"Estamos viviendo en tiempos en que nacen cada vez menos niños a lo largo de Europa. Las personas en Occidente están respondiendo a eso con inmigración, pero los húngaros lo vemos con una luz diferente. No necesitamos números, sino niños húngaros", sentenció el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, en febrero al lanzar una nueva etapa de su política pro familia que busca incentivar la natalidad de país. Las medidas adoptadas por el líder nacionalista desde su llegada al poder en 2010 ya están dando resultados, aunque la nueva norma que entrará en vigor en julio da un salto radical en los incentivos económicos para que la población tenga hijos.

Hasta ahora, Hungría ha logrado cifras sorprendentes a nivel mundial en matrimonios y divorcios. Mientras en Europa las cifras de matrimonio vienen a la baja y aumentan las parejas que optan por convivir, en ese país de Europa del Este el panorama es radicalmente distinto. Sólo un 1% de las parejas opta por la convivencia, mientras que los matrimonios han crecido un 43% en los últimos nueve años, es decir desde que Orbán llegó al poder. Paralelamente, los divorcios vienen a la baja. La cifra ha caído un 22,5% en la última década, y también ha bajado la cifra de mujeres que decide abortar. Un 33% menos de mujeres se someten a un aborto hoy en relación a 2010.

Lo que algunos han calificado como la revolución conservadora de Orbán tiene un objetivo claro: aumentar la natalidad. Hasta ahora las políticas impulsadas por el primer ministro, reconocido por sus posturas ultranacionalistas, han contribuido y la tasa de natalidad llegó a su nivel más alto en 20 años. Pero aún está lejos de los objetivos que se buscan y sigue siendo una de las más bajas del continente con 1,5 hijos por mujer. Por eso, el gobierno lanzó un nuevo plan que contempla generosos incentivos económicos para tener hijos.

Las medidas, que entrarán en vigor en julio, contemplan no sólo créditos blandos para las mujeres menores de 40 años que tengan hijos, sino además beneficios directos en dinero. Familias que tengan un segundo hijo verán reducida su hipoteca en US$ 3.500 y a partir del tercer hijo la reducción se eleva a US$ 12.000. A ello se suma un bono de casi US$ 9.000 para comprar un auto para las familias que tengan al menos tres hijos. Los abuelos también podrán postular a licencias maternales si los padres no pueden. Y la medida que más repercusión ha tenido es la que exime de pagar impuesto de por vida a las mujeres que tengan cuatro hijos o más.

La apuesta de Orbán tiene también un componente electoral. "En Europa Occidental puede haber una interpretación distinta (sobre las medidas), pero en un país como Hungría, la posición de Orbán es popular", aseguró a The New York Times Csaba Toth, analista del Republikon Institute de Budapest. Por ello, la iniciativa apuesta a sumar votos para los candidatos del partido del primer ministro de cara a las elecciones del Parlamento europeo, prevista para fines de mayo.