"Llevamos apenas un mes. Después de hoy todo va a cambiar en Venezuela", dijo este sábado desde Cúcuta un muy optimista Juan Guaidó, secundado por Sebastián Piñera, el gobernante colombiano Iván Duque y el secretario general de la OEA, Luis Almagro. Aunque el 23F no salió como esperaba el presidente encargado, ya que no se pudo concretar en su totalidad la entrega de ayuda humanitaria ni tampoco las Fuerzas Armadas desertaron de manera masiva a su favor como él esperaba, en apenas un mes Guaidó logró articular a la oposición e inclinar la balanza a favor del antichavismo, con gran apoyo internacional.
Hasta diciembre el nombre de Juan Guaidó no generaba mayor resonancia ni dentro ni fuera de Venezuela. Sin embargo, el 23 de enero, en el marco de un nuevo ciclo de protestas contra Nicolás Maduro, detonado por el inicio del segundo mandato del Presidente que la oposición considera ilegítimo, este joven ingeniero de 35 años juró como presidente encargado y logró imponer su agenda.
La cronología de la oposición venezolana da cuenta de varios clímax: las protestas de 2014, el triunfo en la Asamblea Nacional (AN) en las legislativas de 2015 y el ciclo de manifestaciones de 2017. No obstante, esta vez, el escenario exhibe una configuración única, ya que Guaidó ha logrado unir al antichavismo, algo que en su momento no pudieron hacer dirigentes como Henrique Capriles, Leopoldo López, Julio Borges, Antonio Ledezma, entre varios otros.
"Todos los elementos están alineados y eso nos lleva a pensar que no hay vuelta atrás", comentó a La Tercera el analista venezolano, Miguel Velarde. Según este experto, una creciente mayoría de venezolanos rechaza a Maduro, mientras que al menos 50 países reconocen a Guaidó como presidente encargado. "Se ha configurado una nueva realidad en la que todos apuntan a una misma ruta", sostiene Velarde.
Momento determinante
Aunque Maduro aún cuenta con el apoyo del alto mando militar e importantes potencias como China y Rusia, la comunidad internacional ha comenzado a tomar posición a favor de Guaidó, con diferentes matices. Todo, en apenas un mes.
Esta semana Guaidó volvió a conseguir gran protagonismo y apoyo concreto de parte de la región, graficado en el viaje de Piñera y la gestión de Duque, pero también en el masivo concierto "Venezuela Aid Live" del viernes, que reunió a más de 30 artistas internacionales en el puente Tienditas.
Al mismo tiempo, logró articular el envío de ayuda humanitaria, más allá de los problemas registrados ayer para que efectivamente llegara a Venezuela.
"El plan actual de la oposición venezolana, llevado a cabo con la colaboración de EE.UU. en primer lugar y algunos de sus aliados más cercanos en la región, como Colombia y Brasil, es de alto riesgo", advierte a La Tercera el analista de Crisis Group con sede en Caracas, Phil Gunson.
Los expertos coinciden en que, de una u otra forma, la estrategia de Guaidó requiere un "desenlace favorable a corto plazo. Y si eso fracasa, queda la 'esperanza' de que el colapso económico y la ingobernabilidad debido a las sanciones, acabe con Maduro. Y eso tampoco es una apuesta segura", sostiene.