“El mundo entero mira” la represión en Myanmar, advirtió este viernes la ONU, pidiendo sanciones que castiguen directamente a los responsables del golpe militar y no hundan a la población en la miseria.

En una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos (CDH) consagrada a Birmania, Nada Al Nashif, adjunta a la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, indicó que la ONU “sigue de cerca la situación de más de 350 responsables políticos, representantes del Estado, activistas y miembros de la sociedad civil como periodistas, monjes y estudiantes, que están detenidos”.

El mundo entero mira”, dijo la responsable, dirigiéndose a los militares en el poder desde el golpe de Estado del 1 febrero y considerando “inaceptable” el uso de la fuerza contra los manifestantes.

Al Nashif lamentó también “las medidas draconianas tomadas para impedir las reuniones pacíficas y limitar la libertad de expresión”, así como el despliegue policial y militar en las calles.

El embajador birmano en la ONU, Myint Thu, justificó por su parte la acción del ejército vistas “las irregularidades postelectorales”.

“Birmania se enfrenta a desafíos extremadamente complejos y a una transición delicada (...) Esperamos con impaciencia que haya una mejor comprensión de la situación que prevalece en el país, así como una cooperación constructiva por parte de la comunidad internacional”, dijo.

Rusia y China, apoyos tradicionales del ejército birmano, aportaron sin sorpresa su aval a Birmania. Sus embajadores en la ONU, Gennady Gatilov y Chen Xu, aseguraron que se trata de un “asunto interno” que necesita un “diálogo” entre las partes interesadas.

Las acciones del CDH tienen que contribuir a resolver los problemas clave, más que agravar los conflictos y complicar la situación”, insistió Chen.

La junta cuestiona las elecciones legislativas de noviembre, ganadas por abrumadora mayoría por la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Aung San Suu Kyi.

Empresas internacionales

Nada Al Nashif pidió a la comunidad internacional que las sanciones que se tomen sean “selectivas”. “Los autores de este golpe son el objetivo apropiado de estas medidas”, dijo.

Es muy importante que no se cause ningún perjuicio a las personas más vulnerables del país y que la lucha contra la pandemia pueda seguir adelante, así como la ayuda humanitaria en las zonas de conflicto”, insistió.

El relator especial de la ONU para Birmania, el estadounidense Thomas Andrews, también instó a la comunidad internacional a imponer sanciones selectivas y embargos sobre las armas.

El enviado pidió que la ayuda humanitaria se destine directamente a la sociedad civil “en lugar de pasar por la junta” y urgió a las empresas internacionales a no trabajar más con los militares.

Tras los debates en el Consejo, los países se pronunciarán sobre un proyecto de resolución, propuesto por la Unión Europea (UE) y Reino Unido, condenando el golpe y pidiendo la liberación de la exjefa de facto del gobierno, Aung San Suu Kyi, y el retorno de un gobierno civil.

Los derechos humanos tienen que ser respetados. Se debe evitar la violencia”, declaró el embajador portugués Rui Macieira, en nombre de la UE.

El proyecto de resolución también pide al relator especial de la ONU que evalúe la situación en el terreno, algo poco probable porque Birmania, que coopera poco con Naciones Unidas, no parece muy dispuesta a aceptar su visita.

Pedimos a la autoridades militares que concedan al Alto Comisionado y al relator especial (...) un acceso ilimitado e inmediato” a Birmania, pidió Nada Al Nashif, ante el Consejo.