El Ministerio de Exteriores de Líbano ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad para tratar la próxima incursión del Ejército de Israel en la ciudad gazatí de Rafah, hogar de cientos de miles de desplazados forzados palestinos, y que según numerosos gobiernos internacionales así como ONG podría suponer una nueva catástrofe humanitaria para la población palestina.
Líbano es un país especialmente afectado por la guerra de Gaza dado que el conflicto se extendió inmediatamente a su frontera con Israel a través de constantes cruces de bombardeos de artillería entre las fuerzas israelíes y las milicias del partido chií libanés Hezbolá.
De un tiempo a esta parte, el Gobierno libanés ha denunciado además ataques selectivos de aviones no tripulados de Israel contra miembros del movimiento islamista palestino Hamas en el país. Israel no ha hecho nunca comentarios a este respecto por política de seguridad nacional.
Así pues, y un comunicado recogido por el ‘L’Orient le Jour’, el Ministerio “condena enérgicamente los planes israelíes para invadir Rafah, en una continuación de su guerra incesante en Gaza y del éxodo forzado de los palestinos”.
Como ya hicieran ayer otros países como Arabia Saudí o Jordania, el Gobierno libanés llama al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a ejercer sus responsabilidades y adoptar inmediatamente un alto el fuego, obligar a la ayuda humanitaria y a reconocer a un Estado palestino con capital en Jerusalén Este”.