Iba a ser una ceremonia simple, luego del agitado año electoral que terminó con la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español, pero Irene Montero no se iba a ir sin responder. Este martes, en la jornada de “traspaso de carteras”, la ahora exministra de Igualdad puso polémica en el acto, acusando la exclusión que la alianza PSOE-Sumar hizo de su formación.
Esto, porque a diferencia de la legislatura pasada, gobernada por la coalición entre PSOE y Podemos, este último partido fue reemplazado por Sumar, la formación liderada por la vicepresidente Yolanda Díaz. Y en particular, la ministra de Igualdad pasó a ser reemplazada por la socialista Ana Redondo, en desmedro de la figura de “los morados”.
Montero había sido “defenestrada” durante la campaña electoral, cuando Yolanda Díaz fundó Sumar, disputando y finalmente ganando el espacio a la izquierda del PSOE. Con esto, Podemos pierde las 5 carteras que consiguió en 2020, y desaparece del Ejecutivo español.
“Ministra, te desearía suerte, pero creo que no es lo más importante que necesita una ministra de Igualdad. Te deseo que te rodees del mejor equipo, que nunca te dejen sola”: ese fue el mensaje que dejó Irene Montero a la nueva ministra Ana Redondo, haciendo referencia al modo en que la primera habría sido alejada del gobierno.
Incluso, Montero llegó a hacer algunas acusaciones veladas: “Que tengas valentía para incomodar a los hombres amigos de 40 y 50 años del presidente del gobierno, porque el feminismo es un movimiento muy poderoso que conquista derechos haciendo preguntas que nadie antes se hacía y proponiendo nuevas respuestas que nos hacen a todas más felices”.
También de Podemos, la exministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, criticó la exclusión del partido que lidera: “No les oculto que hoy es un día difícil para mí. Sánchez y el PSOE consiguen hoy lo que no consiguieron en 2019, que es echar a Podemos del gobierno. Esto no es solo injusto, sino que es un enorme error político porque tenemos a una ola reaccionaria enfrente. Nos echan precisamente porque se ha podido. Porque lo hemos hecho bien. Nos echan, pero no nos vamos, seguimos con la voluntad firme. Con la mirada puesta en volver. Porque se ha podido, se puede y les aseguro que se va a poder”.
Refiriéndose a la ruptura del bipartidismo español, Belarra también dijo que, para que ella llegara a ser ministra, tuvieron que pasar una serie de movilizaciones sociales, y “se tuvieron que celebrar cuatro veces elecciones generales para que la gente que piensa como nosotros pudiera estar en el gobierno”, logrando romper así “la cláusula de exclusión histórica”.
La exclusión de Podemos en general, y de Irene Montero, en particular, venía fraguándose hace tiempo. Un primer desencuentro entre la ministra y el PSOE fue la “ley del solo sí es sí”, llamada también “Ley Montero”, y que cambiaba las penas y nominación de las agresiones sexuales, y que terminó significando la liberación inmediata de muchos presos que vieron sus condenas acortadas tras utilizar un vacío legal en la normativa. A ese conflicto se le sumó el alza de la figura de Yolanda Díaz, que en miras a las elecciones fundó el movimiento Sumar, y excluyó explícitamente a Irene Montero de las listas.
Ya la semana pasada, durante la investidura de Pedro Sánchez, el mismo Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP y líder de la oposición, ironizó respecto a la situación de Montero. Refiriéndose a las diferencias entre Sumar y Podemos, el gallego señaló: “¿Qué hacemos con Podemos? ¿Le damos un ministerio? ¿Qué opina, señora Montero? Con lo bien que lo han hecho en Igualdad y resulta que la señora Montero es una pésima ministra, es una cosa sorprendente”.
La misma Montero no pudo evitar sonreír con la mención del líder de derecha. ”¿Es usted el gobierno más feminista de la historia y va a cesar a la ministra de Igualdad?”, espetó Feijóo a Pedro Sánchez, entre risas de su bancada.
Tanto Moreno como Podemos intentaron hasta el último momento mantener la cartera de Igualdad en sus manos, considerando que es uno de los “estandartes” del partido. Finalmente, luego de que se les ofreciera el Ministerio de Derechos Sociales, Podemos terminó rechazando la oferta, quedando así sin presencia en el Ejecutivo que gobernará España en los próximos años.
Así, se cierra el auge y caída de Irene Montero, que llegó a Podemos en 2014, al calor de las movilizaciones que tres años antes había provocado el “movimiento de los indignados”. Ya en 2016, consiguió ser diputada por el partido morado, llegando a ser la portavoz de la bancada, en desmedro del más centrista Íñigo Errejón.
Cuando se dio el acuerdo con el que el PSOE y Podemos hicieron su gobierno de coalición, en 2020, Montero entró al Ejecutivo como ministra de Igualdad, perfilándose como líder feminista en España. Su gran escándalo, sin embargo, vino con la “ley solo sí es sí”, que terminó siendo cambiada por el PSOE con los votos de la oposición. Hoy sin ministerio, y sin escaño en las Cortes Generales, Montero ya no tiene cargo y vislumbra un futuro político incierto.
Según el periódico Libertad Digital, muchos contemplan la posibilidad de que Montero sea la cara visible de Podemos para las elecciones europeas de 2024, a las que la formación morada estaría estudiando concurrir en solitario tras anunciar su ruptura con Sumar. De resultar electa, se garantizaría una jugosa remuneración: nada menos que 9.975 euros brutos al mes, más del doble que un diputado español.
Si no, siempre tendría un cupo en Canal Red, la televisión fundada por Pablo Iglesias, su pareja y exlíder de Podemos, “aunque con escaso éxito por ahora”, señala el medio.
“Pero si no quisiera trabajar, la hasta ahora ministra podría quedarse de brazos cruzados durante dos años, ya que podría acogerse a la indemnización de cese por altos cargos que, en su caso, asciende a más de 120.000 euros”, señaló el sitio español un día antes de que Montero saliera del gabinete de Sánchez.