Ya bajo la lupa luego que organismos internacionales denunciaran que sus leyes violan los derechos humanos, especialmente entre los migrantes, mujeres y miembros del colectivo LGBTQ, ahora Qatar enfrenta una nueva polémica. La Fiscalía de Bélgica investiga una supuesta trama de sobornos que presuntamente involucra a funcionarios del país organizador del Mundial de Fútbol 2022, la cual habría tenido por objetivo limpiar la imagen del país del Golfo Pérsico en el seno del Parlamento Europeo.
Se trata de una operación lanzada por la justicia belga, que empezó en julio pasado una investigación, según informaron los medios locales Le Soir y Knack. En la operación, en la que hay seis detenidos, está implicada una de las actuales vicepresidentas del Parlamento Europeo, la eurodiputada socialista griega Eva Kaili, además de un exeurodiputado del Partido Democrático, el italiano Antonio Panzeri, y Luca Visentini, sindicalista italiano y elegido hace apenas unos días como secretario general de la Confederación Internacional de Sindicatos. La agencia Ansa asegura que los otros dos arrestados son los italianos Francesco Giorgi, asistente parlamentario de los socialistas y compañero de Kaili, y Niccolò Figà-Talamanca, de la ONG No Peace Without Justice.
Fuentes al tanto de la investigación citadas por el diario español La Vanguardia, dijeron que el padre de Kaili fue sorprendido mientras huía con varias bolsas llenas de dinero en metálico, siendo también detenido. Sus cómplices le habrían avisado de la macrorredada llevada a cabo a primera hora de la mañana en varios puntos de la capital comunitaria.
Así, si bien seis personas fueron detenidas inicialmente, cuatro fueron imputadas -por participación en organización criminal, lavado de dinero y corrupción- y dos puestas en libertad, dijeron los fiscales en un comunicado. No mencionaron a ninguno de los implicados, indicó este domingo Reuters.
La misma agencia de noticias informó que Kaili, una griega de 44 años y expresentadora de noticias de televisión en su país, fue expulsada por su partido en Grecia (el Pasok, Movimiento Socialista Panhelénico) y por el grupo Socialistas y Demócratas de la asamblea de la UE el viernes, luego que la policía belga realizó 16 redadas en Bruselas como parte de una investigación sobre corrupción y lavado de dinero en el Parlamento Europeo. En las operaciones se incautaron equipos informáticos, teléfonos celulares y 600.000 euros en efectivo. Panzeri también habría sido suspendido por el Partido Democrático.
“Hay sospechas de que un país del Golfo” intentó influenciar “en decisiones económicas y políticas del Parlamento Europeo, pagando grandes sumas de dinero u ofreciendo grandes regalos a terceros que ocupan importantes cargos políticos o estratégicos dentro del Parlamento Europeo”, indicó la fiscalía. Aunque la entidad evitó identificar al país, una fuente próxima del caso confirmó a France Presse que se trata de Qatar. Los beneficiados por ese presunto soborno eran dirigentes “con una posición política o estratégica significativa” en la Eurocámara.
Sin embargo, un portavoz del gobierno qatarí citado por France Presse negó las acusaciones de posible mala conducta. “No tenemos conocimiento de ningún detalle de una investigación. Cualquier reclamo de mala conducta por parte del Estado de Qatar está gravemente mal informado”, declaró el funcionario, que añadió que el país “opera en pleno cumplimiento de las leyes y reglamentos internacionales”.
Votación en Estrasburgo
Ansa detalla que Panzeri y Visentini son dos rostros familiares en los círculos de Bruselas. El primero fue eurodiputado de 2004 a 2019 tras un pasado como sindicalista en la CGIL (Confederación General Italiana del Trabajo). El segundo fue presidente de la Confederación de Sindicatos Europeos, durante 11 años.
Panzeri y Visentini, además de la asistencia constante con la Eurocámara, tienen otra cosa en común: el compromiso con los derechos humanos. Ambos, de hecho, están vinculados a la ONG Fight Impunity, fundada por el mismo exeurodiputado lombardo en 2019.
Y es precisamente sobre la base de la protección de los derechos humanos, especialmente con la proximidad del Mundial, que la relación con Qatar puede haberse desarrollado. En Estrasburgo, Francia, en el pleno del pasado mes de noviembre, se debatió sobre la situación de los derechos humanos y de los trabajadores en Qatar tras la polémica por el trato a los empleados extranjeros que contribuyeron a la construcción de los estadios del Mundial.
En esa ocasión, recuerda el diario El País, hubo cierta polémica cuando una mayoría de eurodiputados de Socialistas y Demócratas y también del Partido Popular Europeo (PPE) votaron contra una propuesta del grupo de la izquierda muy crítica con Qatar y las vulneraciones de los derechos humanos. Entre los defensores del país del Golfo estuvo el europarlamentario socialista belga Marc Tarabella, que en otras ocasiones ha sostenido que el boicot al Mundial es “hipocresía”, y cuya oficina en el Parlamento Europeo fue registrada el viernes por la policía belga.
La resolución salió finalmente adelante, pero modificada, en el pleno del 24 de noviembre en Estrasburgo y tras comentarios como los de Eva Kaili, quien aseguró que Qatar está “en la vanguardia de los derechos laborales” y que es víctima de “discriminación”. El 1 de noviembre, la eurodiputada griega se había reunido con el ministro de Trabajo de Qatar, Ali bin Samikh Al Marri, “recibiendo con beneplácito el compromiso” de Doha “por los derechos de los trabajadores”.
Votada el 24 de noviembre en el pleno de la Eurocámara, la resolución señalaba que la decisión de la FIFA de celebrar el Mundial en el país del Golfo “ha dañado gravemente la imagen y la integridad del fútbol mundial”, y pedía a la FIFA y a Qatar establecer “un programa global de reparación para las familias de los trabajadores, como compensación por las condiciones de trabajo a las que se han visto sometidos”, aunque también aplaudía “las reformas que han puesto en marcha las autoridades qataríes para abordar la gobernanza de la migración laboral” que habían aplicado las autoridades de esa nación en los últimos tiempos.
Caso “muy grave”
Ante el escándalo destapado por la investigación en Bruselas, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, “ha decidido suspender con efecto inmediato todos los poderes, deberes y tareas que fueron delegados a Eva Kaili en su calidad de vicepresidenta del Parlamento Europeo”, dijo el portavoz de Metsola el sábado por la noche. La decisión fue tomada “a la luz de las investigaciones judiciales en curso por parte de las autoridades belgas”, añadió, sin ofrecer más detalles.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, declaró a la televisión italiana Rai 3 que el caso parecía “muy grave”. “Si se confirma que alguien recibió dinero para intentar influir en la opinión del Parlamento Europeo, será una de las historias de corrupción más dramáticas de los últimos años”, añadió.
Daniel Freund, eurodiputado y copresidente del intergrupo anticorrupción del Parlamento Europeo, coincidió con Gentiloni al señalar que las acusaciones, de confirmarse, constituirían uno de los escándalos de corrupción más graves en Bruselas en las últimas décadas. “El incidente actual muestra cuán agresivamente terceros países intentan ejercer influencia en la UE”, dijo. “Aquellos que lo hagan por medios ilegales, o incluso mediante soborno, deben ser sancionados”. Parte del problema, agregó, era que los terceros países habían sido exentos de las reglas de lobby “relativamente buenas” de Bruselas.
La asamblea de la UE está programada para realizar su última sesión plenaria del año en Estrasburgo, a partir de este lunes.
El copresidente del grupo de los Verdes, Philippe Lamberts, pidió una investigación parlamentaria y que el tema se debatiera esta semana, repitiendo los exhortos de otros grupos políticos. Los Verdes “condenan enérgicamente la corrupción y el soborno, el dinero en efectivo y los obsequios valiosos no pueden trazar las líneas políticas en esta Cámara”, afirmó Lamberts en un comunicado. Añadió que su grupo “votará en contra de la facilitación de visas para Qatar en la votación plenaria de esta semana”.
La Comisión Europea, el poder ejecutivo de la UE, propuso en abril que a los ciudadanos de Qatar se les concedan estancias cortas sin visa en el bloque de 27 naciones siempre y cuando cuenten con un pasaporte biométrico. La propuesta de ley ha estado abriéndose camino en la asamblea.
En tanto, el partido de Kaili en Grecia, el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), se distanció públicamente de las declaraciones que ella hizo ante el Parlamento de la UE el mes pasado al elogiar a Qatar, que actualmente es sede de la Copa del Mundo. La eurodiputada señaló que el Mundial es “una prueba, en realidad, de cómo la diplomacia deportiva puede lograr una transformación histórica de un país con reformas que inspiraron al mundo árabe”. Kaili reiteró que lo que dijo es una opinión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de que “Qatar es líder en derechos laborales”.
El diario británico The Guardian reveló en febrero de 2021 que desde 2010, fecha de atribución del Copa del Mundo al emirato, 6.500 trabajadores extranjeros perdieron la vida en Qatar. La OIT, que lamentó la falta de datos sobre esta cuestión, informó de 50 accidentes laborales mortales y de 500 trabajadores que resultaron heridos de gravedad en 2020.
A fines de noviembre, el secretario general del llamado Comité Supremo de la Organización y el Legado de Qatar 2022, es decir, el organismo organizador de la Copa del Mundo, Hassan Al Thawadi, reconoció en una entrevista al canal británico TalkTV la muerte de “entre 400 y 500 trabajadores migrantes” en obras relacionadas con la preparación del torneo.