La industria musical británica, otra víctima del Brexit

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Ilustración: Alfredo Cáceres | La Tercera

La limitación de la libertad de movimiento entre Reino Unido y la Unión Europea preocupa a los artistas.


"Pánico en las calles de Londres, pánico en las calles de Birmingham", cantaba la banda inglesa The Smiths en los 80. Y ahora el pánico se ha apoderado de la industria musical. Porque el caos que se ha producido en el Parlamento británico debido al proceso del Brexit, al no aprobar el acuerdo que el gobierno de Theresa May alcanzó con la Unión Europea, ha sembrado una altísima incertidumbre en la industria musical, que ve con gran preocupación la falta de entendimiento entre Londres y Bruselas.

Como no existe claridad sobre cómo será la relación entre Reino Unido y la UE, este sector teme problemas en los relacionado con las visas, la importación de vinilos, la realización de los recitales, entre otros. El año pasado, el director ejecutivo de la organización UK Music, que representa a grupos de la industria, Michael Dugher, le escribió a May para advertirle de los riesgos que conlleva el Brexit en el ámbito artístico, considerando que este sector aporta con US$ 5.886 millones anuales a la economía británica. Según esta organización, en 2017 Reino Unido atrajo a 810 mil "turistas musicales" extranjeros. Si se tiene en cuenta que luego del Brexit se incrementarán los controles en las fronteras, es probable que esa cifra caiga.

Aunque eso sería lo de menos. Por ejemplo, el diario The Guardian sostiene que en el sector de la música clásica, los empresarios han señalado que los artistas empezaron a pedir que se les pague en euros, lo que hace que sea más caro contratarlos, considerando que la libra se ha devaluado considerablemente respecto del dólar y el euro.

En medio de este contexto se lanzó la campaña "libre movimiento para los músicos", que solicita que estos profesionales no se vean afectados por las restricciones que se aplicarán en este sentido con el Brexit.

"La música en vivo contribuye con cerca de US$ 1.300 millones a la economía y ha crecido en 49% desde 2012. Actualmente, los artistas pueden tocar en un concierto en Amsterdam en una noche y simplemente viajar a París al otro día sin costos asociados o gran burocracia, como resultado del libre movimiento de personas", le dijo Dugher a la primera ministra.

"Si se pierde esto producto del Brexit, tendrá un impacto serio en las giras musicales y el personal que allí trabaja, y se arriesga nuestra habilidad para aumentar las audiencias y además limita a millones de fans que puedan ver a sus artistas favoritos. Países como Francia tradicionalmente han requerido permisos de trabajo para las actuaciones de artistas de países que no pertenecen a la Unión Europea", añadió.

Si bien no se espera que se terminen las facilidades de movimiento este año, debido a que el período de transición se terminaría en 2020, muchas productoras han recibido llamados de las bandas que se aprestan a tocar en los festivales del verano. Vicky Hungerford, productora del festival Bloodstock, explicó a The Guardian que es normal que los artistas lleguen poco antes de comenzar a tocar y ahora están preocupados del aumento de burocracia en los aeropuertos.

A ello se suma la preocupación de las disquerías, ya que gran parte de los vinilos y CDs son prensados en el continente.

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