Impulsado por la crisis migratoria, el auge del populismo y la ultraderecha en Europa, el partido Demócratas de Suecia podría obtener un resultado histórico en las elecciones del domingo. Incluso, este conglomerado antiinmigración y anti Unión Europea (UE) podría sorprender y transformarse en la segunda fuerza política sueca.
Según los sondeos de siete encuestadoras realizados durante los últimos 10 días, los DS tendría un 20% de intención de voto para los comicios del domingo -siete puntos más que en 2014-. En la encuesta más positiva para ellos alcanzarían un 24,8% y la más negativa 16,3%.
Los socialdemócratas, el sector del primer ministro sueco, Stefan Löfven, sería el partido más afectado por el estallido del populismo. El domingo lucharán para evitar una debacle, en lo que se espera sea su peor resultado en años. En 2006 lograron el 35% de apoyo, entre 2010-2014 el 31%, mientras que el domingo podría descender a un 25%.
En Suecia existen básicamente tres fuerzas políticas. La izquierda (socialdemócratas, Partido de la Izquierda y Partido Verde), que juntos alcanzarían el 40% de intención de voto; la derecha (Partido Moderado, liberales, demócratas cristianos y el Partido del Centro), que alcanzaría un 37% y los Demócratas de Suecia, con un promedio de 20% de respaldo. Sin embargo, los analistas estiman que su apoyo podría ser superior al de la derecha tradicional.
Así, las encuestas vaticinan que los 7,5 millones de votantes registrados para acudir a las urnas el domingo podrían beneficiar al DS. Según el diario The Guardian, la izquierda y la derecha se comprometieron a no cooperar con los DS, pero en el caso que ambos bloques obtengan cerca del 40%, cualquier gobierno que sea electo necesitará el respaldo de la oposición o de los populistas.
Racismo y extremismo
Suecia fue uno de los países europeos que recibió la mayor cantidad de inmigrantes en 2015. Debido a la crisis migratoria llegaron 200.000 inmigrantes al país -en su mayoría provenientes de África- y 165.000 solicitaron asilo.
El país, de sólo 10 millones de habitantes y uno de los más progresistas de Europa, resintió la acogida de refugiados, lo que impulsó el discurso antiinmigración de la ultraderecha sueca.
"Las personas que votan por el partido nacionalista-populista Demócratas de Suecia lo hacen debido a las cuestiones relacionadas con migración. Este tema se ha vuelto muy importante para el electorado durante este tiempo", señaló a La Tercera el politólogo de la Universidad Lund, Anders Sannerstedt.
Los DS o "Sverigedemokraterna" en sueco, se formaron en 1988. En un primer momento estuvieron integrados por simpatizantes nazis, supremacistas blancos y un exvoluntario de la guardia personal de Adolf Hitler, las SS, según France 24.
Posteriormente, el conglomerado quiso dar un vuelco para convertirse "en un partido como cualquier otro". Así, en 2010 alcanzó por primera vez escaños en el Parlamento y desde ahí no se han detenido. Dos años después, el líder Jimmie Ákesson decretó la "tolerancia cero contra el racismo y el extremismo".
"Los DS está en el medio de la izquierda y la derecha. Tampoco son extrema derecha. Sin embargo, son extremos cuando se trata de temas de inmigración desde África y Medio Oriente", explica Sannerstedt.
La revista antiracista Expo y el periódico Expressen publicaron en agosto que varios candidatos del DS para las elecciones locales militaron en agrupaciones neonazis.
En medio de un clima de altas expectativas y temor por lo que pueda ocurrir en el país, el portavoz de los Demócratas de Suecia, Oskar Cavalli-Björkman, informó que Ákesson recibió una carta de amenaza de muerte para él y su hijo. "Vamos a decapitarte si no te retiras de la elección antes del fin de semana", fue la amenaza que recibió y que contendría símbolos del Estado Islámico.
"Esperamos que estas amenazas no sean reales, pero esperamos el análisis de Säpo (servicios de inteligencia suecos)", señaló Cavalli-Björkman.
Actualmente, los DS tienen 42 escaños de 349 en el Parlamento. Perdieron seis por deserciones, la que incluyó la renuncia de la suegra del líder del partido y una diputada excluida por antisemitismo en 2016.
Los DS ha conquistado mayoritariamente al electorado más joven. Según el Instituto de Estadística de Suecia, el partido tiene el respaldo de un cuarto de los hombres de entre 18 y 24 años.
De esta manera, está por verse si Suecia se unirá a la tendencia europea en la que el discurso antiinmigración ha tenido una importante acogida, como ocurrió en el caso de Italia, Hungría y Alemania.