Críticas de parte de Estados Unidos e Israel ha causado el anuncio del primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, quien señaló que busca terminar con la ley que da penas de cárcel a quiénes digan que ese país fue cómplice del régimen nazi y del Holocausto.

La autoridad solicitó a la cámara baja del Parlamento que inicie el debate acerca del tema. Los legisladores ya aprobaron una nueva versión de la polémica legislación. Las modificaciones significaron el fin de este tipo de condena por el uso del término "campos de concentración polacos".

La código original, aprobada a comienzos de este año, implicaba penas de hasta tres años de prisión por el uso del dicho término por acusar a Polonia de complicidad en el Holocausto.

La norma ha sido muy criticada, al considerar que suponía un "desafío a la verdad histórica", un ataque a la libertad de expresión y un intento de difuminar la complicidad, directa o indirecta, de sectores de la sociedad polaca en los crímenes contra los judíos.

Por su parte, las autoridades polacas justificaban la ley en la necesidad de luchar contra los medios extranjeros, que a menudo se refieren a Auschwitz y a otros campos de concentración nazis como "campos de concentración polacos", ya que se ubicaban en el territorio ocupado.

La nueva versión aprobada hoy elimina las disposiciones penales, lo que ayudará a mejorar las relaciones de Polonia con Israel y Estados Unidos, aunque en una lectura nacional puede restar apoyos al partido gobernante Ley y Justicia, especialmente entre los sectores más nacionalistas.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, aseguró durante el debate parlamentario que su gobierno seguirá "luchando por dar a conocer la verdad" sobre el Holocausto.

"Aquellos que dicen que Polonia puede ser responsable de los crímenes cometidos durante la II Guerra Mundial merecen pena de prisión", dijo Morawiecki, aunque "estamos en un contexto internacional y tenemos eso cuenta", añadió para justificar la modificación legal aprobada hoy.