"Quería que la película se pareciera a lo que estaba viendo el camarógrafo mientras filmaba ese momento. Él lo vio en color, lo vio en 3D". Ese fue el desafío que el galardonado cineasta neozelandés Peter Jackson se impuso al realizar They Shall Not Grow Old (Ellos no envejecerán), el documental sobre la Primera Guerra Mundial estrenado ayer en Estados Unidos. A pesar de que ocupa material original de los archivos del Museo Imperial de la Guerra, la película abrió una serie de polémicas entre quienes la celebran y quienes la acusan de ser un espectáculo poco realista.
El director de El Señor de los Anillos, El Hobbit y King Kong y su equipo examinaron 600 horas de video y 100 de audio pertenecientes a los archivos del museo londinense. La compañía de postproducción fundada por el cineasta, Park Road Post, se encargó luego de eliminar meticulosamente décadas de suciedad e imperfecciones de las cintas, gran parte de las cuales había sido filmada para los noticiarios de propaganda. A través de computadores también se unieron cortes y reconstruyeron cuadros perdidos de películas, según detalla The Daily Beast.
A continuación se coloreó digitalmente el material de archivo, que estaba en blanco y negro. Para lograr las tonalidades correctas de los uniformes que usaban los soldados de infantería, se
recurrió a la información disponible de los grados militares que desempeñaban en la época. En el caso de las ubicaciones se guiaron por la apariencia actual de esas locaciones. Posteriormente, se aceleró la velocidad de los fotogramas hasta los 24 cuadros por segundo modernos, suavizando la inestabilidad de las tomas y restaurando la naturalidad de los movimientos y modales de los soldados.
Estas imágenes coloreadas se convirtieron luego al sistema 3-D. The Daily Beast describe así la impresión que el espectador se llevará al ver el documental: "Una transición a mitad de la película de las tradicionales bobinas de guerra en blanco y negro a las imágenes totalmente restauradas y coloreadas de Jackson se siente como cuando Dorothy se despierta en Oz".
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Efectivos en el frente de batalla durante la Primera Guerra.[/caption]
Pero el impacto no solo se queda en el color. Las imágenes también se combinaron con un sonido digno de un éxito de taquilla, asegura el sitio web estadounidense. En ese sentido, el diario USA Today señala que Jackson contrató a lectores de labios forenses para revisar imágenes de antiguas películas mudas de la guerra y descubrir las conversaciones en las trincheras y campos de batalla hace 100 años. Actores profesionales le dieron luego voz a los soldados que aparecen en pantalla.
"Han habido muchos documentales sobre la Primera Guerra Mundial (...) y yo decidí para este usar estrictamente las voces de los hombres que lucharon allí", dijo Jackson a Reuters. "Así que no hay historiadores, no hay narración, no hay nada", agregó.
El cineasta obtuvo 600 horas de entrevistas de la BBC a 200 veteranos llevadas a cabo en los años 60 y 70, que documentan la vida cotidiana durante la guerra. "Me llamó la atención, al escuchar todas estas entrevistas, las experiencias fueron muy similares", relata Jackson. "Hablan sobre la comida, el sueño y los bombardeos, las ratas y los piojos y las letrinas. Se dan cuenta de que todos pasaron por las mismas experiencias de guerra. Me dieron una idea de la de mi abuelo", agrega.
Precisamente, el interés personal de Jackson en la Primera Guerra Mundial proviene de esa conexión familiar: su abuelo, el sargento William Jackson, quien sirvió durante nueve años en el regimiento de infantería de los Fronterizos de Gales del Sur y a quien dedica la película. Aunque ese Jackson no está representado en el documental, el director honra vívidamente su tiempo en las trincheras. El soldado murió 20 años antes de que naciera el director de cine neozelandés.
"Pero por más inmersivo e impresionante que They Shall Not Grow Old pueda ser, hay un debate acerca de si esta hiperrestauración no degenera la historia", señala el diario británico The Independent.
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Soldados trasladan a un compañero herido en la guerra.[/caption]
En un artículo publicado en el sitio de la sociedad UCL Film & TV, Milo Garner apunta a cierto sector de "la revoltosa comunidad conservacionista" que está indignada por la restauración de Jackson. Sugieren que "al hacer estas imágenes más 'realistas' se tiende a olvidar que no necesariamente representan la realidad".
Jackson, sin embargo, aclara que su documental "no es una historia de la guerra". "Es la historia de la experiencia humana de combatir en la guerra", agrega. "Lo que espero que haga el filme es que nos lleve a 100 años atrás y nos haga pensar que esos que pelearon eran lo mismo que nosotros".