Multitudes trasladándose a pie a sus lugares de trabajo, el sistema municipal de transporte colapsado y clases suspendidas. Así vivió Ecuador el segundo día de paralización en los servicios de autobuses y taxis en respuesta a la decisión del Presidente Lenín Moreno de poner fin al subsidio para los combustibles que el país mantenía hace más de 40 años. La medida generó violentas protestas y la promulgación del estado de excepción.

Según las autoridades, las manifestaciones de este viernes dejaron un saldo de 350 detenidos -entre ellos, el dirigente nacional de taxistas, Jorge Calderón, además de líderes indígenas- y 35 heridos.

En un intento por reducir el déficit fiscal y en el marco de un acuerdo con el FMI, Moreno implementará un paquete de reformas tributarias, que inició con la eliminación del subsidio al combustible, que significaba un gasto anual de US$ 1.300 millones. Según el mandatario, se han destinado cerca de US$ 60.000 millones a subsidios durante estos años.

Así, desde el viernes, el precio del galón de gasolina subió de US$ 1,85 a US$ 2,39, mientras que el galón de diésel pasó de US$ 1,03 a US$ 2,30. "No existe un alza del galón de gasolina, ni diésel. Cuando comprabas combustible, una parte lo pagaba el usuario y otra el Estado, lo que genera un desequilibrio para las personas que no tienen vehículos, que en general son los que tienen menos recursos económicos. Ningún gobierno se había atrevido a tocar el subsidio. Creo que el gobierno preveía la reacción. Lo importante es que si el gobierno cede ante la presión, los costos políticos serán muchísimos más altos que los que ahora tienen que afrontar con la paralización de dos días", comentó a La Tercera el analista político ecuatoriano, Santiago Basabe.

"Que se oiga bien, no voy a cambiar la medida, que quede claro, se eliminó el subsidió, se acabó la zanganería", dijo ayer el Presidente Moreno, tras enfatizar que el gobierno está abierto al diálogo, pero no dará pie atrás en el decreto presidencial. Además, señaló que el dinero que era destinado a los subsidios será invertido en temas de seguridad y educación.

El próximo paso del gobierno será definir la reestructuración de los precios de los pasajes del transporte urbano e interprovincial y llegar a un acuerdo con los transportistas, quienes anoche depusieron la huelga.