La espera interminable de Braulio Jatar

-Nunca se sabe cuando te devuelven a la cárcel.

Braulio Jatar (60) tardó solo un par de horas en contestar el cuestionario enviado por correo electrónico. Es un redactor veloz, no quedan dudas de ello.

Ha pasado el último año escribiendo compulsivamente. Cumple arresto domiciliario desde el año pasado en su casa ubicada en la Isla Santa Margarita, en el estado de Nueva Esparta.

-Desde mis más horrendos encierros tome una decisión: el tiempo es lo que hagamos con él- dice Jatar a La Tercera recordando el año 2016, cuando fue detenido por la policía venezolana un 3 de septiembre tras informar en su medio de comunicación Reporte Confidencial de las protestas contra el presidente Nicolás Maduro durante su visita a la Isla Margarita.

Lo acusaron del delito de "legitimación de capitales" por tener presuntamente un maletín con 25 mil dólares para financiar a grupos estudiantiles y políticos para desestabilizar la Cumbre de Países no Alineados.

El día que le fue privada su libertad, también comenzó una cruzada internacional por su liberación que tocó especialmente a Chile, país donde el abogado nació.

Rápidamente repasa algunos episodios de ese encierro: su paso por cuatro cárceles y las hojas mugrientas y un lápiz magullado que usó para escribir y que no volvió a soltar.

En los últimos dos años ha publicado cinco libros, compuestos por una trilogía de novelas: Terror sobre la balanza, Terror de cuello blanco y Pranato. Además de Lecciones de inteligencia emocional, (en situaciones extremas) y Dios interno- Dios externo, (y como los no creyentes también hacen milagros, explica).

También recuerda cuando en prisión un amigo le aconsejó que su medio Reporte Confidencial "tuviera más mano izquierda" para evitar problemas

-Le respondí que "Reporte Confidencial es manco", no tiene ni derecha ni izquierda, nuestro camino es la verdad, y paradójicamente es esta la que me tiene preso.

Hoy asegura que la idea de volver a la cárcel ya no le atormenta mientras espere que la Fiscalía presente pruebas.

-Simplemente no controlas los eventos, es distinto. Mis conocimientos en inteligencia emocional y espiritual me hicieron de una armadura, pero tampoco es a prueba de balas- reconoce.

Braulio despierta todas las mañanas con una picazón crónica en todo el cuerpo que los médicos no saben a qué se debe y que comenzó al salir de la cárcel.

-Cuando estaba escribiendo los primeros cuatro libros me levantaba la piquilla (comezón) a las 3.30 am y empezaba a escribir hasta las 8 am, relata Jatar.

Su cuerpo está lleno de ronchas.

-Te confieso que creo que tengo una secuela de lo que se llama stress post traumático. A veces pienso que estas heridas en mi cuerpo son la somatización de las terribles angustias y padeceres a las que fuimos severamente sometidos- relata.

Las horas del día las pasa revisando el quinto de sus libros. Reconoce que los últimos días logró calmar la comezón y que duerme un par de horas más, ahora se levanta a las 6 de la mañana.

A pedido de su familia - su mujer y su hijo menor de 12 años- sigue una serie de ejercicios aeróbicos de un video de entrenamiento y pesas. Es una rutina de Braulio Miguel, otro de sus hijos, quien vive en Estados Unidos con su hermano Christian. La única mujer, Claudia, decidió radicarse en Chile.

-El resto del tiempo leo, escribo y estoy pendiente del acontecer de Venezuela, Chile y el mundo.

Aunque su caso es frecuentemente comentado por parlamentarios chileno, cuenta que llamados telefónicos solo recibió en el pasado. Cuenta que el director para Asuntos Parlamentarios del Ministerio del Exterior, Carlos Appelgren, se comunicó por esta vía. También se contactaron con él en alguna oportunidad los parlamentarios de la época Felipe de Mussy y Patricio Walker.

-Otros muchos me han dado su apoyo pero, contacto directo, solo ese. Antes venía cuando se lo exigían el (ex) embajador Pedro Felipe Ramírez, y agrega que nunca confió en él porque es "un confeso admirador de Chávez".

Hace una semana, Jatar felicitó públicamente a la exmandataria por su nombramiento como Alta Comisionada de Derechos Humanos Naciones Unidas. Dice que el gobierno de Bachelet fue en su momento más enérgico en su defensa que el de Piñera.

-De hecho, no conozco de una sola diligencia del actual gobierno. Aunque debo repetir que en la administración pasada nos dejaron solos antes los organismos internacionales, todos los resultados positivos a nivel mundial, los logramos sin contar con el apoyo de nadie del ejecutivo chileno. La actual cancillería no ha dado muestra de nada que yo pueda relatar- asegura.

Pero de la contingencia prefiere no referirse más.

-Una de las cosas que se aprenda en la vida, es que del orificio de una fuente no puede salir agua dulce y amarga a la vez. Siento que mi deber, por ahora, es hablar sobre mi caso y no ir más allá. Ya vendrán tiempos para opinar sobre otros temas -asegura el abogado chileno - venezolano.

-Siento que Chile como un todo me ha apoyado, y estoy obligado, a respetar ese sentimiento, dice, antes de agregar un potente mensaje:

-Lo que sí puedo decir es que cuando llegue a Santiago visitaré con mi familia el Museo de la Memoria. Quienes hemos sido víctimas de la violación de derechos humanos, estamos unidos por siempre, no puede haber diferencias de ningún rango entre nosotros. A ellos les rendiré mi homenaje, desde lo más profundo de mi corazón.