Dos hombres lanzaron la pasada madrugada una granada contra la embajada rusa en Atenas, que explotó sin causar víctimas aunque sí ligeros daños en la garita de seguridad y en un automóvil estacionado, informó la Policía helena.

Según las primeras informaciones, el ataque fue perpetrado a las 03.20 de la mañana (01.20 GMT) por dos hombres que se acercaron a la embajada en moto.

Aparentemente, el objetivo era el puesto de seguridad que se encuentra a cinco metros del edificio y gestionado por una compañía privada.

Posteriormente, la Policía halló una moto carbonizada en el barrio de Exarjia, centro neurálgico del movimiento anarquista ateniense.

Las fuerzas de seguridad, que han acordonado la zona en torno a la embajada, investigan si se trata de la moto utilizada en el ataque.

Este tipo de ataques ocurren con relativa frecuencia en Grecia y generalmente acaban siendo reivindicados por grupos anarquistas.

El Gobierno condenó el ataque y prometió que pondrá todo su empeño en dar con los autores.

En unas declaraciones a la emisora de radio privada "News 247", el ministro de Asuntos Exteriores, Yorgos Katrúgalos, recalcó que Grecia es "un país seguro" y que se trata de un "incidente aislado".

No obstante, dejó claro que el ataque con una granada no puede ponerse al mismo nivel que otro tipo de acciones del entorno anarquista, como el frecuente lanzamiento de panfletos contra dependencias estatales o embajadas para protestar contra el sistema.