El expresidente Donald Trump no se da por vencido y ya comenzó a delinear su estrategia política. Porque tres días después de que el Senado lo absolviera del cargo de incitar la violencia en el Capitolio el 6 de enero, se enfrascó en una disputa con el líder de los republicanos en la Cámara Alta, Mitch McConnell, a quien describió como un “político aficionado, severo, hosco y serio”, e incluso advirtió que si los senadores republicanos lo mantienen como jefe de bancada “no volverán a ganar”.
Se trató de su declaración más extensa sobre política desde que salió de la Casa Blanca el 20 de enero. Trump culpó a McConnell de que los republicanos hayan perdido el control del Senado, y se atribuyó el mérito de los logros del partido en la Cámara de Representantes.
La arremetida de Trump fue una reacción a los comentarios de McConnell tras el impeachment. El senador de Kentucky dijo que a pesar de haber votado a favor de la absolución del republicano en el juicio político, el exmandatario era “práctica y moralmente responsable” del asalto de sus seguidores al Capitolio.
El ataque de Trump a McConnell, señaló The Financial Times, “es la señal más clara hasta ahora de que pretende permanecer al frente y al centro de la política del Partido Republicano”. De hecho, se había mantenido fuera del ojo público desde que rechazó ir a la toma de mando de Joe Biden el mes pasado.
Trump no ha descartado volver a postularse para presidente en 2024, pero enfrenta varias investigaciones criminales y litigios civiles que podrían obstaculizar sus ambiciones políticas.
En medio de esta división en la colectividad conservadora por el juicio político a Trump, McConnell se ha movido rápidamente para reagruparse, buscando la unidad detrás de un mensaje de oposición a la agenda del Presidente Biden, que considera demasiado inclinada a la izquierda.
El senador dijo en una entrevista con el diario The Wall Street Journal que el reclutamiento de candidatos que puedan ganar las elecciones generales es primordial, ya que los postulantes que se pronuncian a favor de Trump están comenzando a montar campañas en las elecciones clave del Senado. El líder de la minoría en la Cámara Alta desea recuperar el apoyo de los republicanos moderados y los votantes independientes que abandonaron el partido en las elecciones generales de noviembre y en la segunda vuelta legislativa de Georgia.
Pero no tiene una tarea fácil por delante. Esto debido a que Trump sigue siendo muy popular en la base republicana. Es más, el exmandatario dijo que tiene la intención de seguir siendo una fuerza en las próximas carreras electorales. “Cuando sea necesario y apropiado, apoyaré a los rivales primarios que defienden Making America Great Again y nuestra política de America First”, escribió.
En este sentido, un análisis de la revista The Atlantic indicó que “muchos votantes republicanos apoyaron a Trump en 2016 y 2020 no por afinidades políticas particulares, sino porque lo veían como alguien que realmente lucharía por su visión de la cultura estadounidense, haciendo lo que fuera necesario para ganar”.
Una encuesta de la Universidad Quinnipiac publicada el lunes, reveló que el 89% de los republicanos se oponía a que el exmandatario fuera condenado. En tanto, un 75% dijo que quiere que Trump juegue un papel importante en el futuro del partido.
En la misma línea, la encuestadora Morning Consult encontró que el 59% de los republicanos quiere que Trump desempeñe un papel importante en el partido y el 54% lo respalda como candidato del partido a la presidencia en 2024.
Al interior del partido muchos creen que la estrategia de McConnell no salió como él esperaba. En un artículo, el diario The New York Times indicó que un “error de cálculo ha dejado al senador en un lugar inusual: a la defensiva, con Trump presionando por su derrocamiento y sin una manera fácil de liberarse del aprieto político”.
En una entrevista con el Times, el senador Ron Johnson admitió que “McConnell tiene muchos talentos”. Pero advirtió que “si está preparando esto como una forma de eliminar a Trump del Partido Republicano, es una propuesta fallida”.
El legislador indicó que el apoyo a McConnell ya estaba surgiendo como un factor negativo entre los votantes republicanos que respaldan a Trump. Dijo que el líder de la minoría “corría el riesgo de convertirse en un paria para los candidatos al Senado si no avanzaba rápidamente hacia la unificación del partido”.
El diario The Washington Post advirtió en un artículo que el “enfrentamiento entre los dos hombres (Trump y McConnell) va a definir al Partido Republicano en los años venideros”. El periódico conversó con 10 republicanos quienes señalaron que “es probable que el conflicto se convierta rápidamente en una guerra fría, con grandes batallas sobre la dirección de la colectividad”.