Aprovechando la visita de su homólogo ecuatoriano Guillermo Lasso a Buenos Aires, el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció el lunes que se proponía restablecer relaciones diplomáticas plenas con Venezuela. Y no solo eso. También pidió a los demás países de América Latina que actúen de manera similar. Sin embargo, su iniciativa desató dudas y cuestionamientos entre diversos actores de la escena regional.
“Como primer paso, Argentina quiere volver a recuperar su vínculo diplomático pleno. Es un paso que estamos dando nosotros, y en verdad convoco a todos los países de América Latina a que lo revisemos, porque Venezuela ha pasado un tiempo difícil”, dijo Fernández, cuyo país actualmente mantiene relaciones con Venezuela solo a nivel de encargados de negocios.
Lasso, alineado con países que asumieron una postura más dura contra Venezuela y que ha calificado al gobierno de Nicolás Maduro de “dictadura”, se comprometió a analizar la propuesta de su par argentino, si bien recalcó que Ecuador por ahora no acompañará esa iniciativa. “Venezuela es un tema que vamos a analizar, lo vamos a considerar. No estamos listos para tomar una decisión, pero vemos con buenos ojos el llamado del Presidente Fernández”, dijo el mandatario de Ecuador, país que no tiene embajador en Caracas desde octubre de 2018.
En lo que coincidieron sin fisuras Fernández y Lasso, destacó The Associated Press, fue en la necesidad de recomponer la unidad de los países de la región más allá de las diferencias ideológicas y que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) -cuya presidencia temporal está a cargo de Argentina- es el ámbito para lograrlo.
“Le propuse que juntos, dos presidentes que no pensamos exactamente igual, propongamos un programa de fraternidad de América latina y del Caribe que nos permita volver a lograr vínculos plenos que por imperio de los tiempos que nos precedieron se fueron rompiendo, se fueron quebrando, y que hoy definitivamente necesitamos volver a recuperar”, consideró Fernández.
Para Lasso, la Celac “puede servir de plataforma para reconstruir esa unidad de América Latina y Caribe” justo antes de la IX Cumbre de las Américas en Los Ángeles, California, en junio próximo.
Al respecto, el portal argentino La Política Online aseguró que Fernández buscará que la Celac sea el “motor del acercamiento” con Maduro. “La jugada tiene el aval de Estados Unidos, que quiere que Alberto garantice la vuelta del chavismo a la mesa de diálogo en México”, agregó.
El medio transandino sostiene que la decisión de Fernández está relacionada con su intención de mediar en los conflictos regionales. “Fuentes de Cancillería (argentina) aseguran que son varios los países que acompañan esta decisión. Si bien no dieron detalles al respecto, serían los países caribeños, Bolivia, Chile, Perú, Paraguay y Ecuador, estos dos últimos son gobiernos de centroderecha con quien el Jefe de Estado forjó una excelente relación.
Además, fuentes de Washington consultadas por La Política Online afirman que este movimiento cuenta con el aval de la Casa Blanca, que busca calmar la situación en la región, ‘generar un clima’ y enfocar su ofensiva contra Rusia”, detalla. Incluso, el medio asegura que “crecen las chances” para que el cristinista Óscar Laborde sea designado embajador en Caracas.
Pero el líder opositor venezolano Juan Guaidó rechazó este lunes que el mandatario argentino asegurara que los problemas de Venezuela en el ámbito de los derechos humanos “se han ido disipando con el tiempo”. “Presidente Alberto Fernández: si quiere ayudar a Venezuela, exija junto a nosotros elecciones libres y justas, con condiciones recogidas en reciente informe de (la Unión Europea) UE, exija justicia para víctimas de violaciones de DD.HH. que señala la ONU y la CPI (Corte Penal Internacional). Negar la dictadura no ayuda a los venezolanos”, escribió en su cuenta de Twitter.
Venezuela celebró en diciembre pasado elecciones regionales bajo supervisión de una misión de la UE, que si bien elogió avances en el sistema, constató irregularidades que afectaron la “transparencia” del proceso. Maduro calificó entonces de “enemigos” y “espías” a los delegados europeos, que no pudieron regresar al país a entregar el informe definitivo sobre ese proceso electoral.
Pero Guaidó no fue el único en cuestionar el anuncio de Fernández. El senador estadounidense Marco Rubio, uno de los “halcones” de ascendencia cubana con mucha influencia en el Capitolio, consideró “imprudente” la iniciativa del mandatario argentino. “En la Argentina de Alberto Fernández se le da la bienvenida a la influencia del Kremlin en nuestra región, así como también reconocen al narcodictador ilegítimo de Maduro en Venezuela. Este acto diplomático imprudente plantea una amenaza directa a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos”, planteó el legislador republicano en su cuenta de Twitter.
A las críticas de Rubio se sumó un cuestionamiento de la directora en funciones para las Américas de Human Rights Watch, Tamara Taraciuk, quien escribió en Twitter cuestionando el mensaje de Fernández. “Usted sostiene que los problemas ‘se han ido disipando’. Aquí datos que muestran que ello no es así”, señaló Taraciuk, y luego remarcó que expertos independientes de las Naciones Unidas documentaron que la justicia venezolana no solo no investiga delitos y abusos, sino que “es cómplice de ellos”, y la Fiscalía de Corte Penal Internacional tiene una investigación en curso por posibles crímenes contra la humanidad.
“En Venezuela hay más de 240 presos políticos”, agregó Taraciuk. “Usted también dijo que Venezuela “ha ido avanzando en su proceso electoral”. El mayor avance fue permitirle a la Unión Europea observar las elecciones de noviembre de 2021 por primera vez en 15 años. El informe preliminar de la misión fue tan lapidario que los expulsaron del país”, insistió.
Taraciuk cerró afirmando que “para liderar una respuesta regional hacia una salida democrática en Venezuela, el Presidente Fernández precisa partir de un diagnóstico correcto sobre lo que allí ocurre. De lo contrario, sus gestiones servirán para darle legitimidad al régimen represivo de Nicolás Maduro”.
“Tema incómodo” en Brasil
El tema también ha generado debate en Brasil. Según publicó este martes el diario O Globo, la relación con Venezuela “se ha convertido en un tema incómodo tanto para el Presidente Jair Bolsonaro como para el expresidente Lula”.
“Las presiones internas para que Brasil inicie un proceso de recomposición con el país vecino se han ido intensificando, creando una situación incómoda para el Palacio de Planalto, que, hasta ahora, resiste. En pleno año electoral, Bolsonaro tendría dificultades para explicarle a su base más ideológica un paso atrás respecto del gobierno de Nicolás Maduro. Lula, por su parte, ha sido acusado de ser indulgente con los regímenes autoritarios de izquierda, sin condenar las violaciones de derechos humanos en países ideológicamente cercanos”, destacó el diario carioca.
Según O Globo, en la campaña del Partido de los Trabajadores (PT) la posición es clara. Fuentes consultadas por el periódico sostienen que si Lula gana en las elecciones de octubre próximo, una de las primeras decisiones sería reabrir la embajada en Caracas y todos los consulados que tiene Brasil en Venezuela.
Asimismo, el diario brasileño asegura que los pedidos de reanudación de las relaciones bilaterales se han ido multiplicando, tanto en la base aliada como en la oposición, y el ministro de Relaciones Exteriores, Carlos França, admitió, en una reciente audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que “es un tema que nos preocupa y es objeto de reflexión diaria”.
A nivel interno en Venezuela, en tanto, una propuesta de un grupo de intelectuales para levantar las sanciones al chavismo gana adeptos entre la oposición. Según informó el diario El País, un influyente grupo de economistas, académicos, activistas de derechos humanos, empresarios y periodistas vinculados a la oposición de línea moderada en Venezuela envió hace pocos días una carta abierta al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, solicitándole modificar la política vigente de sanciones internacionales en contra del régimen de Maduro.
Aunque el comunicado ha sido muy criticado y rebatido en el debate cotidiano de las redes sociales, el contenido de esta propuesta parece ganar espacio en el campo de la disidencia democrática, apurada por producir mejoras en el entorno económico, recuperar el salario y el empleo, y encontrar un punto mínimo de coincidencias con el estamento gobernante que hagan posible la solución de problemas urgentes, destacó el periódico. Sin embargo, los críticos acusan a sus promotores de buscar una apertura económica en detrimento de un cambio democrático en Venezuela.