Los binomios izquierda-derecha y pro-UE o anti-UE que marcaron las elecciones al Parlamento Europeo en 2019 no serán el eje catalizador de los próximos comicios del bloque en junio. Así lo revela la última encuesta difundida por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), que señala que los votantes de Europa ahora están divididos en cinco “tribus” distintas, cuyas preocupaciones probablemente dominarán las casi 20 elecciones en todo el continente este año, incluyendo las de la Eurocámara.

La encuesta sugiere que el Parlamento Europeo y las elecciones nacionales de 2024 se disputarán por el manejo de los gobernantes ante cinco crisis importantes que han afectado la vida de los votantes en los últimos años: la emergencia climática, la crisis migratoria de 2015, la agitación económica mundial, la guerra en Ucrania y la pandemia por Covid-19. Así, cada tribu está preocupada principalmente por una de estas cinco “crisis” que afectan al continente.

Más de 1.400 inmigrantes llegaron a la isla italiana de Lampedusa el 17 de mayo de 2021, lo que provocó llamados de políticos de extrema derecha a tomar medidas para detener el flujo migratorio.

Los autores del informe sostienen que estas cinco crisis “se sintieron en toda Europa, aunque con intensidades variables en diferentes rincones del continente; experimentado como una amenaza existencial por muchos europeos. Afectaron dramáticamente las políticas gubernamentales y de ninguna manera han terminado”.

El estudio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores dividió a los votantes europeos en cinco grandes “tribus de la crisis”, que varían en función del país, el sexo, la edad y el nivel de estudios. En el reporte, el uso de la palabra “tribu” se refiere a grupos de personas que comparten características similares, ya sea en términos de ideología, valores, preferencias políticas u otros aspectos, destacando las divisiones y tensiones previo a las diferentes elecciones.

“Le hicimos a la gente una pregunta muy sencilla: ¿cuál de ellos consideran que es el hecho que más ha influido en su forma de ver el futuro?”, explicó Pawel Zerka, investigador de políticas del ECFR. A la pregunta de cuál es el tema que más influye en su futuro, los votantes de Francia (27%) y Dinamarca (29%) respondieron que el cambio climático.

Los menores de 29 años fueron los más proclives a nombrar el cambio climático (24%), mientras que las generaciones de más edad se inclinaron por elegir la inmigración. Los europeos con mayor nivel educativo también fueron más propensos a considerar el cambio climático como la mayor crisis que afecta a su futuro.

La activista sueca Greta Thunberg con una pancarta que dice: "Huelga escolar por el clima", frente al Parlamento sueco en Estocolmo, el 9 de junio de 2023. Foto: Reuters

Alemania fue el único país cuyos ciudadanos seleccionaron a la inmigración como el problema que más les ha afectado por encima de todo. Ocupó el primer lugar en el país (31%), un tema que, según Zerka, podría resultar crítico en las elecciones europeas de junio, ya que Alemania “envía el mayor número de diputados al Parlamento Europeo”.

En España, Gran Bretaña y Rumania la pandemia del Covid-19 es el principal problema. Casi 72,8 millones de personas consideraron que el Covid –que expuso la vulnerabilidad de los sistemas nacionales de salud, con importantes consecuencias económicas– era el más importante. Se considera que las turbulencias económicas mundiales afectan sobre todo a las perspectivas de futuro de los votantes en Italia (34%) y Portugal (34%), donde la crisis del euro ha tenido repercusiones duraderas.

La invasión rusa de Ucrania es la preocupación predominante en Europa del Este, incluida Estonia (40%), vecina báltica de Rusia, donde se teme que Putin pueda atacar a otros Estados postsoviéticos, y Polonia (31%), fronteriza con Ucrania, donde más de un millón de ucranianos se han refugiado desde el comienzo de la guerra. Los mayores de 70 años son los más movilizados por la guerra de Ucrania, posiblemente debido a su experiencia de la Guerra Fría en el siglo XX, apunta el estudio.

Ucranianos en Bruselas protestando frente al edificio del Consejo Europeo, el día en que los líderes se reunieron para discutir la concesión a Kiev del estatus de candidato para unirse a la Unión Europea, el 23 de junio de 2022. Foto: Reuters

Aquellos que consideran que la inmigración es el problema que más afecta a su futuro “tienden a votar a partidos de extrema derecha o antieuropeos”, como Alternativa para Alemania (AfD), en Alemania, o Agrupación Nacional, en Francia, explicó Zerka. Los más preocupados por el cambio climático se inclinan por los partidos verdes o de izquierdas, y son los más europeístas.

Las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 se tratarían “de proyecciones más que de proyectos”, dijeron los autores del estudio. “Cada una de las cinco crisis de Europa tendrá muchas vidas, pero es en las urnas donde vivirán, morirán o resucitarán. “Las elecciones europeas no serán sólo una competencia entre izquierda y derecha -y euroescépticos y proeuropeos-, sino también una batalla por la supremacía entre las diferentes tribus en crisis de Europa”, explicaron.

Personas sostienen carteles y banderas mientras protestan contra el partido Alternativa para Alemania (AfD), el extremismo de derecha y por la protección de la democracia en Colonia, Alemania, el 16 de enero de 2024. Foto: Reuters

En las próximas elecciones del Parlamento Europeo, es poco probable que la pandemia por Covid-19, la economía y Ucrania sean temas clave de movilización. Las crisis climática y migratoria dominan los titulares y tendrán especial influencia en la forma en que la gente vota. Según Zerka, los votantes más preocupados por estos temas tienen más probabilidades de “dirigir el debate” en las elecciones europeas de junio, ya que son los más movilizados para votar.

La encuesta también pronosticó un aumento del apoyo a los partidos de extrema derecha que hacen campaña con una fuerte retórica antiinmigración en muchos de los principales países de la UE, entre ellos Francia y Alemania, y que hasta ahora han obtenido desaprobación de los ciudadanos por sus discursos extremistas.