Las crecientes preocupaciones del presidente Biden motivaron el indulto inmediato de su hijo

Varios de los confidentes cercanos del presidente Biden dijeron en privado durante meses que esperaban que indultara a su hijo Hunter, aunque él insistió públicamente en que no lo haría. Pero una serie de acontecimientos recientes confirmaron su decisión de actuar a pesar de la probable reacción pública, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

El impulso a favor del indulto comenzó a cobrar fuerza este verano, después de un juicio desgarrador que vio la condena de Hunter Biden por cargos de armas y la salida del presidente de la contienda de 2024 después de un desastroso debate contra su rival republicano Donald Trump.

La victoria electoral de Trump y algunos de los candidatos que el presidente electo ha propuesto para los principales puestos de aplicación de la ley desde entonces, hicieron que Biden se preocupara más sobre la posibilidad de que su hijo pudiera ser un blanco después de dejar la Casa Blanca, dijeron las personas. El presidente también estaba preocupado de que las dos fechas de juicio que se aproximaban, cuando Hunter sería sentenciado por delitos relacionados con armas e impuestos, causaran demasiado estrés y dolor a su hijo y a su familia, dijeron las personas.

El presidente dijo que tomó la decisión del indulto durante una reunión más pequeña de lo habitual de miembros de su familia en Nantucket, Massachusetts, para el Día de Acción de Gracias. Junto con el presidente y la primera dama, Jill Biden, el grupo incluía a su hija Ashley Biden, Hunter Biden y su esposa, Melissa Cohen Biden, junto con su hijo pequeño, Beau.

Tras regresar a Washington de sus vacaciones por el Día de Acción de Gracias, Biden les dijo a sus asesores cercanos en una llamada el sábado por la noche que planeaba otorgar el indulto, que anunció al día siguiente. Desde entonces, un coro de legisladores, incluidos muchos demócratas, han criticado la decisión, diciendo que politiza el Departamento de Justicia y crea un sistema de justicia desigual, aun cuando reconocieron las motivaciones de un padre para ayudar a su hijo.

El mayor error, dijeron algunos partidarios de Biden, fue la insistencia de la Casa Blanca en que el presidente nunca emitiría el indulto, incluso si ese mensaje hubiera sido políticamente conveniente mientras Biden estaba en campaña contra Trump para un segundo mandato.

“Nunca debió haber cerrado la puerta tan completamente”, dijo Michael LaRosa, exasistente de Jill Biden, quien estuvo de acuerdo con la decisión de indultar, pero creyó que el presidente la manejó mal. “Siempre fue 100% política pura”, dijo LaRosa sobre los procesos, pero agregó que el momento y el cambio abrupto en el indulto “lo hacen parecer hipócrita en el mejor de los casos o mentiroso en el peor”.

Los problemas legales de Hunter Biden han sido una nube constante sobre la presidencia de su padre y en ocasiones han surgido en las circunstancias más inusuales, incluido el mes pasado cuando Trump los mencionó durante una reunión en la Oficina Oval poco después de las elecciones, según personas familiarizadas con el intercambio.

Si bien no se ajusta a sus promesas, la decisión encaja con el profundo apoyo del presidente a Hunter y su disposición a aceptarlo incluso cuando sus errores de juicio lo han convertido en una carga política importante. Los dos se acercaron aún más cuando el presidente estaba bajo el fuego de su propio partido para retirar su candidatura a la reelección. Hunter fue uno de los defensores más inquebrantables de su padre durante ese tiempo, según personas familiarizadas con su relación.

Si bien un indulto siempre fue una posibilidad mientras Hunter Biden enfrentaba el escrutinio durante años del fiscal de Estados Unidos, y luego fiscal especial, David Weiss, sus abogados defensores dijeron que no lo tenían en mente mientras navegaban por la investigación y las negociaciones de declaración de culpabilidad que el año pasado parecían destinadas a resolver los problemas legales del joven Biden.

“Todos lucharon tenazmente por su lado durante años para intentar obtener el resultado correcto”, dijo Chris Clark, quien representó a Hunter Biden durante la investigación y las primeras etapas de su procesamiento.

En julio de 2023, Hunter Biden debía declararse culpable de un par de delitos fiscales menores y evitar ser procesado por una compra de armas en 2018. Pero el acuerdo de culpabilidad fracasó en medio de desacuerdos sobre el alcance de la inmunidad que recibiría ante un posible procesamiento futuro.

El indulto no fue examinado a través del proceso de clemencia típico que lleva a cabo el Departamento de Justicia, confirmó el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. También fue inusualmente amplio. En lugar de concederle clemencia a Hunter solo en los procesos por armas e impuestos, el indulto lo inmunizó de cualquier posible delito federal que se remonta a 2014. El enfoque se parecía al del indulto general del presidente Gerald Ford a Richard Nixon después del escándalo de Watergate.

Algunos excolaboradores están frustrados por el momento elegido por el presidente y no entienden por qué decidió anunciar el indulto en un momento que resta valor a los esfuerzos de los demócratas por mantener la atención pública sobre algunos de los controvertidos candidatos al gabinete de Trump, dijo una persona familiarizada con su forma de pensar. También cuestionaron por qué el presidente criticó al Departamento de Justicia, que supervisó los procesos, en lugar de basar la decisión únicamente en su papel de padre preocupado.

La decisión de Biden de actuar ahora ofrece varios beneficios a su familia. El más inmediato es que el indulto anula un par de procedimientos judiciales que prometían más vergüenza y trauma emocional para los Biden.

Hunter Biden debía ser sentenciado el 12 de diciembre en Wilmington, Delaware, después de que un jurado federal lo condenara en junio por afirmar falsamente que no había consumido drogas cuando compró un revólver Colt Cobra en 2018.

El juicio se convirtió en una desgarradora exploración de su caída en la adicción y la agitación que causó dentro de su familia. Entre los testigos se encontraban la exesposa de Hunter Biden, Kathleen Buhle, y Hallie Biden, la viuda del hijo mayor del presidente, Beau Biden. En un testimonio profundamente personal, Hallie Biden dijo que vio a Hunter Biden fumando crack a veces con una frecuencia de hasta ocho horas durante el transcurso de una relación romántica intermitente que tuvieron después de la muerte de Beau Biden por cáncer cerebral.

Después de soportar esa experiencia judicial, Hunter Biden decidió no pasar por un segundo juicio que amenazaba con poner de relieve sus pasados negocios en el extranjero y sus fiestas alimentadas por drogas. Cuando se disponía a comenzar la selección del jurado en Los Ángeles, el joven Biden se declaró culpable de una serie de cargos fiscales alegando que no pagó lo que debía al gobierno mientras gastaba generosamente en drogas, acompañantes, novias y hoteles de lujo.

“Fui a juicio en Delaware sin darme cuenta de la angustia que le causaría a mi familia, y no los volveré a hacer pasar por eso”, dijo Hunter Biden en un comunicado después de su sorpresiva declaración de culpabilidad. Estaba previsto que se le dictara sentencia en el caso fiscal el 16 de diciembre.

El momento en que Biden fue indultado efectivamente no solo impidió las audiencias de sentencia, sino también los documentos de los fiscales recomendando castigos para el hijo del presidente. Esos documentos le habrían ofrecido a Weiss una nueva plataforma para criticar al hijo del presidente.

“No habrá sentencias ni memorandos de sentencia”, dijo Jeff Neiman, un abogado defensor que trabajó anteriormente como fiscal en la división fiscal del Departamento de Justicia. “Esto, en esencia, silencia al fiscal especial”.

Al menos una batalla le queda a Hunter Biden tras el indulto. Los abogados de Hunter Biden han intentado que se desestimen sus acusaciones en Delaware y California. El equipo de Weiss ha instado a los jueces federales a no tomar esa medida, aunque reconoce que Hunter Biden fue el “destinatario de un acto de misericordia”.

En ambos casos, los fiscales han dicho que el indulto “no significa que la decisión del gran jurado de acusarlo, basándose en una constatación de causa probable, deba ser borrada como si nunca hubiera ocurrido”.

En Delaware, la jueza Maryellen Noreika ordenó que se “terminaran” todos los procedimientos del caso.

En Los Ángeles, el juez Mark Scarsi dijo que cancelaría la audiencia de sentencia fijada para este mes y desecharía el caso. Pero en una orden de cinco páginas emitida el martes, Scarsi criticó duramente la declaración de Biden padre en la que anunció el indulto, incluida su afirmación de que Hunter Biden había sido señalado por ser el hijo del presidente.

“En resumen, un comunicado de prensa no es un indulto”, escribió Scarsi. “La Constitución otorga al presidente una amplia autoridad para conceder indultos y aplazamientos por delitos contra Estados Unidos, pero en ningún lugar de la Constitución le otorga al presidente la autoridad para reescribir la historia”.