Durante décadas, muchos jóvenes italianos han viajado a Reino Unido cada año para aprender inglés y servir en restaurantes dedicados a la gastronomía de su tierra natal. No obstante, con las reglas posteriores al Brexit, impulsadas por el gobierno del primer ministro británico Rishi Sunak, la tradición está ahora alterada, ya que el personal extranjero deberá ganar al menos 38.700 libras esterlinas (frente a las 26.200 anteriores) para obtener una visa de trabajo, provocando una enorme tensión en la industria hostelera, según indica The Daily Mail.
Las nuevas regulaciones del Brexit, que entraron en vigor el pasado 1 de abril, indican que si no se cumple ese salario anual los inmigrantes ya no pueden ser patrocinados por ninguna empresa y, por tanto, es imposible obtener un visado para trabajar. El salario promedio de los camareros en Londres en 2024 será de 28.000 libras esterlinas, de acuerdo con el sitio de contratación Glassdoor.
La nueva norma reducirá significativamente el número de italianos que viven en Londres, según los medios locales del país europeo, perjudicando al personal de los restaurantes de pasta y pizza en Reino Unido. Para muchos de estos recintos, contar con auténticos trabajadores italianos es fundamental. Además, los jefes afirman que los nativos del país romano están mucho más dedicados al trabajo de hostelería que los adolescentes británicos que ocupan su lugar.
Nicola Mewitt, de 35 años, que ha sido gerenta de Padella en Borough High Street durante un año, dijo a The Daily Mail que “el número de solicitudes de personas de Europa en general ha disminuido enormemente. Ya no pueden venir aquí a trabajar. Ha sido difícil encontrar miembros para el equipo. No he podido contratar a ningún italiano desde que trabajo aquí. Ahora todos nuestros camareros son británicos más jóvenes. No parece justo decirlo, pero no son tan buenos como lo eran el personal italiano y español”.
“Todos viven en casa, por lo que realmente no necesitan el dinero ni se preocupan por la hospitalidad. No tienen ninguna pasión por ello”, añadió la gerenta. La semana pasada, la prensa italiana también lamentó el fin de un rito de iniciación profesional para los jóvenes italianos, que ya no podrán obtener visas para trabajar como camareros en Londres. “Un joven italiano con iniciativa, ganas de trabajar y curiosidad podría decir alguna vez: ‘Iré a Londres’”, escribió Antonio Polito en el diario italiano Corriere della Sera.
Plaxy Locatelli, que dirige el restaurante Locanda Locatelli en Marylebone, en el centro de Londres, dijo al diario The Guardian que antes del Brexit nunca habían tenido problemas para encontrar chefs y camareros italianos. Locatelli administra el local con su marido, el chef Giorgio Locatelli, quien fue galardonado con una estrella Michelin, un premio a la excelencia culinaria que se otorga cada año a los mejores restaurantes del planeta.
Sin embargo, en los últimos años Locatelli también ha notado la disminución en la disponibilidad de personal italiano. “Ha sido un desastre absoluto”, dijo. “Hemos estado abiertos durante 22 años y hemos conservado a gran parte del mismo personal durante mucho tiempo. Ahora sienten que no vale la pena estar en Reino Unido y deciden irse después de todo este tiempo”, añadió la mujer.
“Actualmente, en todo Reino Unido hay más de 550.000 italianos inscritos en el Registro de Italianos Residentes en el Extranjero (AIRE), pero teniendo en cuenta también a los no registrados, el número supera 700 mil personas. La edad promedio es de 37 años y alrededor del 30% (al menos 200 mil personas) son menores de 30 años”, explicó el cónsul general italiano en Londres, Domenico Bellantone, al periódico Il Messaggero.
En 2022, a pesar del Brexit, Reino Unido registró un récord en el balance entre entradas y salidas del país con más de 745 mil en un año. Ahora, con el nuevo endurecimiento de las normas, el gobierno británico busca reducir esta cifra en unas 300.000 al año, fomentando la entrada únicamente de “personal cualificado”, explica el diario italiano.
En diciembre pasado, el diario italiano il Fatto Quotidiano señaló que en Londres solo estaban recibiendo a empresarios italianos ya formados, excluyendo al personal de recepción, en beneficio de la economía británica, finalizando así con la era de jóvenes que iban a Londres para aprender inglés trabajando en restaurantes italianos. El periódico también señaló que la política restrictiva de inmigración implementada por el gobierno de Sunak está generando nuevos flujos migratorios a través del Canal de la Mancha.
En el año que finalizó en junio de 2023, 1.180.000 personas llegaron a Reino Unido con la esperanza de quedarse al menos un año, y se estima que 508.000 partieron. Eso significa que la migración neta -la diferencia entre el número de personas que llegan y las que salen- se situó en 672.000. La gran mayoría de los 1.180.000 (968.000) procedían de fuera de la UE. De ellos, el 39% vino a estudiar, el 33% a trabajar y el 9% por motivos humanitarios, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) citados por la BBC.
La nueva regla del Brexit sobre el salario mínimo para poder establecerse en Reino Unido no será la única novedad, ya que también se endurecerán las visas para estudiantes y trabajadores sociosanitarios o trabajadores poco cualificados. Para reunirse con un miembro de la familia en Reino Unido, se requerirá un salario mínimo para obtener un visado.
Este requisito ha aumentado de 18.600 libras a 29.000, y se prevé que alcance las 38.700 libras a principios de 2025. La única otra opción para la reunificación familiar es obtener la ciudadanía británica, lo cual solo es posible después de cinco años consecutivos de trabajo y residencia en el país, además de un año con permiso de residencia indefinido.
Pero hay una posible solución para los italianos, advierte Il Messaggero. Existe una visa especial que permite a los trabajadores menores de 30 años o menores de 35 años permanecer en Reino Unido durante dos años sin patrocinio. Por ahora aplica si la persona inmigrante llega desde Japón, Australia, Canadá, Corea del Sur y Nueva Zelandia. Pero también, de Mónaco, San Marino y Andorra. El acuerdo debería ampliarse entre Reino Unido y la Unión Europea, pero la tensión política post-Brexit lo impide por ahora.