El miércoles, las fuerzas rusas lograron avances graduales en su ofensiva en la región del Donbás, en el este de Ucrania, mientras las naciones occidentales entregaban más armas a las Fuerzas Armadas ucranianas.
En la ciudad portuaria del Donbás, Mariupol, sitiada por las fuerzas rusas desde finales de febrero, los defensores ucranianos restantes advirtieron que el tiempo se estaba acabando y pidieron ser evacuados a un tercer país, junto con los heridos y los civiles que se refugian en la zona cada vez más reducida bajo control ucraniano. Rusia ha insistido en una rendición incondicional y ha seguido golpeando a las fuerzas ucranianas, que en su mayoría están escondidas en la extensa planta siderúrgica Azovstal, con artillería y ataques aéreos.
El Estado Mayor de Ucrania dijo en sus sesiones informativas del miércoles que las fuerzas rusas habían intentado atacar la parte del Donbás controlada por Ucrania desde el norte y el noroeste, con bombardeos de artillería seguidos de sondeos de puntos débiles en las defensas ucranianas a lo largo de la línea del frente.
Después de apoderarse de la ciudad de Kreminna durante el fin de semana y avanzar hacia las aldeas de Torske y Zelena Dolyna, las fuerzas rusas se están reagrupando antes de un nuevo impulso hacia la ciudad de Lyman, al noreste de Slovyansk, una de las principales ciudades del Donbás, controlada por Ucrania, agregó el Ejército ucraniano. Las fuerzas rusas también ingresaron a la aldea de Dibrovne, al norte de Slovyansk, dijo el Ejército.
Ucrania está reforzando sus unidades en el área mientras también intenta contraatacar al sureste de la ciudad de Kharkiv, en un esfuerzo por interrumpir las líneas de suministro rusas y cortar las fuerzas que se concentraron para el ataque principal de la ofensiva en la ciudad de Izyum. Las fuerzas ucranianas también destruyeron una presa en el río Oskol, lo que provocó inundaciones en el área y tornó intransitables las carreteras y los campos para los blindados rusos, una táctica que los defensores ucranianos desplegaron con éxito al noroeste de la capital, Kiev, en marzo.
Días antes de iniciar la guerra el 24 de febrero, el Presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció la independencia de las llamadas repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, los dos pequeños Estados que se construyeron con ayuda rusa en aproximadamente un tercio del Donbás en 2014. Moscú considera la totalidad del Donbás como territorio de estas repúblicas y, después de no poder apoderarse de Kiev en la primera fase de la guerra, ha proclamado la “liberación” del Donbás como su objetivo clave.
Ucrania respaldó el miércoles un llamado de las Naciones Unidas para un alto el fuego humanitario durante la Pascua ortodoxa el próximo fin de semana, diciendo que podría facilitar la evacuación de civiles de Mariupol y otras ciudades.
Si bien las fuerzas rusas se retiraron de las regiones del norte de Kiev, Chernihiv y Sumy, después de sufrir graves pérdidas, continuaron ocupando la mayor parte de las regiones del sur de Ucrania de Kherson y Zaporiyia, así como una gran parte de la región de Kharkiv. La guerra ha desplazado a 12 millones de personas, o casi un tercio de la población del país antes de la guerra, según la ONU.
Kharkiv, la segunda ciudad más poblada de Ucrania antes de que comenzara la guerra, está sujeta a bombardeos de artillería diarios que han reducido a escombros muchos barrios. “El agresor está tratando de asustarnos, de quebrantar nuestro espíritu, pero fracasará”, dijo el miércoles el alcalde de Kharkiv, Ihor Terekhov, y agregó que los ataques rusos destruyeron 1.929 rascacielos en la ciudad. “Los bombardeos son cada día más generalizados y más crueles”.
Los funcionarios ucranianos advierten que apoderarse del Donbás es solo un objetivo intermedio para Putin, y que su objetivo de guerra inicial, destruir a Ucrania como Estado independiente, no ha cambiado. Si Moscú logra rodear y destruir las mejores unidades de Ucrania en el Donbás, podría seguir adelante e intentar tomar Kiev una vez más, dicen.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el miércoles que Rusia había entregado a Ucrania un borrador de un documento con los términos de Moscú para un acuerdo de paz, el último avance en negociaciones hasta ahora infructuosas que comenzaron en febrero.
“La pelota está en su campo, estamos esperando una respuesta”, malifestó Peskov a los periodistas, sin ofrecer detalles.
El Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo a los periodistas después de reunirse el miércoles con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que no ha recibido la propuesta rusa.
Las conversaciones se han estancado en las últimas semanas, con ambas partes esperando el resultado de la batalla que se desarrolla por el Donbás. Si bien se han logrado avances en el intercambio de las aspiraciones de Ucrania de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por garantías de seguridad internacional, Ucrania se resiste a las demandas rusas de reconocer la separación de Crimea y Donbás del país, o desmilitarizarlas, dicen los negociadores.
En una señal de que Rusia continúa sufriendo grandes pérdidas en Ucrania, incluso entre sus oficiales superiores, los medios rusos informaron el miércoles de la muerte en combate del coronel Mikhail Nagamov, comandante del regimiento de ingenieros y zapadores del distrito militar occidental. Mientras tanto, Meduza, una publicación rusa independiente, dijo que 37 marineros murieron y un número desconocido estaba desaparecido como resultado del hundimiento la semana pasada del crucero de misiles Moskva, el buque insignia de la Flota Rusa del Mar Negro. Rusia ha dicho que evacuó a toda la tripulación, aunque varias familias de marineros reclutados dijeron a los medios rusos que sus hijos habían muerto en el ataque.
En Mariupol, el vicecomandante del regimiento Azov, que lidera la resistencia allí, el capitán Svyatoslav Palomar, dijo en un mensaje de video el miércoles que las tropas ucranianas están listas para abandonar la ciudad con las armas, llevándose consigo a sus heridos y muertos, si su seguridad estuviera garantizada por un tercero. Dijo que los principales negociadores ucranianos estaban dispuestos a ir a Mariupol para reunirse con sus homólogos rusos para llegar a un acuerdo de este tipo. Las fuerzas ucranianas en Mariupol no se rendirán a Rusia, agregó.
Paralelamente a la lucha por el Donbás, las fuerzas ucranianas y rusas están librando batallas en la región sur de Kherson, la mayor parte de la cual está ocupada por Moscú. Funcionarios ucranianos dicen que las autoridades de ocupación allí planean el próximo mes llevar a cabo un referéndum falso sobre la creación de una “república popular de Kherson” nominalmente independiente, similar a los estados prorrusos en Donetsk y Luhansk.
El miércoles, un pistolero desconocido en Kherson asesinó a uno de los pocos activistas prorrusos destacados allí, Valeriy Kuleshov. Anton Gerashchenko, asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, escribió en las redes sociales que Kuleshov era colaborador de las fuerzas rusas y candidato para convertirse en jefe de policía de Kherson bajo la autoridad rusa.
En la batalla que se desarrolla por el Donbás, Ucrania posee una fracción de la artillería y los blindados que Rusia ha desplegado en la línea del frente. Moscú también tiene una ventaja abrumadora en la aviación, utilizando aviones de combate, helicópteros de combate y drones armados. Está disparando docenas de misiles de crucero diariamente a objetivos en el Donbás y en todo el país, y las débiles defensas aéreas de Ucrania solo pueden derribar un puñado.
El gobierno de Ucrania ha estado pidiendo a sus socios occidentales durante meses que le suministren más armas pesadas, en particular artillería de largo alcance, tanques, sistemas de defensa aérea de área amplia y aeronaves. EE.UU. y algunos aliados recién ahora están comenzando a responder a estas solicitudes, pasando de la política anterior de proporcionar principalmente armas portátiles de corto alcance, como misiles antitanque Javelin y NLAW y misiles antiaéreos Stinger.
“Si hubiéramos obtenido en la primera semana de la guerra lo que estamos recibiendo hoy, habría sido mucho más útil para Ucrania y la causa de la libertad en Europa”, dijo Zelensky en su discurso del martes por la noche. “Y si obtenemos ahora lo que algunos de nuestros socios planean transferir a Ucrania en las próximas semanas, ayudaría a salvar la vida de miles y miles de personas”.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, dijo el martes que entre ocho y 10 aviones cargados de armas para Ucrania aterrizan diariamente en sitios de transbordo en Europa, desde donde el equipo se lleva a Ucrania por carretera. Los vuelos militares estadounidenses frecuentes están aterrizando en el aeropuerto de la ciudad polaca de Rzeszow, en particular, según los sitios web de seguimiento de vuelos. Si bien Rusia protestó por estas entregas de armas y prometió interrumpirlas, no ha habido evidencia de que pueda hacerlo, dijo Kirby.
El gobierno de Joe Biden dijo el martes que está considerando enviar otros US$ 800 millones en ayuda militar a Ucrania para impulsar las defensas del país contra Rusia, aunque no dio detalles sobre lo que podría incluirse. La nueva ayuda llegaría una semana después de que el Presidente Biden autorizara un paquete de armas de US$ 800 millones para Kiev, que incluía por primera vez artillería pesada: 18 cañones de obuses. A diferencia de las piezas de artillería de modelo soviético en el arsenal ucraniano, esas armas usan munición de 155 mm, que está mucho más disponible en Occidente.
Kirby dijo que estos obuses, así como 40.000 rondas de municiones, estarían en Ucrania en unos días. Si bien EE.UU. no ha especificado qué tipo de rondas proporcionará, los obuses pueden disparar municiones guiadas con precisión que podrían mejorar en gran medida las capacidades de Ucrania.
Los líderes de Canadá y Reino Unido también se comprometieron a suministrar más artillería a Ucrania. “Esto se convertirá en un conflicto de artillería, necesitan apoyo con más artillería, eso es lo que les daremos”, dijo el primer ministro británico, Boris Johnson.