Después de 12 años como canciller, Angela Merkel sufre en inevitable desgaste del poder. La decisión de abrir las fronteras de Alemania a los refugiados sirios en 2015 abrió una brecha en la sociedad, e incluso dentro de su propio partido, que ayuda a explicar su mal resultado en los comicios del pasado 24 de septiembre. De hecho, fue el peor resultado de su historia. Con un 32,9% de los votos, la popularidad de la canciller disminuyó notablemente. En una encuesta de la televisión pública alemana ARD, actualmente el 53% considera "buena idea" que Merkel repita como canciller por cuarto año consecutivo. Sin embargo, este porcentaje rondaba el 60% en octubre. Por ello, ya se empieza a hablar del fin de la "era Merkel". Así pues, ¿quién puede ocupar el sitio de la canciller alemana?
Durante años se asumió que la canciller trataría de entregar las riendas de su liderazgo a Ursula Von der Leyen, ministra de Defensa durante su tercer mandato. Sin embargo, últimamente se ha puesto otro nombre encima de la mesa: la gobernadora de Sarre, Annegret Kramp-Karrenbauer.
Sarre es uno de los estados más pequeños de Alemania, con una población de poco más de un millón de habitantes. Esta región tiene fama de ser un ejemplo en el país en lo que respecta a política migratoria. Cuando Merkel anunció la medida de abrir las puertas a los refugiados, y en medio de todas las críticas que arreciaban en su contra, Kramp-Karrenbauer defendió a la canciller. Quizás por ello se entiende que hoy en día sea una de sus principales confidentes. También cabe destacar que en los comicios regionales del año pasado la CDU liderada por Kramp-Karrenbauer, más conocida como AKK en Alemania, obtuvo muy buenos resultados. Aunque los sondeos apuntaban a un resultado ajustado, la CDU se impuso con claridad con más del 40% de los votos, reforzando así la posición del partido que gobierna en Sarre desde hace 18 años.
¿Quién es AKK?
En Alemania se la conoce como la "Merkel del Sarre" o la "Mini Merkel", por la confianza que recibe de la canciller. Annegret Kramp-Karrenbauer, de 55 años, está al frente del Sarre desde 2011. Es la líder de una gran coalición con el SPD, ya que fue la única forma de mantener su cargo como ministra-presidenta. Y son muchas las comparaciones con el gobierno federal que se encuentra en la misma encrucijada. Dentro de la CDU está considerada una mujer progresista, pragmática y poco ideologizada. Podría decirse que es como Merkel, pero católica en lugar de protestante.
Según la revista alemana Der Spiegel, Merkel sabe muy bien que la última fase de su carrera política ha comenzado, especialmente ahora que incluso los miembros de su propio partido están mirando hacia el futuro sin ella. "Cuando llegue el momento de formar un gobierno, las personas que tienen perspectivas en la era posterior a Angela Merkel deben incluirse", exigió Daniel Günther, el gobernador de la CDU de Schleswig-Holstein. Y él no es el único en la CDU que comparte esa opinión. También fuentes cercanas a Merkel explicaron a Der Spiegel que la canciller no está "completamente cómoda" con su decisión de postularse para un cuarto período.
Por su parte, Merkel desea poner en marcha la transición pero sólo en sus propios términos. La canciller quiere asegurarse de que su sucesor o sucesora preserve su legado político. Aunque los cancilleres no tienen el poder de determinar quien será su sucesor, sí pueden dar apoyo a su favorito. Por ello, Kramp-Karrenbauer se presenta como la próxima esperanza de la CDU.
Sobre dicha transición, Merkel parece haber iniciado su proyecto. Durante las conversaciones preliminares de la coalición con los socialdemócratas, a Kramp-Karrenbauer se le dio un papel clave. Se convirtió en la única política de la CDU en negociar con dos grupos de trabajo diferentes, el de política familiar y política laboral.
Sin embargo, ya han caído algunas críticas sobre la "Mini Merkel", porque carece de experiencia a nivel nacional y tampoco tiene un puesto en Berlín para mejorar su perfil. Fuentes de la CDU dijeron a Der Spiegel que "si Kramp-Karrenbauer quiere venir a Berlín, hay un lugar en el gabinete para ella". Ahora bien, la interrogante es si ella quiere ir y aceptar esta responsabilidad. Aún no se ha pronunciado.