La región ucraniana de Jersón, ocupada por Rusia, tendría previsto pedir al Presidente Vladimir Putin que la incorpore a Rusia a finales de 2022, informó el miércoles la agencia rusa de noticias TASS, citando a la administración de la zona.
Jersón es la primera región que se anexionaría desde que Moscú comenzó su campaña militar en febrero diciendo que necesitaba desarmar a Ucrania y proteger a los rusoparlantes de los “fascistas”.
La justificación ha sido rechazada por Ucrania y Occidente como un pretexto sin fundamento para una guerra imperialista.
El Kremlin dijo que los residentes de la región podían decidir si querían unirse a Rusia.
Sin embargo, Hennadiy Lahuta, el destituido gobernador ucraniano de la región de Jersón, dijo a los periodistas en la ciudad ucraniana de Dnipro que la población sólo quería “una rápida liberación y el regreso al seno de su patria, su madre: Ucrania”.
Rusia declaró en abril que había obtenido el control total de la región, que ha sido escenario de esporádicas protestas antirrusas.
Jersón, donde se encuentra la ciudad portuaria del mismo nombre, forma parte del enlace terrestre entre la península de Crimea, que Rusia arrebató a Ucrania en 2014.
El Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo entonces que las negociaciones con Moscú estarían en riesgo si Rusia utilizaba “pseudo-referendos” para justificar una anexión de los territorios ocupados de Jersón y Zaporiyia.
En un discurso por vídeo a última hora de la noche del miércoles, Zelenski condenó a “estas personas marginales, que el Estado ruso ha encontrado para actuar como colaboradores”.
“Pero no importa lo que hagan los ocupantes, no significa nada: no tienen ninguna posibilidad. Estoy seguro de que liberaremos nuestra tierra y nuestro pueblo”, añadió.