La Justicia de Estados Unidos ha emitido sendas órdenes de detención contra dos ex altos cargos de los servicios de Inteligencia del Gobierno sirio bajo la Presidencia de Bashar Al Assad, acusados de cometer crímenes de guerra contra civiles detenidos bajo su control, incluidos de nacionalidad estadounidense, durante el transcurso de la guerra civil en el país árabe.
Los acusados son Yamil Hasán, de 72 años, y Abdul Salam Mahmud, de 65, exfuncionarios de Inteligencia de la Fuerza Aérea siria, quienes “conspiraron para identificar intimidar, amenazar, castigar y matar a personas detenidas en la prisión de Mezzeh, en Damasco, sospechosas de ayudar o apoyar a opositores al régimen, como quienes protestaban, proporcionaban ayuda médica o criticaban públicamente al régimen”.
Según se alega, “azotaron, patearon, electrocutaron y quemaron a sus víctimas; las colgaron de las muñecas durante períodos prolongados de tiempo; las amenazaron con violarlas y matarlas; y les dijeron falsamente que sus familiares habían sido asesinados”, ha señalado el fiscal general estadounidense, Merrick Garland, sobre unos hechos que tuvieron lugar, de acuerdo a la acusación, entre enero de 2012 y julio de 2019.
“Los acusados conspiraron presuntamente para crear una atmósfera de terror en Mezzeh, obligando a los detenidos a escuchar los gritos de los presos torturados y a compartir celdas con los cadáveres de otros detenidos. Se les arrancaron las uñas de los pies, se les colgó del techo por las muñecas y se les quemó con ácido (...) Los detenidos también fueron supuestamente privados de comida, agua y atención médica adecuada”, sostiene el escrito.
Los cargos han sido presentados ante el Tribunal del Distrito Norte de Illinois, en el este del país, ha informado el Departamento de Justicia estadounidense. “El régimen de Assad puede haber caído, pero nuestro compromiso con la rendición de cuentas continúa sin disminuir. Por segunda vez en un año, el Departamento de Justicia ha presentado cargos contra aquellos que cometieron crímenes de guerra contra ciudadanos estadounidenses, desplegando una ley federal previamente no utilizada para responsabilizar a individuos que participaron en atrocidades crueles e inhumanas durante conflictos armados”, ha destacado la vicefiscal general, Lisa Monaco.
“Los abusos contra los Derechos Humanos se encuentran entre los crímenes más atroces que investiga la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) y esta acusación histórica conmemora nuestro compromiso con la rendición de cuentas y la justicia”, ha dicho por su parte el agente especial a cargo Douglas DePodesta, de la Oficina de Campo del FBI en Chicago.