Irán y las cinco potenciales mundiales que permanecen en el acuerdo nuclear multilateral de julio de 2015 reafirmaron hoy en Viena su compromiso con este tratado tras la salida del mismo de Estados Unidos en mayo pasado.

Según un comunicado de la llamada "comisión conjunta" del acuerdo, las potencias "reafirman su pleno y efectivo compromiso con el acuerdo (nuclear), que es un elemento clave de la arquitectura de no proliferación".

Asimismo, anuncian que siguen comprometidos a buscar vías para mantener los beneficios que Irán espera del acuerdo, incluyendo la protección de empresas de países terceros contra los efectos de las sanciones extraterritoriales de Estados Unidos contra Irán.

Entre estas medidas, destacan preservar los canales financieros con Irán y seguir adelante con las exportaciones de petróleo y gas, pese a las sanciones anunciadas por Washington.

Asimismo, mantener el transporte marítimo, terrestre y aéreo entre Irán y el resto del mundo.

Por otra parte, quieren apoyar a los operadores económicos que cooperan con Irán, especialmente las pequeñas y medianas empresas, e incentivar más inversiones en la República Islámica.

"Los participantes (de la reunión) trabajarán en estos asuntos a través de esfuerzos bilaterales y la cooperación con socios internacionales, para instarles a que sigan estas mismas políticas y establezcan mecanismos similares en sus relaciones económicas con Irán", concluye el comunicado.

Estas conclusiones fueron presentadas por la alta representantes para Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea, Federica Mogherini, ante la prensa en Viena, aunque sin admitir preguntas.

El futuro del llamado "plan conjunto de acción" (JCPOA, en sus siglas en inglés), firmado hace justo tres años en Viena, se encuentra en entredicho debido a las nuevas sanciones anunciadas por Estados Unidos contra Irán.

El JCPOA, cuyo objetivo final es evitar que Irán obtenga bombas nucleares, prevé notables beneficios económicos para la República Islámica que ahora están en duda debido a las sanciones tanto a Teherán como a las empresas extranjeras que inviertan en el país.

El presidente de Irán, Hasán Rohaní, dijo esta semana durante una visita a Viena que su país se mantendrá "por ahora" en el acuerdo, siempre y cuando los demás países firmantes puedan asegurarle los beneficios económicos acordados.

Estados Unidos quiere aplicar a partir de noviembre una nueva serie de sanciones petroleras, incluyendo medidas punitivas para terceros países y empresas que hagan negocios petroleros con Irán.

Ese tipo de sanciones, ilegales según Irán y también según la UE, son las que más problemas pueden causar a la economía iraní.