Las dudas sobre el envenenamiento al líder de la oposición rusa

Alexei Navalny
Julia, esposa del líder opositor Alexei Navalny, lo limpia luego de que lo atacaran con antiséptico en Moscú, en 2017. Foto: AP

Alexei Navalny, de 44 años, habría sido envenenado tras tomar una taza de té. Hoy sería trasladado a Alemania y los médicos dicen que su condición es “estable”.


Un día después de que el líder de la oposición rusa, Alexei Navalny, fuera envenenado según denunciaron sus aliados, las dudas sobre lo ocurrido iban en aumento. La esposa de este crítico del Kremlin apeló este viernes al Presidente Vladimir Putin para que permitiera que el político de 44 años fuera trasladado a Alemania desde un hospital en Siberia para recibir atención médica urgente.

Navalny se encontraba en coma y conectado a un ventilador en la UCI, después de que la mañana del jueves tomó una taza de té en el Café Viennese en el aeropuerto de Tomsk. Luego tomó un vuelo a Moscú, pero durante el viaje se sintió mal y comenzó a gritar. Ante esta situación tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia en Omsk, Siberia.

Luego de extensas negociaciones, médicos alemanes, que viajaron a Siberia para trasladar a Navalny a Berlín, tuvieron acceso al político y se les autorizó trasladarlo hasta la capital alemana, porque ya se encontraba “estable”. Esto debía concretarse este sábado.

Respecto del estado de su salud, el médico jefe adjunto del hospital donde está ingresado, Anatoly Kalinichenko, dijo que las pruebas no habían encontrado hasta ahora rastro de veneno. Además, los médicos que lo han tratado han señalado que Navalny sufriría de un “trastorno metabólico”.

Sin embargo, el jefe de la Fundación Anticorrupción de Navalny, Ivan Zhdanov, dijo que se había encontrado veneno en el sistema del político.

Si bien existía gran hermetismo sobre la situación de Navalny, el analista Max Seddon denunció que los médicos habían filtrado el escáner a los pulmones del activista. Los expertos dicen que las posibilidades de que se abra una investigación sobre lo ocurrido son realmente escasas.

La preocupación por la situación de Navalny traspasó las fronteras. El Presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, dijeron estar muy preocupados.

Macron, que recibió a Merkel en su residencia de verano en una isla fortaleza medieval en el Mediterráneo, indicó que habló en extenso con la canciller sobre la enfermedad del líder opositor. “Las noticias que tenemos a esta hora son extremadamente preocupantes. Seguiremos la situación de manera estrecha”, dijo en una conferencia de prensa conjunta con Merkel al término de sus conversaciones.

“Estamos preparados para prestar toda la asistencia necesaria a Navalny y a sus cercanos en términos de cuidado de la salud, asilo y protección, está claro”, dijo Macron. “Espero que pueda salvarse”, agregó.

Si bien los envenenamientos son una vieja práctica atribuida a los servicios de seguridad rusos, no existía claridad sobre quién podría haber envenenado a Navalny. Una vez que se conoció la noticia todos los ojos se posaron sobre el Presidente Putin, pero el centro de estudios R. Politik advirtió que sería una jugada riesgosa en esta oportunidad, debido a que un desenlace fatal podría gatillar protestas, un escenario que el Mandatario no está en condiciones de tolerar. Esto, porque Putin ha venido enfrentando una serie de protestas en la región de Khabarovsk.

¿Quién, entonces, lo habría envenenado? En Rusia, dice R. Politik, circula una serie de rumores de que se trataría de civiles o de un civil con conexiones y acceso a los servicios de seguridad, sin la autorización del gobierno. Esto, porque a lo largo de su carrera Navalny se ha ganado la enemistad no solo de Putin, sino que también de los oligarcas que lo han apoyado y de otras personas.

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