último capítulo de la estrategia de China de fomentar la buena voluntad internacional a través de intercambios de pandas, una tradición que a menudo ha trascendido las tensiones políticas. “Los pandas gigantes Bao Li y Qing Bao han comenzado su viaje hacia el @NationalZoo hoy. ¡Que tengan un buen viaje, y estoy emocionado de dar la bienvenida a esta encantadora pareja en DC!”, celebró el embajador chino en EE.UU., Xie Feng, en una publicación en X el lunes por la tarde.
Bao Li y Qing Bao pasarán los próximos 30 días en cuarentena, en que tendrán acceso a recintos dentro de la casa de los pandas, y un equipo de cuidadores, nutricionistas y veterinarios los cuidarán todo el tiempo. El personal de atención a los animales les proporcionará una variedad de elementos de enriquecimiento para mantenerlos activos y alentarlos a explorar su nuevo entorno para aclimatarse al nuevo hábitat del zoológico.
Harán su debut público el 24 de enero. Según el zoológico, residirán allí como parte de un acuerdo de investigación de 10 años con la Asociación China para la Conservación de la Vida Silvestre (CWCA), y es uno de varios grupos de pandas que llegarán a Estados Unidos después de la visita del presidente chino Xi Jinping a California a fines de 2023.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.