Uno de los ámbitos más delicados de la política colombiana podría haber dado un cambio de dirección a partir de este domingo, luego de que el Presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez asumieron formalmente el poder. Si durante el gobierno de Iván Duque los contactos con los distintos grupos armados en Colombia se vieron suspendidos, las señales desde el nuevo gobierno de izquierda han ido en miras a sentarse y negociar. En su discurso de investidura, Petro llamó a “todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado” para que “la paz sea posible” y así “terminar, de una vez y para siempre, con seis décadas de violencia y conflicto armado”.
Esa voluntad, expresa desde la campaña electoral y presente en el discurso de Petro al asumir la presidencia el domingo en Bogotá, tiene su contraparte en las distintas declaraciones de los dirigentes de los grupos armados, como el ELN (Ejército de Liberación Nacional), las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Clan del Golfo: la mayoría se muestran abiertos a suspender su uso de la violencia, y discutir las condiciones de paz en Colombia.
Respecto al ELN, hace dos semanas la vicepresidenta Francia Márquez había comentado, luego de su encuentro con el Presidente Gabriel Boric en La Moneda, el ofrecimiento de este último: que Chile sea sede de los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y esa guerrilla.
El Ejército de Liberación Nacional, grupo insurgente que lleva más de 50 años siendo un actor activo del conflicto armado en Colombia, ya había mostrado su voluntad para el diálogo con el gobierno del Pacto Histórico. El primer comandante de esta guerrilla, Eliécer Herlinto -alias “Antonio García”-, señaló el 2 de agosto que habían deseos de conversar.
“Para quienes somos responsables, en ambas partes, lo recomendable es disminuir el uso del micrófono y trabajar más por reanudar las conversaciones en una mesa; cosa que no podrá hacerse hasta que el nuevo gobierno no esté en funciones”, escribió el guerrillero en su cuenta de Twitter. El líder del ELN también indicó que espera hayan conversaciones de transición en las que se pueda contextualizar al nuevo gobierno sobre lo logrado en los diálogos de paz que se tuvieron durante la presidencia de Juan Manuel Santos.
En esa dirección, el domingo, durante la toma de posesión de Petro, el presidente del Congreso Roy Barreras tuvo palabras para el grupo armado. “Venimos a decirle al ELN: ¡Dejen las armas! El triunfo de Gustavo Petro es la prueba de que la violencia política no tiene ninguna justificación. El camino es la paz y es ahora”.
Ya el 29 de julio, en el marco de la visita de la entonces vicepresidente electa Francia Márquez a nuestro país, la política colombiana había comentado que, durante su reunión con el Presidente Gabriel Boric, este había ofrecido a Chile para que fuese sede en un posible diálogo de paz con el ELN. “Saludamos con mucha alegría que hoy el Presidente Boric haya manifestado no solo su disposición de acompañarnos en esa tarea del logro de la paz, sino que ofrece su casa, Chile, como sede para los diálogos de paz entre el Estado colombiano y el ELN”, declaró Márquez en un evento en la Universidad de Chile.
De todos modos, Petro indicó que el ofrecimiento no es oficial aún, y que por el momento la sede de esos diálogos continuará siendo la misma que la que tuvo el expresidente Santos con las Farc: La Habana, Cuba. “Un cambio del sitio geográfico de las negociaciones, dependen de los que quieren negociar, no del gobierno, ellos están en Cuba (ELN), ya sabremos en las próximas semanas si continúan en Cuba”, señaló.
Petro anunció este lunes en la Casa de Nariño que los diálogos de paz con la guerrilla del ELN “están por reiniciarse”, declaración que dio el mandatario colombiano al término de un encuentro bilateral con Boric, donde reafirmó su deseo para que Chile continúe siendo un país garante dentro de las conversaciones de paz.
“Hemos hablado de la paz, Chile es país garante de acuerdo con los protocolos del gobierno Santos, en las negociaciones que finalmente se establecieron en la Habana, Cuba, y esperamos que siga siendo Chile un país garante, en esos procesos de paz que están por reiniciarse”, sostuvo Petro.
Otro grupo que manifestó su deseo de dialogar con Petro fue el Frente 33 de las disidencias de las Farc, que son los grupos que se restaron de los acuerdos de paz de 2016, y por lo tanto, ni dejaron las armas ni pasaron a la política institucional. El sábado, un día antes de la investidura de Petro, dos miembros conocidos por sus alias “Darwin” y “Andrey” aparecieron en un video donde se refirieron a la situación.
“Estamos listos para el diálogo que ha propuesto el presidente electo, Gustavo Petro. Un diálogo regional para el cual esperamos ponernos en contacto con el próximo gobierno, para comenzar las primeras exploraciones con el fin de llegar a un cese bilateral de fuego, que será uno de nuestros primeros pasos como organización político-militar”, señaló alias “Darwin” en el registro, donde aparecía con un fusil y la bandera de las disidencias de las Farc.
Según el guerrillero, este cese sería “un verdadero descanso” para una población que lleva más de 200 años sufriendo, y afirmó que como grupo “creemos que los soldados y policías son nuestros hermanos, que hoy en día, lamentablemente, hemos tenido que enfrentarlos por las pretensiones de una oligarquía que no ha traído más que un derramamiento de sangre y no ha hecho nada para pararla”. En tanto, su compañero “Andrey” indicó que, al menos el Frente 33 se encuentra en completa disposición para participar del acercamiento con el nuevo canciller Álvaro Leyva.
Por su parte, la organización criminal Clan del Golfo, a la que se considera el grupo armado más grande y peligroso de Colombia, anunció un cese unilateral al fuego por la llegada del nuevo gobierno. La decisión fue anunciada en un comunicado dado “en las Montañas de Colombia el 7 de agosto de 2022″.
“Por fin termina el régimen saliente del Presidente Duque el cual es representativo de todas las cosas que deben cambiar en un país para el logro de la esquiva paz. Consecuentes con estas fechas históricas, decretamos también un cese unilateral de hostilidades ofensivas, como expresión de buena voluntad con el gobierno que inicia y su amplia disposición de búsqueda de caminos de paz para todos los actores del conflicto, a partir del 7 de agosto” indicó el comunicado de las formalmente llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Respecto a las conversaciones con el nuevo gobierno, el comunicado señaló: “Tenemos la mejor buena voluntad de sumarnos a los diálogos exploratorios de paz que ha anunciado Gustavo Petro desde el momento de su elección. Creemos que es la mejor decisión para la Colombia olvidada que representamos”.
En el gobierno de Petro, el jugador clave para llevar a cabo estas conversaciones es Álvaro Leyva, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores. Diplomático y defensor de los derechos humanos, lleva desde los años 80 negociando salidas a los conflictos armados con las guerrillas, teniendo un rol protagonista en la comisión de justicia de los Acuerdos de Paz de 2016.
En la Cumbre Humanitaria que tuvo lugar el 27 de julio en Bogotá, Leyva se refirió a los desafíos que enfrentará su cartera durante los próximos cuatro años: “Muchas de las ideas las vamos a vaciar en un canasto para escogerlas, porque son ideas novedosas, e introducirlas en el plan nacional de desarrollo, para que no quede en el aire. Vamos a demostrarle al mundo que sí hay manera de plasmar una paz total. No podemos hablar de paz total si no le buscamos una solución al narcotráfico”.