Algo que se ve “una vez por generación”: así llamó el Servicio Nacional Meteorológico a las condiciones climáticas que se vienen para este fin de semana de Navidad en Estados Unidos. A pesar del habitual frío invernal, este año las temperaturas bajarán de manera histórica en todo el territorio continental del país.
Cerca de 200 millones de personas en 48 estados (excluyendo Alaska y Hawai) están bajo alerta de condiciones climáticas extremas, debido a la masa de aire gélido que baja desde las llanuras del norte y que provocará una caída radical de las temperaturas en el país.
Se espera que el 80% del territorio de Estados Unidos sufra de temperaturas por debajo de los cero grados Celsius. La “Tormenta Invernal Elliot” debería provocar así la Navidad más fría en el centro del país desde los años 80.
El peor de los fríos se vivirá en los estados más al norte del país, en los que se espera que el termómetro llegue incluso a los 50 grados bajo cero: algo inaudito en estados como Montana, Dakota del Norte y Minnesota. Con tales temperaturas, indican los meteorólogos y expertos, la congelación de piel expuesta puede ocurrir en menos de 10 minutos, e incluso en cinco en los lugares más gélidos.
La nieve ya empezó a caer en el “Midwest” o Medio Oeste y, según indican las predicciones, su caída solo se va a intensificar en los siguientes días. En Wyoming, la caída de la temperatura fue considerablemente abrupta: bajó 40 grados en tan solo media hora.
“Además de las temperaturas brutalmente frías, son posibles valores peligrosos de sensación térmica de 35 a 55 grados bajo cero hasta el final de la semana en estas zonas”, aseguró el lunes el Centro de Predicción Meteorológica.
El problema más serio, sin embargo, vendría este viernes 23, día en el que se espera que la tormenta pase a ser una “bomba ciclónica”, o sea, se intensifique rápidamente y alcance la presión equivalente a un huracán de categoría 3. “Este es un caso en el que los totales de nieve pueden no contar toda la historia. Incluso pequeñas cantidades de nieve, cuando se combinan con ráfagas de viento muy fuertes y temperaturas en picada, pueden causar poca visibilidad y manchas resbaladizas en las carreteras. La llegada repentina de estas condiciones puede aumentar el peligro”, señaló el Servicio Meteorológico de Chicago a CNN.
Los gobernadores de Kentucky y Carolina del Norte declararon estado de emergencia, y se espera que la nieve y los congelamientos de caminos impidan los viajes este fin de semana. Según la Asociación Estadounidense del Automóvil, se estimaba que cerca de 112 millones de personas viajarán más de 80 kilómetros entre este viernes y el 2 de enero, siendo la mayoría de estos viajeros, 102 millones, automovilistas.
Cientos de vuelos entre Denver y Chicago ya fueron cancelados, luego de que la ciudad de Colorado despertase con una temperatura de 26 grados bajo cero. Casi 5.000 vuelos, incluyendo los internacionales, fueron cancelados o salieron atrasados a lo largo y ancho del país.
El frío llegará también a Miami, donde hasta el momento la temperatura se mantenía alta: de hecho, el de 2022 fue el segundo noviembre más caluroso desde que hay registro, y se supone que diciembre iba en el mismo camino. Sin embargo, con la bomba ciclónica y el clima ártico acercándose, se espera que esta Navidad tanto Miami Dade como Broward entren al podio de las 10 más frías de la historia registrada.
No serán, de todos modos, climas tan extremos como en el norte: se esperan mínimas de entre 8 y 6 grados, pero que durante el día llegarán a los 15 grados. De todos modos, es un fenómeno extraño: el promedio de temperatura para diciembre en Miami es de 24 grados como máximo y 19 grados de mínimo.
En Dallas, Texas, el problema podría no limitarse al inusual frío. Se espera que la ciudad enfrente temperaturas bajo cero, siendo una zona que no está preparada para tales registros. Un antecedente de esto ocurrió entre enero y febrero, cuando una ola polar llegó a Dallas y provocó el colapso del sistema eléctrico.
Rocky Vaz, director de Manejo de Emergencias de Dallas, indicó que aun si las temperaturas bajan mucho, no se espera que las consecuencias que tengan sean tan trágicas como las de febrero de 2021, cuando 256 personas murieron en el estado y miles quedaron a oscuras. ”Lo que sabemos en este momento es que no va a haber precipitaciones. Así que no estamos muy preocupados por eso”, señaló Vaz.
La tormenta pondrá a prueba las nuevas medidas de preparación para el invierno de la red eléctrica de Texas. De momento, los funcionarios del Consejo de Seguridad Eléctrica del Consejo Estatal se muestran confiados.