La guerra en Gaza que comenzó el pasado 7 de octubre con el ataque abanderado por las milicias de Hamas contra Israel, y prosiguió con la campaña de bombardeos israelí sobre el enclave palestino, cumple este domingo seis meses en medio de una devastadora crisis humanitaria y unas negociaciones enormemente difíciles para poner fin al conflicto.

Israel sigue recordando a sus 1.200 muertos por el ataque miliciano y decenas de miles de personas exigen semanalmente al Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, el retorno del, aproximadamente, centenar de secuestrados por las guerrilleros que todavía siguen con vida. Más de 600 militares han muerto en la contienda. En Gaza, mientras, han muerto más de 33.100 personas por los ataques israelíes y 78.500 han resultado heridas, según las autoridades del enclave, bajo control de Hamas, un balance empleado como referencia por los principales organismos e instituciones internacionales. UNICEF estima los niños muertos en más de 13.000.

Más de 400 palestinos han muerto en operaciones paralelas de Israel en Cisjordania desde el inicio del conflicto. Más de un millón de palestinos han sido víctimas de un desplazamiento forzado por Israel desde el norte del enclave y sobreviven hacinados en el sur de la Franja. La ayuda humanitaria entra con cuentagotas y más de una treintena de palestinos se ha muerto directamente de hambre. El coste estimado de la reconstrucción de la Franja, según el Banco Mundial, rebasará los 16.000 millones de euros, el 97 por ciento del Producto Interior Bruto combinado de Gaza y Cisjordania en 2022.

“El respeto al derecho humanitario internacional ha quedado por los suelos”, lamentó el viernes el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, tras recordar a los 196 cooperantes humanitarios muertos hasta ahora durante la campaña israelí. “Estamos al borde”, avisó el secretario general, “al borde de la hambruna en masa, de un conflicto regional, de una pérdida absoluta de la fe en las normas y los estándares globales”, Guterrres también denunció constantes campañas de desinformación que enturbian el conflicto. El Comité para la Protección de los Periodistas cifra en al menos 95 los reporteros muertos durante la guerra.

Contienda regional, negociaciones en el filo

El conflicto se extendió a Líbano menos de 24 horas después, con cruces de bombardeos entre Israel y las milicias de Hezbolá, que ha reconocido más de 200 guerrilleros muertos. Según fuentes médicas libanesas, más de una decena de civiles, entre ellos seis niños, han muerto en estos ataques. En el mar Rojo, la insurgencia huthi ha lanzado una campaña de ataques contra la navegación mientras EEUU y milicias proiraníes se han enzarzado en cruces de ataques.

Este domingo tendrá lugar en El Cairo (Egipto) una nueva negociación bajo la mediación egipcia y catarí, con presencia de Hamas y probablemente de Estados Unidos para intentar alcanzar algún tipo de acuerdo. El movimiento palestino avanzó ayer a través de un portavoz que no piensa ceder en sus pretensiones y solo aceptará un canje de rehenes por prisioneros palestinos cuando los militares israelíes se retiren de territorio gazatí. Estados Unidos e Israel siguen vinculando todo cese de hostilidades a la liberación de los secuestrados.

Mientras tanto, avisaba el viernes la ONG World Vision, toda la población de la Franja de Gaza (2,23 millones de personas) se enfrenta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda y la mitad de la población (1,11 millones de personas) se enfrentará a condiciones catastróficas en los próximos tres meses.

Más de medio millón de niños y niñas palestinos corren el riesgo de sufrir problemas de salud mental debido a la extrema exposición al conflicto y a la violencia que han presenciado y experimentado, y 1,3 millones de niños y niñas que viven en Cisjordania corren el riesgo de quedarse retrasados en sus estudios, ya que una de cada cinco escuelas (18%) informó de al menos un incidente violento -incluso durante las horas de aprendizaje en las que los estudiantes estaban presentes- en la semana anterior a la evaluación.

Dada la situación, los cooperantes humanitarios son incapaces de trazar una estrategia a medio plazo y su mirada no llega más allá de las próximas semanas, insistiendo en el deber israelí de permitir el suministro suficiente de ayuda humanitaria a los palestinos de Gaza; una exigencia, recuerda Amnistía Internacional “jurídicamente vinculante de la Corte Internacional de Justicia, que ha ordenado a Israel la adopción de medidas para evitar un genocidio”.