La ofensiva ya llevaba un par de meses, pero este lunes por fin, después de semanas de sitio, las tropas del grupo rebelde M23 entraron en Goma, al extremo oriente de la República Democrática del Congo (RDC). En el centro de la ciudad se escucharon tiros de artillería pesada, a medida que tanto los guerrilleros como algunos militares ruandeses entraban a la urbe de las orillas del lago Kivu.

Frente a la ofensiva rebelde-ruandesa, el Ejército congoleño se ha visto desbordado, y más de un millón de habitantes de la provincia Nord-Kivu se han visto desplazados a causa del conflicto. No es la primera vez que Goma cae: en 2012, estuvo 11 días ocupada por el mismo grupo, el M23.

Oficiales ruandeses recibiendo a oficiales del Ejército de la RDC rendidos. Foto: Reuters

El M23

El grupo de rebeldes M23, bautizado así por el 23 de marzo, es uno de los muchos que operan en el este de la República Democrática del Congo, y busca tomar control de las minas de coltán que hay en la zona y que se usa para fabricar componentes electrónicos. El grupo está compuesto por soldados, sobre todo, de etnia tutsi, que es una minoría en la RDC.

Esta organización nació luego de un fallido acuerdo, en 2012, entre rebeldes tutsi y el Ejército de la RDC, y ese mismo año, la guerrilla tomó control de Goma. Sin embargo, esa vez el Ejército de Kinshasa, junto con fuerzas de la ONU, pudo rechazar el ataque.

El gobierno de la República Democrática del Congo y la ONU acusan a Ruanda, bajo el presidente Paul Kagame, de apoyar al M23 con soldados y armas en un intento por controlar el este de la República Democrática del Congo, rico en minerales.

Intereses en Ruanda

El conflicto tiene por donde expandirse, luego de que la RDC acusara este lunes a Ruanda de “haberle declarado la guerra”, al enviar nuevas tropas este último fin de semana a Goma. Oficialmente, el régimen de Kigali niega sus intereses en las riquezas del este congoleño, y también su apoyo al M23.

Sin embargo, un informe de las Naciones Unidas, de mediados de enero, indicaba que entre 2.000 y 3.000 soldados ruandeses se encontraban ya en suelo congoleño. En esa región, los rebeldes del M23 estarían explotando las minas de coltán, además de otros minerales, enviándolas a Ruanda, desde donde se exportan al resto del mundo para usarlas en la fabricación de teléfonos celulares.

La misma ONU asegura que el M23 había conquistado ya Rubaya, la mina más grande de de coltán en la región. Ahí, ya habrían exportado al menos 150 toneladas del producto a través de Kigali.

Gente huyendo de Goma en medio de los combates entre el M23 y el ejército de la RDC. Foto: Reuters

Situación humanitaria

La reciente ofensiva ya ha cobrado la vida de 13 soldados extranjeros (de Sudáfrica, Malawi y Uruguay), que estaban desplegados como parte de la Fuerza Regional de África Austral y la Monusco, la fuerza de la ONU para la estabilización del Congo. Estos últimos hechos de violencia vienen a agravar una crisis humanitaria crónica en la región, que ya llevaba 400 mil desplazados según las Naciones Unidas a inicios de enero.

Un signo del caos que reina en Goma: la prisión, que albergaba a unos 3.000 reclusos, fue “totalmente incendiada” tras una “fuga masiva” que provocó muertes, afirmó una fuente de seguridad, sin dar más detalles. En las calles circundantes se vio a prisioneros huyendo.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) aseguró que ya a inicios de enero habían atendido a 600 heridos en la zona, siendo la mitad parte de la población civil. “Algunos heridos son trasladados en moto, otros por bus o bien con ayuda de voluntarios de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo. Llegan personas civiles con heridas graves de bala o metralla. Se ha movilizado todo el hospital, y los tres equipos de cirugía trabajan sin descanso para atender a pacientes que, muchas veces, se ven obligados a aguardar su turno acostados en el suelo por falta de espacio”, explica Myriam Favier, jefa de la subdelegación del CICR en Goma.

Reacciones internacionales

La toma de Goma tomó por sorpresa a la comunidad internacional, pero en la Comunidad de Estados de África del Este (CAE), el presidente keaniata William Ruto aseguró que reunirá “en las próximas 48 horas” a los mandatarios de la RDC y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame.

Tras una reunión de urgencia, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó el domingo por la noche el “desprecio descarado” por la soberanía y la integridad territorial de la República Democrática del Congo. Asimismo, pidió la retirada de las “fuerzas externas” sin nombrarlas explícitamente. El secretario general de la ONU, António Guterres, también ha puesto claramente en tela de juicio Kigali al pedir “a las Fuerzas de Defensa de Ruanda que dejen de apoyar al M23 y se retiren del territorio de la República Democrática del Congo”.