El secretario general adjunto de la Oficina de Naciones Unidas Contra el Terrorismo (UNOCT), Vladimir Voronkov, ha resaltado este viernes que a pesar de la pérdida de sus territorios en Siria e Irak y la muerte en octubre de su líder, Abú Bakr al Baghdadi, Estado Islámico "sigue en el centro de la amenaza terrorista transnacional".
Voronkov, que ha pedido a la comunidad internacional que permanezca unida en la lucha contra el grupo yihadista, ha destacado que "Estado Islámico ha seguido buscando resurgir y una relevancia global online y offline, aspirando a restablecer su capacidad para llevar a cabo operaciones internacionales complejas".
"Las filiales regionales de Estado Islámico siguen persiguiendo una estrategia de afianzamiento en las zonas en conflicto explotando las disputas locales", ha señalado, en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Así, ha apuntado que se calcula que alrededor de 27.000 combatientes del grupo siguen con vida en Irak y Siria y seguirán suponiendo una amenaza a corto y largo plazo.
Voronkov ha alertado además del incremento de las operaciones de reclutamiento y atentados por parte de Estado Islámico y Al Qaeda en África, incluidas las filiales Estado Islámico en África Occidental (ISWA) y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).
En el caso de Asia central, el jefe de la UNOCT ha apuntado que, pese al varapalo que sufrió la rama de Estado Islámico en Afganistán en 2019, el grupo sigue activo.
Por ello, Voronkov ha incidido en que la principal preocupación en este momento es la situación de más de 100.000 personas vinculadas con el grupo yihadista, principalmente mujeres y niños, que se encuentran en campamentos de desplazados.
De esta forma, ha defendido que "la mejor solución es poner a los niños fuera de peligro y trasladarlos de vuelta a sus países de origen, junto al resto de sus familias, lo antes posible".
"En un momento de aumento de divisiones entre los estados miembro, no podemos permitirnos poner en peligro la lucha global contra el terrorismo", ha advertido, antes de pedir una mayor unidad en el seno de la comunidad internacional ante esta amenaza.
Por su parte, Michele Coninsx, directora ejecutiva del organismo, ha recordado que "Estado Islámico ha destruido comunidades enteras, ha desarraigado a familias y ha lavado el cerebro a miles de personas difundiendo su ideología tóxica y equivocada".
"La comunidad internacional tiene hoy una oportunidad para juzgar a los responsables, rehabilitar a las víctimas y facilitar la reconstrucción y el desarrollo comunitario en zonas destruidas por la violencia de Estado Islámico", ha argüido.
Coninsx ha hecho hincapié en que "la repatriación de mujeres y niños acelerará este proceso y los juicios contra combatientes de Estado Islámico y sus afiliados, según el Derecho Internacional, ayudará a las víctimas a pasar página".
"Este es uno de los desafíos clave en materia antiterrorista de nuestro tiempo. La inacción ahora sólo hará que los esfuerzos antiterroristas sean más duros en el futuro", ha zanjado.