Los líderes de los 29 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunieron este martes en Londres, la ciudad que la vio nacer, para celebrar su 70 aniversario, aunque en esta oportunidad salieron a la luz profundas divisiones y tensiones internas.
Fue el Presidente francés, Emmanuel Macron, quien protagonizó la primera controversia. Esto, porque reafirmó su polémico análisis sobre que la OTAN se encuentra de "muerte cerebral", pese a las duras críticas de aliados como el Estados Unidos de Donald Trump. "Mi afirmación provocó la reacción de mucha gente", pero "mantengo" esas palabras, dijo Macron en un encuentro con Trump, que horas antes había calificado esos dichos de "desagradables", además de considerarlos un "insulto" para los aliados.
Pero el foco no solo estuvo puesto en Francia, sino que también en la tensión entre la Alianza y Turquía, ya que el Presidente Recep Tayyip Erdogan advirtió que rechazará los planes aliados de defensa de los Países Bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) y Polonia en caso de una posible amenaza rusa si la organización no reconoce como terroristas a los enemigos de Ankara en alusión a las milicias kurdas YPG, que operan en el norte de Siria.
A esta advertencia se sumó que algunos miembros de la OTAN condenaron la ofensiva turca en el noreste de Siria, que se inició el 9 de octubre pasado y también la compra hecha por Ankara del sistema antimisiles ruso S-400.
Se esperaba que otro de los temas en la agenda de discusión fuera la creciente injerencia de Rusia, el auge militar de China y el control de armas. En conversación con La Tercera la analista de defensa de RAND Corporation, Marta Kepe, señaló que "se puede decir que la OTAN carece de un documento estratégico actual. Sin embargo, la Alianza ha sido extraordinariamente rápida al responder con los recientes cambios relativos al desafío de seguridad ambiental y al tranquilizar a los miembros de la región del Mar Báltico con garantías para su seguridad. Así, la OTAN puede ser elogiada por su habilidad para adaptarse a los cambios en el ambiente estratégico y considerando las necesidades de sus Estados miembro".
Se espera que la jornada de este miércoles culmine con un documento para recordar los éxitos de la OTAN. Se prevé también que Trump aumente la presión de nuevo sobre los aliados que no gastan lo suficiente. El mandatario de EE.UU., primera potencia de la OTAN y cuyo gasto militar se situó en 3,3% del PIB en 2018, alabó, eso sí, los esfuerzos de los aliados para aumentar el gasto militar. Pero, en su opinión, todavía quedan "muchos morosos". Según datos de la Alianza, sólo nueve de sus 29 miembros alcanzarían este año el 2% del PIB en gasto militar, que prometieron cumplir para 2024.
El mandatario estadounidense puso como ejemplo el caso de la primera economía europea, Alemania, que alcanzaría el 1,38% del PIB en 2019 y de aquellos con menos gasto, en referencia a Luxemburgo (0,56%) y España (0,92%).
"El principal desafío que enfrenta la OTAN es encontrar una nueva fuerza para la cohesión y la unidad de la Alianza en momentos de turbulencia política. También debe asegurar que cualquier decisión constructiva que se tome sobre el futuro no quede disminuida por los desacuerdos políticos entre algunos de los estados miembros", concluyó Kepe.