El fallo del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, que rechazó el habeas corpus de Luiz Inácio Lula da Silva y lo dejó con un pie en la cárcel, motivó que los principales líderes de las diferentes vertientes de la izquierda sudamericana expresaran su apoyo al líder petista, asegurando, entre otras cosas, que se trata de una "mala noticia para la democracia y para América Latina".
Esas fueron las palabras que, al menos, usó el expresidente Ricardo Lagos en su cuenta de Twitter. "Su eventual encarcelamiento y eliminación de la competencia electoral profundizará la fractura que atraviesa la sociedad brasileña. Lula es el liderazgo con mayor apoyo popular y espero y confío que las instituciones democráticas de esa gran nación, corrijan estas graves decisiones", escribió.
El apoyo de Lagos no es nuevo. Lo había manifestado también en enero pasado cuando aseguró que en Brasil había una "persecución política" en contra de Lula, y también en 2016, cuando firmó una carta de apoyo al exmandatario, después de que se iniciaran investigaciones en su contra por supuesto lavado de dinero.
Otro exgobernante que sacó la voz a favor de Lula fue el ecuatoriano Rafael Correa, quien envió un "abrazo solidario". "Todos sabemos que su 'crimen' es haber sacado a 38 millones de brasileños de la pobreza, sin someterse a las élites brasileñas. Todo es cuestión de tiempo. El poder popular volverá con la fuerza de un huracán. ¡Resiste!", publicó en Twitter.
Para la también exmandataria argentina Cristina Fernández, "hoy en Brasil algo ha quedado definitivamente claro. Lula va a ganar las próximas elecciones presidenciales y las elites del poder, a las que nunca les interesó ni la justicia ni la democracia, utilizan el aparato judicial para su proscripción".
A la misma hipótesis apuntó Evo Morales. Según escribió en su red social, la condena del Supremo Tribunal Federal busca impedir que Lula vuelva a ser presidente. "La derecha jamás le perdonará haber sacado de la miseria a 30 millones de pobres", dijo.
Lo que varios de esos Presidentes y exmandatarios tienen en común es que parte de sus mandatos coincidieron con el de Lula (2003-2010).
Al mismo tiempo, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó que "duele el alma esta injusticia. La derecha, ante su incapacidad de ganar democráticamente, eligió el camino judicial para amedrentar a las fuerzas populares". José "Pepe" Mujica, por su parte, aseguró que "presentía" cuál sería la resolución del STF.