Cuando Olivier Serva anunció que buscaría apoyos en todos los partidos del espectro político para un proyecto que busca prohibir en la ley toda discriminación en el peinado de la población negra en Francia -excepto en la ultraderecha de Agrupación Nacional, precisó a radio France Info-, de inmediato rememoró a una bullada demanda de un trabajador de Air France que duró 10 años en tribunales, y que dejó al descubierto el vacío legal que existe sobre las atribuciones que empresas tienen a la hora de exigir determinados cortes de cabello, lo que afecta especialmente, denuncia el parlamentario, a quienes llevan peinados y trenzas afro naturales.

Serva, parlamentario que abandonó el partido centrista del Presidente Emmanuel Macron, La República en Marcha (ahora rebautizado como Renacimiento), y que ahora vota en línea con otro partido centrista, pero que se declara opositor al mandatario, indicó que el proyecto busca combatir “la discriminación relacionada con la textura, la longitud, el color y el estilo del cabello”, consignó The Guardian. La moción será presentada en el Parlamento para el otoño europeo.

Panorámica del Parlamento francés durante un debate sobre las nuevas medidas contra el Covid-19, en abril de 2021. Foto: AP

“Al igual que el lema de la República es ‘libertad, igualdad, fraternidad’, se trata de permitir que cada uno sea como es y como quiera ser, ya sea en el lugar de trabajo o en cualquier otro sitio”, dijo a radio France Info. Y agregó que, en su opinión, el proyecto apunta a “luchar contra cualquier forma de discriminación relacionada con la textura, la longitud, el color y el estilo del cabello”.

La inspiración, aseguró en el mismo medio, le llegó del polémico caso de un hombre negro, auxiliar de Air France contratado por la empresa en 1998, que desde 2005 utilizaba un peinado donde se amarraba el pelo en un “moño”, lo que “no estaba autorizado” por la aerolínea para el personal masculino, mas sí para el femenino.

Para poder seguir trabajando, el auxiliar utilizó una peluca durante años, hasta que en 2012 decidió denunciar a la empresa en un tribunal laboral por discriminación. Según recuerda El Universal, tras ir a los tribunales, fue prontamente suspendido por no cumplir las normas de vestimenta.

Tuvieron que pasar 10 años desde la judicialización del caso para que el Tribunal de Apelaciones de Francia interviniera y declarara en noviembre de 2022 a la medida de Air France como una “diferencia de trato” que caía en discriminación, pero desnudó el vacío legal en el tema.

“La manera de peinarse no es ni una parte del uniforme ni su extensión”, se lee en el fallo, donde se agrega que los “códigos sociales” a los que alude la corte de apelación “no son criterios objetivos que justifican una diferencia de trato entre hombres y mujeres”.

Imagen de un avión de Air France que transporta a franceses y otros ciudadanos europeos, que han sido evacuados de Sudán a través de Yibuti, a fines de abril. Foto: Reuters

Este caso, dijo Serva, es prueba de la necesidad de legislar al respecto en la nación gala. Agregó que también existen mujeres que corren riesgo de dañar su cabello de manera irreparable al aplicarle químicos para alisar el pelo, y si bien no presentó datos propios de Francia, sí mostró números recopilados en Estados Unidos. Cifras que, afirmó, deberían ser similares entre ambos países.

En uno de ellos, financiado por Dove y LinkedIn, se asegura que dos tercios de las mujeres negras en EE.UU. se han sentido forzadas a cambiar de peinado antes de presentarse a una entrevista de trabajo, idea que Joëlle Dago-Serry, preparadora profesional y comentarista de televisión francesa, respaldó.

Durante una programa en radio RMC, afirmó que “por supuesto que hay discriminación... mi madre me alisó el pelo por primera vez cuando tenía siete u ocho años... Soy de la generación en la que nuestro pelo se alisaba mucho con productos peligrosos para pasar la barrera de una entrevista de trabajo, o para ascender en una carrera”.

Según The Guardian, cuando Sibeth Ndiaye, exasesora de Macron, asumió el puesto de portavoz del gobierno francés durante el primer mandato del actual Presidente, su peinado afro natural fue objeto de comentarios racistas en redes sociales.

“El pelo afro natural se ve como algo que no se peina, no se entiende ni se acepta, se hacen comentarios sobre él. Detrás de la palabra discriminación están las historias reales de personas que tienen las cualificaciones y aptitudes adecuadas, pero no consiguen el trabajo porque no tienen el pelo llamado ‘correcto’”, agregó Joëlle Dago-Serry.

En marzo de 2022, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó un proyecto de ley que prohíbe la discriminación por la textura o estilo del cabello, tras reconocer que las personas de ascendencia africana se han visto “rutinariamente” privadas de oportunidades educativas y laborales por su pelo.

El proyecto de ley “Crown Act” fue impulsado por Bonnie Watson Coleman, la primera mujer afroamericana en representar al estado de Nueva Jersey en el Congreso y una fiera defensora de los derechos de las mujeres negras.

“Para los afroamericanos, dejar crecer el pelo natural es a menudo considerado ‘poco profesional’ simplemente porque no se ajusta a los estándares de belleza blancos. La discriminación contra el pelo afroamericano es discriminación contra los afroamericanos”, dijo Coleman en un comunicado tras la aprobación del proyecto.

En 2019, California se convirtió en el primer estado de EE.UU. en prohibir la discriminación contra el cabello natural, recordó The Guardian.