"Hay mucho dinero en este país, es solo que está en las manos equivocadas". Así comienza el video subido a Youtube hoy por el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, de 58 años, mediante el cual anunció su candidatura presidencial para las elecciones de 2020 y su intención de derrotar al Presidente Donald Trump. Así, el edil de la ciudad más poblada de Estados Unidos –más de ocho millones- se unió a otros 22 precandidatos demócratas que participarán de las primarias del partido.

De Blasio se presenta a sí mismo como "anti establishment" y con el eslogan de "la gente trabajadora primero", en clara referencia al famoso eslogan electoral de Trump "América primero" (America first).  "(Trump) trata de convencer a los estadounidenses de que está de su lado y eso es una mentira desde el primer día", sostiene el demócrata. El edil neoyorquino es considerado del ala más progresista del Partido Demócrata, sobre todo después de que Trump llegó a la Casa Blanca, en enero de 2017.

"Su elección, después de años del alcalde republicano Rudy Giuliani y el entonces alcalde centrista Michael Bloomberg, fue vista como un cambio a la izquierda en la política de la ciudad de Nueva York. Pero hay una serie de candidatos presidenciales que podrían ser considerados en el ala progresista del partido, entre ellos Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Kamala Harris, por lo que no será el único o el principal candidato progresista", sostiene a La Tercera el director de The Democracy Project en el Bipartisan Policy Center, John Fortier.

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FOTO: AFP[/caption]

"Algo mejor"

Su administración en Nueva York ha estado marcada por un fuerte cambio en el enfoque de las políticas dirigidas a apoyar a los ciudadanos de menores ingresos, con nuevas iniciativas para apoyar los servicios de salud mental, proporcionar viviendas más asequibles y crear nuevas opciones de educación infantil. Dentro de sus medidas más destacadas se mencionan el aumento al salario mínimo, exigir remuneración en caso de licencias por enfermedad, proporcionar clases de preescolar gratuitas y entregar tarjetas para inmigrantes ilegales que les permite acceder a los servicios de la ciudad.

Estos proyectos son un reflejo de lo que Bill de Blasio quiere para Estados Unidos. "Los estadounidenses trabajadores merecen algo mejor y sé que podemos hacerlo porque lo he hecho aquí en la ciudad más grande y más dura de este país", dijo en el matinal de ABC, Good Morning America.

"Él cree profundamente, ideológicamente, que el país está en problemas y está arraigada en la desigualdad de todas las formas: racial, de ingresos, de género, de orientación sexual", señala a The Washington Post Peter Ragone, un antiguo amigo y consejero del alcalde de la Gran Manzana. "Él cree que un gobierno robusto que lucha por la igualdad es la manera de solucionarlo", añade.

De Blasio nació en Manhattan pero fue criado en Massachusetts. Luego de que sus padres se divorciaran cuando él tenía siete años, creció al lado de su madre, de origen italiano, y en su juventud decidió adoptar su apellido. Asistió a la Universidad de Nueva York y por esa época se convirtió en un activista de izquierda que admiraba a los sandinistas de Nicaragua.

Su trayectoria política ha sido exitosa y se adjudica algunos logros como campañas políticas para Hillary Clinton como senadora y para Charles B. Rangel a la Cámara de Representantes. En 2001 fue elegido para el Consejo de la Ciudad de Nueva York como representante en Brooklyn, y luego se convirtió en defensor público de la ciudad, desde donde asumió un rol crítico del exalcalde neoyorquino Michael Bloomberg. Con ello, preparó su camino para su primer período como edil, en 2014.

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Su popularidad en Nueva York se concentra entre los residentes negros e hispanos, según una encuesta realizada en abril por la Universidad de Quinnipiac. El 66% de los votantes afroamericanos aprobaron su desempeño en el cargo, en comparación con el 40% de los hispanos y el 31% de los blancos. Sin embargo, por ahora no cuenta con un gran apoyo para una posible llegada a la Casa Blanca: el 76% de los votantes de Nueva York dijo que no debería postularse para la Presidencia. Pero a De Blasio poco le preocupan las encuestas. A principios de año el alcalde le dijo a The New York Times que "he pasado mucho tiempo en el último lugar en muchas encuestas en muchas carreras. No es donde empiezas, es donde terminas".

De todas formas, aún no están claras sus posibilidades para desafiar a Trump. "Con la excepción del vicepresidente Biden y el senador Bernie Sanders, la mayoría de los otros candidatos no son bien conocidos (incluso algunos de los principales candidatos, como Elizabeth Warren, Kamala Harris, Pete Buttigieg). Así que el alcalde De Blasio debe encontrar una manera de darse a conocer y escapar de la multitud de precandidatos", señala Fortier a La Tercera. En ese sentido, el analista asegura que hay dos maneras en las que el candidato puede sobresalir: un buen desempeño en los debates o recaudando más dinero que los demás.

"De Blasio tiene la oportunidad de hacer ambas cosas y como alcalde de Nueva York podría recaudar dinero muy bien, pero será difícil para él sobresalir en un campo lleno de gente", asegura el experto.