Naciones Unidas ha lamentado que el Gobierno de Israel haya declarado que rechaza la resolución del Consejo de Seguridad sobre pausas humanitarias y corredores en la Franja de Gaza para permitir la entrada de ayuda al enclave palestino.
“Lamentamos las declaraciones que hemos visto del Gobierno de Israel sobre la resolución. Pienso, como todos sabéis, que fue bastante doloroso para el Consejo llegar al punto de aprobar la resolución”, ha declarado el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, en una rueda de prensa en la que ha hecho referencia a otros cuatro intentos de distintos países para ponerse de acuerdo.
Asimismo, ha manifestado que el secretario general, António Guterres, “está muy preocupado por la espiral de situación humanitaria que estamos viendo”, por lo que ha reiterado la necesidad de un mayor acceso a la ayuda humanitaria, la protección de civiles, el respeto al Derecho Internacional y abogando por un alto el fuego.
“Estamos preocupados. Ningún lugar es seguro en Gaza. No entendemos a dónde se supone que deben de ir estas personas”, ha afirmado Dujarric al ser preguntado sobre las órdenes de evacuación del Ejército israelí a residentes de varias ciudades gazatíes hacia el sur del territorio, que también está siendo bombardeado.
El organismo dio este miércoles ‘luz verde’ a un texto presentado por Malta con el apoyo de doce países y la abstención de tres: Estados Unidos, Reino Unido y Rusia. El documento no hace uso del término ‘alto el fuego’ ni hace referencia a Israel, aunque sí nombra a la milicia palestina Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), a la que pide liberar de forma segura a todos los rehenes.
Tanto la Autoridad Palestina como Hamas han criticado que las autoridades israelíes se hayan negado a acatar la resolución. El representante palestino ante la ONU, Riad Mansour, cuestionó el alcance del organismo ante la negativa de Israel, mientras que el líder del brazo político de la milicia palestina, Ismail Haniye, ha redoblado la condena por “los crímenes de guerra y la limpieza étnica” llevados a cabo tanto en Gaza como en Cisjordania.
Hamás lanzó el pasado 7 de octubre una ofensiva sin precedentes que dejó un balance de casi 1.200 muertos y 240 rehenes. Israel inició poco después una contraofensiva contra las estructuras de la milicia palestina en Gaza que salda ya con más de 11.500 muertos, a lo que se suman más de 190 muertos en Cisjordania por enfrentamientos en operaciones israelíes, manifestaciones de solidaridad con la Franja y ataques de colonos.