Este mes se ha visto una ola de manifestaciones de agricultores en distintas partes de Europa: a través de marchas, cierres de carreteras como protestas y desfiles de tractores, los productores europeos se han manifestado a lo ancho del continente, desde España, pasando por Francia, Alemania, Países Bajos y Polonia. Todo esto, a menos de cinco meses de las elecciones al Parlamento Europeo, en junio próximo.

Entre sus demandas y quejas se menciona el aumento de los precios de combustibles, la supuesta “competencia desleal” en las importaciones ucranianas, y la regulación ambiental, que desprotegería a los productores europeos. A pesar de que cada país tiene su movimiento de agricultores por separado, los temas se repiten, y el tema del combustible renace después de protagonizar la crisis de los chalecos amarillos en 2018.

Respecto a los productos agrícolas ucranianos, los productores europeos ven con recelo el levantamiento de los derechos de aduana, que desde 2022 ha bajado el precio de estos. En junio, la UE tiene que decidir si renuevan o no tal política, con grupos agrícolas europeos pidiendo límites a los cereales y azúcares ucranianos.

Un tractor con el lema "No importemos aquello que está prohibido en Francia" bloquea la autopista A16, cerca de Beauvais. Foto: Reuters

También se ve con desconfianza la “regulación excesiva” que ha liderado la Unión Europea, sobre todo en miras a lo climático. “La maquinaria reguladora europea sigue funcionando a toda velocidad, ignorando el contexto geopolítico, climático y económico que está socavando las explotaciones y los ingresos de los agricultores”, indicó en un comunicado Copa-Cogeca, la unión de las dos organizaciones agrícolas más grandes de Europa.

Desde el gobierno español, el ministro de Agricultura, Luis Planas, mira con desconfianza estas manifestaciones: “La extrema derecha busca utilizar a los agricultores y ganaderos como instrumento político. Me parece lamentable. Necesitan que se les defienda, que se les escuche, pero no que se les manipule políticamente”.

El ministro de Agricultura irlandés, Charlie McConalogue, por su parte, indicó que es posible que los productores agrícolas “se sientan bajo una presión constante, debido a los numerosos cambios políticos ocurridos en los últimos años”. Desde la cartera belga de Agricultura, David Clarinval aseguró que “la cólera de los agricultores obedece a varios factores, y no necesariamente tiene las mismas razones de un país a otro”, pero igualmente “deben ser tenidos en cuenta”.

Agricultores franceses bloqueando la carretera A16, cerca de Beauvais. Foto: Reuters

En el sur de Francia, los agricultores llevan días cortando la carretera que une Toulouse con Bayonne, en el sector más cercano a los Pirineos y la frontera con España. Son decenas de agricultores que, desde el jueves por la noche, cortan la autopista A64, y que este lunes agregaron a su bloqueo el acceso a la central nuclear de Golfech.

“A partir de hoy y mientras sea necesario, se llevarán a cabo un cierto número de acciones”, señaló en France Inter, el líder del sindicato agrícola FNSEA, Arnaud Rousseau, un poco antes de una reunión con el primer ministro galo, Gabriel Attal.

Ya desde hace unos meses, los agricultores habían estado protestando de manera pacífica, volteado los paneles de señalización a la entrada de sus pueblos. La idea era alertar a los ciudadanos de su situación y el abandono por parte del Estado. “Para nosotros, la verdadera crisis gira en torno al precio” de los productos agrícolas y a “los ingresos”, indicó a AFP Laurence Marandola, la vocera de la Confederación Campesina.

Agricultores franceses cortando una carretera. Foto: Reuters

Este martes, en medio del bloqueo de la carretera en Toulouse, una mujer y su hija murieron en un accidente de auto. El esposo de la mujer, en tanto, resultó gravemente herido y está actualmente hospitalizado. El Presidente Emmanuel Macron escribió en X: “Pienso con emoción en las víctimas y en sus desconsoladas familias. He pedido al gobierno que se movilice plenamente para aportar soluciones concretas a las dificultades”. El accidente tuvo lugar en Pamiers, una localidad del departamento de Ariège, limítrofe con España, a las 5 de la mañana.

En Alemania, las protestas también llevan semanas: ya a inicios de enero había bloqueos de carreteras, que protestaban contra los recortes de ayudas públicas que anunció el gobierno de Olaf Scholz. Estos recortes significarían el fin del subsidio al diésel agrícola, además de la exención a los vehículos agrícolas y forestales de pagar el impuesto sobre vehículos de motor.

En Rumania, mientras tanto, los agricultores y camioneros llevan más de diez días protestando. La exigencia es de impuestos más bajos y beneficios más justos para el sector, y a pesar de haber entrado en diálogo con el gobierno del primer ministro Marcel Ciolacu, las conversaciones habrían “fracasado”, por lo cual las manifestaciones continúan. En este país, vecino de Ucrania, los agricultores han llegado a bloquear la frontera con el país en guerra.