Una investigación del periódico británico The Guardian reveló que un exacadémico de la Universidad de California, Irvine (UCI), llamado Jonathan Keeperman, es el hombre detrás de la editorial de extrema derecha Passage Press y de la influyente cuenta de X llamada “Lomez”. El reporteo se basó en registros de propiedad y de la empresa, entrevistas con fuentes y materiales en línea de código abierto. Y este martes, Keeperman reaccionó a la publicación del diario mediante su cuenta de X, sin descartar ni desmentir la información dicha por el medio.
El reporte indicó que el estatus actual del exprofesor como actor clave en el incipiente movimiento protofascista se produjo tras años de participación en foros de internet de extrema derecha. Gran parte de esa trayectoria coincidió con su paso por uno de los programas de escritura más prestigiosos del país: el programa de Maestría en Bellas Artes (MFA) cuando era estudiante y el departamento de inglés, cuando era profesor, entre 2023 y 2022.
El establecimiento de Passage Press y editoriales similares ha desempeñado un papel fundamental en el avance de un sector de la extrema derecha en el Estados Unidos contemporáneo, que busca tomar el control de las instituciones norteamericanas o crear equivalentes de orientación derechista, como parte de una confrontación política y cultural contra lo que perciben como la hegemonía de un “régimen” liberal en el país, según explica el periódico.
En una entrevista realizada en un podcast en junio de 2023, Keeperman describió su editorial y su premio literario como componentes esenciales en la construcción de “infraestructuras e instituciones alternativas”. Su causa, cuenta con el respaldo incondicional de Donald Trump y sus seguidores dentro del Partido Republicano, especialmente en su crítica al “Estado profundo” y en sus promesas de tomar represalias en caso de que Trump resulte victorioso en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Como muchas otras editoriales de extrema derecha, el catálogo de Passage se ve reforzado por reimpresiones de libros agotados o de dominio público de escritores históricos fascistas y reaccionarios. Estos incluyen libros del nacionalista y militarista alemán radical Ernst Jünger; el soldado y escritor inglés Peter Kemp, que luchó como voluntario en el Ejército de Franco durante la Guerra Civil Española; y dos aristócratas rusos contrarrevolucionarios, el barón Pyotr Wrangel y el príncipe Serge Obolensky.
James McAdams, profesor de asuntos internacionales en la Universidad de Notre Dame, que ha realizado una extensa investigación sobre pensadores y editoriales de extrema derecha, dijo al diario británico que dichas editoriales operan “en el nivel de las ideas -ideas aterradoras- pero también se trata de querer ser reconocido, y finalmente se trata de dinero”.
Lo que distingue a Passage Press es su habilidad para capitalizar el mercado, ofreciendo no solo libros convencionales, sino también ediciones limitadas de lujo, como la “edición patricia” de Noticing, un libro del autor Steve Sailer, que viene encuadernada en cuero y adornada con lámina de oro. Estas ediciones exclusivas no solo han atraído a los coleccionistas ávidos, sino que también han generado importantes ingresos para la editorial.
Además de la venta de libros, Passage Press organiza eventos en persona y ha lanzado una versión impresa de la revista Man’s World, liderada por el enigmático editor “REN”. Esta revista, aunque en ocasiones contiene ideas controvertidas y de extrema derecha, se presenta de manera irónica y envuelta en una capa de sofisticación. La editorial también estableció el Premio Passage, que busca reconocer a artistas y escritores de derecha que desafían las normas establecidas.
En su otra faceta, su cuenta de X llamada Lomez, el exacadémico ha ganado influencia con más de 64.000 seguidores. Sostenidamente en el tiempo, sus publicaciones han mostrado una antipatía hacia las protestas por la justicia racial y expresiones de apoyo a la violencia en respuesta a estas protestas, como en el caso de Kyle Rittenhouse, el hombre estadounidense que disparó a tres manifestantes durante las protestas en Kenosha, Wisconsin, en 2020, cuando tenía 17 años.
En su cuenta, el exacadémico también publica declaraciones anti-LGBTQ+ y su desprecio hacia los periodistas, e incluso ha sugerido medidas extremas como “farola a los periodistas” (en referencia a un “linchamiento”). Lomez ha interactuado con figuras prominentes de extrema derecha, como Christopher Rufo, quien ha sido vinculado con medios de extrema derecha y defensores del racismo científico. Rufo ha negado estas acusaciones, calificándolas de “culpabilidad por asociación” ilegítima.
Keeperman también tuvo un blog denominado “Mr Lomez”, entre 2006 y 2007. En ese blog, el exacadémico presentó un argumento característico de los defensores de la “biodiversidad humana”, el 2 de mayo de 2007. “Voy a arriesgarme y sugerir que a los jugadores negros se les sancionan más faltas porque, de hecho, los jugadores negros cometen más faltas”, afirmó en respuesta a un informe del New York Times sobre un estudio que encontró prejuicios raciales en el arbitraje de la NBA. “Antes de llamarme racista, al menos escúchame”, añadió.
Keeperman utilizó su creciente influencia en Twitter para publicar en medios de comunicación de derecha bajo el seudónimo “Lomez”. En sus artículos, abordó temas como la pandemia, la política y el antifeminismo. Keeperman se esforzó por ocultar su identidad en línea, pero fue identificado por The Guardian a través de registros públicos y eventos que coincidían con la actividad en línea de “Lomez”.
Entre los registros se encontraba el registro de un dominio web, la creación de una empresa en Nuevo México y detalles biográficos compartidos en publicaciones en Twitter. Además, los periodistas de The Guardian dieron con conexiones entre Keeperman y “Lomez” a través de su trabajo en la Universidad de California, Irvine, y similitudes en sus actividades en línea, como participar en blogs y redes sociales. Además, a través de la organización del premio Passage, Keeperman dejó pistas que lo vinculaban a la identidad de “Lomez”.