La incierta liberación de la periodista china encarcelada por informar sobre el Covid-19 en Wuhan
Se suponía que la reportera independiente debía salir en libertad este lunes, después de cuatro años que estuvo tras las rejas por su cobertura inicial de la epidemia, pero hasta ahora se desconoce aún su paradero y su círculo cercano no ha podido confirmar que ha sido excarcelada.
En el año 2020, en Wuhan, provincia de Hubei, una periodista llamada Zhang Zhan fue sentenciada a prisión por su cobertura de las primeras etapas de la pandemia de Covid-19. Según documentos legales revisados por organizaciones de derechos humanos, se esperaba que este lunes fuese liberada. Sin embargo, tanto su abogado como la organización Free Zhang Zhan, que la apoya, no han recibido noticias sobre su excarcelación.
La reportera independiente y exabogada fue uno de los pocos periodistas en China que informó en Wuhan sobre el brote inicial de la pandemia después de que la metrópolis, de 11 millones de habitantes, entrara en un bloqueo total. Zhan ofreció una visión poco común y sin filtro de la realidad sobre el terreno, mientras el Partido Comunista chino imponía una estricta censura en la cobertura mediática.
Viajó desde Shanghái a Wuhan a principios de febrero de 2020 para documentar la pandemia y los esfuerzos por contenerla, justo cuando las autoridades comenzaron a controlar tanto los medios de comunicación estatales como privados. Durante meses, grabó videos amateurs, a menudo inestables, que contradecían la narrativa del gobierno de una respuesta fluida y triunfante a la crisis. Visitó un crematorio y un hospital abarrotado, donde había camas con ruedas en el pasillo.
También grabó la estación de tren vacía de la ciudad y trató de entrevistar a los residentes sobre el cierre, aunque muchos la ignoraron o solicitaron el anonimato, aparentemente por temor a represalias, detalla el diario estadounidense The New York Times, desde Beijing. Aunque alcanzó a publicar sus observaciones, fotografías y videos en plataformas como WeChat, Twitter y YouTube -ahora estos dos últimos están bloqueados en China-, fue posteriormente condenada y encarcelada.
“No encuentro nada que decir porque está todo tapado. Este es el problema que enfrenta este país ahora: cualquier opinión contraria nuestra podría ser (desestimada como) ‘rumores’”, dijo en un video dos semanas después de llegar a Wuhan, poniéndose una mascarilla. “Incluso nuestras propias voces están fuera de nuestro control. Nos encarcelan en nombre de la prevención de una pandemia y restringen nuestra libertad… Si no podemos obtener la verdad, si no podemos romper su monopolio de la verdad, el mundo no tendrá sentido para nosotros”.
Sus publicaciones cesaron abruptamente a mediados de mayo, y más tarde se reveló que había sido detenida por la policía y devuelta a Shanghái, según cuenta CNN. Fue sentenciada meses después a cuatro años de prisión por “provocar peleas y provocar problemas”, asegura uno de sus abogados defensores, Zhang Keke, que asistió a su audiencia. Dicho cargo es comúnmente utilizado por el gobierno chino para reprimir a disidentes y activistas de derechos humanos.
Durante su detención, Zhang Zhan inició una huelga de hambre, según informó Amnistía Internacional. Fue esposada y sometida a alimentación forzada, una práctica que el grupo considera equivalente a tortura. Uno de sus antiguos abogados, quien fue despedido desde entonces, describió su estado durante el invierno de 2020: extremadamente delgada, con un tubo en la nariz para la alimentación forzada y las manos atadas para evitar que retirara el tubo.
Según el veredicto judicial sobre su caso obtenido y publicado por organizaciones de derechos humanos, ella debía cumplir su sentencia este lunes, por lo que sus partidarios pidieron al gobierno chino que libere a Zhan en el plazo previsto. Pero su abogado, Zhang Keke, dijo a Reuters que aún no podía confirmar si había sido liberada. “Los parientes y la familia de Zhang Zhan aún no me han respondido”, afirmó.
“Hasta ahora no he recibido ninguna confirmación de que Zhang Zhan haya salido de la prisión y esté en casa con su familia. Todos seguimos esperando”, afirmó Jane Wang, defensora de la campaña Free Zhang Zhan con sede en Reino Unido. “Tengo entendido que sus padres y su hermano han estado bajo una enorme presión y les han advertido severamente que no concedan entrevistas a los medios. Las llamadas de amigos también quedan sin respuesta”, dijo a NBC News, calificándolas de “señales extremadamente preocupantes”.
Reporteros Sin Fronteras (RSF), que otorgó a Zhan un Premio al Coraje en 2021, pidió “a la comunidad internacional que presione a las autoridades para garantizar su liberación incondicional el lunes”, en una publicación en X el viernes. De acuerdo con RSF, China es el mayor país encarcelador de periodistas del mundo, situándose en el puesto 172 de 180 países de todo el mundo en su Índice Anual de Libertad de Prensa.
En tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China se negó a confirmar si Zhang había sido liberada de prisión en una conferencia de prensa habitual el lunes por la tarde. “No conozco la información relevante, pero lo que puedo decirles es que China es un país regido por el Estado de derecho. Cualquiera que viole la ley debe ser castigado por la ley”, afirmó el portavoz del ministerio, Wang Wenbin.
Los defensores de los derechos humanos que han trabajado durante mucho tiempo en China dicen que es probable que Zhang viva bajo estrecha vigilancia de las autoridades incluso si sale de prisión.
“Aunque Zhang salga de prisión, eso no significará que será libre”, dijo Yaqiu Wang, director de investigación para China del grupo de defensa Freedom House. “Si el historial del gobierno chino sirve de algún indicio, ella enfrentará acoso y vigilancia continuos por parte de las autoridades. Pero si las acciones pasadas de Zhang Zhan son una indicación, ella seguirá luchando contra los esfuerzos por silenciarla”, añadió.
Hasta la tarde del lunes (horario de Chile), la prensa en China aún titulaba “la periodista que investigó la epidemia salió de prisión y su paradero sigue siendo un misterio”. Pero, según fuentes internas del periódico de disidentes chinos The Epoch Times, probablemente la policía se la llevó y la puso bajo vigilancia residencial para evitar el contacto con el mundo exterior.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.