El libro estaba resguardado bajo cinco llaves, bajo el más estricto hermetismo. Pero el medio británico The Guardian logró acceder a sus páginas el miércoles por la noche, adelantando parte del contenido de Spare (”repuesto” en español), autobiografía del príncipe Harry, el polémico miembro de la Familia Real británica.
“Para Meg, Archie y Lili... y, por supuesto, mi madre”, reza la dedicatoria del libro traducido en su edición en español como En la sombra, idea que cruza de principio a fin el texto del hijo del Rey Carlos III y la fallecida princesa Diana. El resentimiento por ser el “repuesto” del heredero al trono, su hermano Guillermo, queda patente en las primeras páginas, donde Harry cuenta la historia de las supuestas primeras palabras de su padre cuando nacía su segundo hijo.
“¡Maravilloso! Ahora me has dado un heredero y un repuesto: mi trabajo está hecho”, habría dicho el entonces príncipe Carlos a Diana, su esposa, el día en que Harry nacía. Según The Guardian, el título se inspira en un viejo dicho de los círculos reales y aristocráticos, donde el primer hijo hereda títulos, poder y fortuna, mientras que el segundo es, por tanto, el spare, o el reemplazo. Siempre dispuesto en caso de que algo le ocurriese al primogénito.
Desde el consumo de drogas por parte del príncipe hasta el número de talibanes que mató durante su segundo periodo de servicio en Afganistán, en 2012, son parte del libro de 400 páginas que saldrá a la venta el 10 de enero, y que narra los momentos más dramáticos de la vida del duque de Sussex, así como su relación con la Familia Real británica.
El enfrentamiento con Guillermo
Corría el año 2018, en la víspera del matrimonio entre el príncipe Harry y la actriz estadounidense Meghan Markle, y las cosas entre los hermanos no pintaban bien. Una serie de discusiones generaron una vorágine que culminó con ambos al borde de los puños, y todo inició con los preparativos de la importante boda.
Fue durante una prueba de vestido de dama de honor para Carlota, la actual princesa de Gales e hija de Guillermo, donde Kate Middleton, su esposa, habría terminado llorando, detallaron los informes de la época.
Para limar asperezas, las dos parejas se reunieron en junio del mismo año, un mes después del matrimonio. Querían “relajar la atmósfera”, detalló el diario Daily Mail. Pero la ocasión generó todo lo contrario.
Según el libro de Harry, su esposa habría dicho que Kate tenía “cerebro de bebé debido a sus hormonas”, en referencia al reciente nacimiento de Luis, el tercer hijo de la pareja heredera en abril de 2018. No cayó bien el comentario. Guillermo llamó a Meghan “grosera” a la cara y “la señaló con el dedo”. “Estas cosas no se hacen aquí”, habría dicho el hermano mayor, a lo que la exactriz norteamericana respondió: “Si no te importa, mantén tu dedo fuera de mi cara”.
Un año más adelante, en 2019, Guillermo llegó al lugar en el que en ese entonces su hermano menor vivía, en Nottingham Cottage, Londres. Según The Guardian, quien tuvo acceso al libro de forma anticipada debido a una filtración, Guillermo fue a encontrarse con Harry para hablar de “toda la catástrofe” que había alrededor de su relación, para lo cual se juntaron en privado.
Calificando a Meghan nuevamente como “difícil”, “grosera” y “abrasiva”, la discusión rápidamente creció en intensidad, con Harry atacándolo de vuelta al asegurar que era un “loro (por repetir) la narrativa de la prensa” sobre su esposa. Recriminándose mutuamente por actuar como “heredero”, decía Harry, y no “conformarse a ser el reemplazo”, contraatacaba Guillermo, la conversación se iba de las manos.
Según el segundo hijo de Diana, Guillermo aseguró que quería ayudarlo. “¿Hablas en serio? ¿Ayudarme? Perdona, ¿así es como llamas a esto? ¿Ayudarme?”, replicó Harry, lo que enfureció al primogénito de Carlos. “Willy (manera en que llama a su hermano mayor), no puedo hablar contigo cuando estás así”, le dijo tras entregarle un vaso.
“Dejó el agua, me insultó y se abalanzó sobre mí. Todo fue muy rápido. Muy rápido. Me agarró por el cuello, arrancándome el collar, y me tiró al suelo. Aterricé sobre el plato del perro, que se rompió bajo mi espalda, los trozos cortándome. Me quedé tumbado un momento, aturdido, luego me puse en pie y le dije que se largara”, escribió Harry.
Tras instarlo a devolver el golpe, Guillermo se fue de la habitación y luego volvió “con cara de arrepentimiento y se disculpó”. Nuevamente se marchó, y de nuevo “se volvió y replicó: ‘No hace falta que le cuentes esto a Meg’”. Cuando su esposa notó “rasguños y moretones” en su espalda, le contó lo ocurrido. “No estaba tan sorprendida, y no estaba tan enojada”, anotó. “Estaba terriblemente triste”.
En el libro, trata a Guillermo como “su querido hermano y su archienemigo”. En el teaser de una entrevista con Good Morning America le consultaron por esa frase, a lo que respondió que “siempre ha habido esta competencia entre nosotros, extrañamente. Creo que en realidad juega con lo de ‘heredero/reemplazante’”.
Un pésimo disfraz
En 2005, una portada del diario sensacionalista The Sun llegaba a todas las esquinas del mundo. “Harry, el nazi”, titulaba el tabloide británico, en el que se veía a un joven príncipe vestido de blanco, con una esvástica nazi en el brazo izquierdo.
Según el sitio Page Six, que accedió al libro en una pequeña ventana de tiempo en que se vendió en España luego de la filtración de The Guardian, Harry asegura en un pasaje que tuvo que elegir entre dos trajes: un uniforme de piloto de avión o un uniforme nazi.
En aquel momento, el joven tenía 20 años, y tanto él como su hermano asistirían a la fiesta temática “nativa y colonial” organizada por el medallista olímpico ecuestre Richard Meade.
Para decidirse, recurrió a su hermano y a su pareja, cuenta por primera vez en el libro. “Llamé a Willy y a Kate y les pregunté qué pensaban. Uniforme nazi, dijeron”. Los dos se rieron a carcajadas cuando lo vieron llegar a la fiesta vestido así. “Los dos aullaron. ¡Peor que el traje de leotardos de Willy! Mucho más ridículo. Lo cual, de nuevo, era la cuestión”, narra el príncipe.
Soldado británico
En Spare, el príncipe Harry también reveló una cifra que nunca había liberado, pese al posible aumento de los temores por su seguridad personal. Su nombre ya es objetivo de terroristas debido a su condición real y sus vínculos al interior de las Fuerzas Armadas británicas, aseguró el Daily Mail.
Como parte del Ejército, el soldado Harry habría matado a 25 combatientes talibanes durante su segundo período de servicio en Afganistán, en 2012. Conocido como “Capitán Gales”, el miembro de la Familia Real británica aseguró en su libro que no consideraba a los muertos como “personas”, sino que los veía como “piezas de ajedrez” que había logrado sacar exitosamente del tablero.
En la primera vez que revela la cantidad de personas que asesinó como miembro de las Fuerzas Armadas británicas, Harry dijo que “me pareció esencial no tener miedo de ese número. Así que mi número es 25. No es un número que me llene de satisfacción, pero tampoco me avergüenza”.
La confesión le valió críticas de veteranos militares. El exmarine real Ben McBean, persona a la que Harry declaró como “héroe” luego de que perdiera un brazo y una pierna debido a la explosión de una bomba, llamó al príncipe a “callarse” a través de Twitter.
“Te quiero #PríncipeHarry, ¡pero tienes que callarte! Te hace preguntarte con qué gente anda. Si fuera buena gente, alguien ya le habría dicho que parara”, escribió.
Desde la política también le lanzaron críticas, esta vez de la mano del coronel Bob Stewart, diputado conservador de Beckenham. “Me pregunto por qué hace esas cosas. Los verdaderos soldados tienden a ser tímidos... La gente que conozco no alardea de esas cosas. Más bien lamentan haber tenido que hacerlo”, dijo a Daily Mail.
De drogas y alcohol
Además del ya sabido consumo de alcohol y cannabis, Harry guardó un espacio del libro para revelar que también utilizó cocaína “unas cuantas veces” durante los años en que era conocido por pasar de fiesta en fiesta.
“No era muy divertido y no me hacía sentir especialmente feliz como a los demás, pero me hacía sentir diferente, y ese era mi principal objetivo. Sentir. Ser diferente”, escribió el nieto de la fallecida Reina Isabel II.
Fue precisamente en el Jubileo de Oro de su abuela, en 2002, donde un miembro anónimo del personal de la Casa Real lo arrastró hasta una oficina luego de que un periodista le preguntara en el palacio sobre sus hábitos de consumo de drogas.
En Spare, Harry narra cuando, durante un fin de semana de caza, le ofrecieron una línea de cocaína. Lo hacía, explicó en el libro, porque era un “chico de 17 años dispuesto a probar casi cualquier cosa que alterara el orden establecido”.
Un encuentro con Diana
Inesquivable, como lo es Diana, la princesa de Gales es también parte de la narración de Harry, donde contó cómo, en medio de la desesperación por la pérdida de su madre, recurrió a la ayuda de una mujer que “decía tener ‘poderes’”.
Diana falleció en un accidente automovilístico en París, cuando Harry tenía solo 12 años, en 1997. En el libro, Harry reconoció que durante su juventud recorrió numerosas veces en vehículo el trayecto que su madre hizo al morir, en aquel icónico túnel parisino, en un intento vano por entender qué había ocurrido.
En ese contexto, el príncipe recurrió a una mujer -a la que no describió ni como psíquica, médium ni bruja- recomendada por sus conocidos. “Reconocía que había un alto porcentaje de probabilidades de que se tratara de un engaño”, admitió en su libro, pero detalló que “en cuanto nos sentamos juntos, sentí una energía a su alrededor”.
– “Tu madre está contigo”, le dijo la mujer.
– “Lo sé. Lo he sentido últimamente”, respondió Harry.
Tras decirle que Diana estaba con él “ahora mismo”, el duque de Sussex aseguró que sintió calor en el cuello y se le humedecieron los ojos.
La historia es parte de las impactantes revelaciones de Spare, autobiografía que, de no cambiar los planes por la filtración, será publicada este 10 de enero.