No hay dobles lecturas: las imágenes son capaces de contar historias por sí solas, y sintetizar en un mismo cuadro aquellas emociones que las palabras no necesariamente pueden captar.
Pero la capacidad de las fotografías de transmitir esos momentos sigue asombrándonos. El último ejemplo ocurrió este sábado, en una de las más tensas reuniones del G7 de las que se tenga memoria.
La historia es así: en plena discusión de la declaración final del encuentro, en que la delegación estadounidense encabezada por Donald Trump estaba en posiciones muy opuestas al resto de sus socios, el fotógrafo de la delegación alemana logró retratar un instante que refleja la soledad del mandatario en relación a sus pares.
No era la única imagen disponible de la situación. De hecho, el periodista alemán Fabian Reinbold hizo dos publicaciones en Twitter donde muestra que el mismo cónclave tenía, al menos, seis diferentes imágenes del momento, considerando que cada delegación tenía a su propio gráfico.
https://twitter.com/fabreinbold/status/1005533097549598726
https://twitter.com/fabreinbold/status/1005835908938194944
Pero la imagen de los alemanes, en que se ve a Ángela Merkel en un rol protagónico y una posición física de contrapeso a Trump, fue la que predominó y se comenzó a viralizar.
De hecho, la fotografía fue tan buena que llegó a la misma portada del New York Times, el diario más influyente de Estados Unidos, con todo el peso simbólico que eso conlleva. "Incluso para Trump, ésta es una portada impresionante", señaló en Twitter el periodista de CNN Chris Cillizza, uno de los analistas políticos más destacados de ese país.
https://twitter.com/CillizzaCNN/status/1005807265818075136