La legislatura de México aprobó una polémica revisión del sistema judicial del país, una reforma que ha inquietado a los inversores y ha suscitado fuertes críticas en Estados Unidos.
El Senado aprobó una enmienda constitucional para sustituir a todos los jueces federales del país en una ruidosa sesión que duró hasta más allá de la medianoche. La Cámara Baja del país aprobó el proyecto de ley la semana pasada.
El Senado votó 86-41 a favor del proyecto de ley, que ha preocupado a los inversores y ha suscitado temores de que la medida pueda poner en peligro la independencia de los tribunales de México y poner en peligro el comercio y la inversión con Estados Unidos.
La sesión se interrumpió cuando manifestantes que ondeaban banderas mexicanas entraron a la fuerza en el edificio del Senado, lo que llevó a los senadores a trasladarse a un lugar alternativo que estaba fuertemente custodiado por la policía. Más de 50.000 trabajadores judiciales, así como jueces federales y la Corte Suprema, han estado en huelga para protestar contra la reforma propuesta.
La reestructuración judicial forma parte de una serie de cambios constitucionales que el presidente Andrés Manuel López Obrador está impulsando en el Congreso en su último mes en el cargo, aprovechando la supermayoría que obtuvo el partido gobernante, Morena, en las elecciones generales del 2 de junio.
Claudia Sheinbaum, una protegida de López Obrador que asumirá el cargo el 1 de octubre, ha defendido la reforma diciendo que tiene como objetivo limpiar la corrupción y el nepotismo en el Poder Judicial.
“Los inversionistas nacionales y extranjeros no tienen nada de qué preocuparse”, dijo el lunes. “Por el contrario, deben saber que sus inversiones serán bien atendidas en México”.
El presidente de Morena y futuro secretario de Educación, Mario Delgado, calificó la reforma judicial como “un gran regalo de despedida” para López Obrador, “un gigante en la historia de nuestro país”.
El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara Baja del Congreso la semana pasada, donde Morena tiene la mayoría de dos tercios necesaria para hacer cambios constitucionales. También necesita ser aprobado por 17 de las 32 legislaturas estatales del país, un resultado probable dado que Morena tiene mayoría en 27 de ellas.
Según la reforma, los más de 1.700 jueces federales y magistrados de la Suprema Corte del país serán reemplazados mediante elecciones que se celebrarán en 2025 y 2027.
Es probable que los cambios sean una distracción para Sheinbaum, que ha esbozado un ambicioso programa que incluye la expansión de las pensiones, la atracción de inversión extranjera y la pacificación de franjas del país ahora controladas por poderosos cárteles de la droga.
“Tendremos un sistema judicial desestabilizado”, dijo Ana Laura Magaloni, abogada y académica legal. “Es un problema más para ella, un gasto innecesario”.
Muchos dicen que la reforma podría perjudicar los esfuerzos de México por atraer los miles de millones de dólares en inversiones que necesita para construir la infraestructura necesaria para atraer a las empresas que se trasladan a México para estar cerca de los mercados estadounidenses. La denominada “nearshoring” es un elemento central del plan económico de Sheinbaum. Los críticos dicen que los inversores extranjeros pueden temer que los jueces se vuelvan dependientes de los electores o pongan las consideraciones políticas por delante de la ley.
“La percepción de que no hay un poder judicial independiente limitará las inversiones que se atraerán”, dijo Luis de la Calle, director de una firma de consultoría económica en México y exnegociador comercial. “El gobierno puede perder dos años muy importantes porque esos proyectos tardan mucho en desarrollarse”.
Los cambios judiciales también podrían poner a México en desacuerdo con sus socios en el pacto comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, mientras los tres países se preparan para revisar el tratado en 2026. El reemplazo del poder judicial también podría perturbar los tribunales laborales bajo el pacto y violar las disposiciones que exigen magistrados independientes, según la Cámara de Comercio Americana de México.
Según un análisis de la Corte Suprema de México, los cambios podrían poner en peligro las negociaciones para renovar el acuerdo de libre comercio T-MEC si no se protegen los derechos de los inversores extranjeros.
“Hay tantas cosas que los tres países pueden hacer juntos cuando se revise el tratado en 2026, incluso sobre China o la transición energética. Muchas cosas más productivas que pelearse por esta revisión”, dijo Juan Carlos Baker, quien se desempeñó como subsecretario de Comercio de México durante las negociaciones del acuerdo.
El peso se debilitó un 1% el martes antes de la votación del Senado. La moneda ha perdido un 15% de su valor frente al dólar desde las elecciones.
La mayoría de los inversionistas considera que Sheinbaum es más pragmática que López Obrador, y creen que una vez en el poder, ella se orientará hacia políticas más favorables a las empresas, dijo Ernesto Revilla, economista jefe para América Latina de Citigroup, en un informe.
Pero “en nuestra opinión, el mercado está subestimando el grado en que está comprometida con la agenda de reformas y cuánto cree en los principios detrás de la reforma constitucional”, agregó.
López Obrador ha restado importancia a las preocupaciones sobre una posible reducción de la inversión y señala que el peso sigue siendo más fuerte que cuando asumió el cargo a pesar de sus recientes pérdidas.
Con frecuencia ha dicho que planea retirarse a su casa de campo en el sur de México y que no ejercerá el poder tras bastidores. Pero muchos analistas políticos dicen que creen que López Obrador mantendrá una fuerte influencia sobre el partido Morena.
“López Obrador arrojará una sombra muy grande y de largo plazo sobre el gobierno de Sheinbaum”, dijo Jorge Castañeda, exministro de Relaciones Exteriores mexicano. “Las consecuencias de esta decisión se sentirán durante muchos años”.