"Xi Jinping ha sacudido los cimientos de la política china en todos los órdenes", opina Xulio Ríos en su nuevo libro La China de Xi Jinping: De la amarga decadencia a la modernización soñada. En esta obra de 300 páginas, el sinólogo español y director del Observatorio de la Política China, con sede en Beijing, analiza qué hay de continuidad y de cambio en el gigante asiático bajo la conducción del que es considerado el líder chino más poderoso desde Mao Zedong.
Según explica Ríos en su libro, desde que Xi asumió funciones al frente de China (es secretario general del Partido Comunista y Presidente de la Comisión Militar Central desde 2012 y Presidente de la República desde 2013) "imprimió un activismo estratégico en materias que van desde la economía a la defensa, desde los asuntos sociales a la política exterior". "Su lucha sin cuartel contra la corrupción o el despliegue de una omnicomprensiva hoja de ruta para abordar los grandes temas pendientes, señalan un punto de inflexión en el proceso de reforma iniciado en 1978 y del que ahora se cumplen 40 años", destaca el experto español.
En ese sentido, Ríos sostiene que a juzgar por los resultados, "China ha cosechado un gran éxito en su proceso de modernización". "Basta con recordar algunos datos: en 1949, su PIB se correspondía con el de 1890; en 1960, representaba el 4% del PIB mundial; en 2013, ya rondó el 20% y en pocos años podría convertirse en la primera economía del planeta. Hay quien vaticina que en 2050 representará el 40% del PIB mundial y EE.UU., el 14%", escribe.
"El proceso de transformación iniciado en China en 1949 vive, pues, un nuevo tiempo", afirma Ríos. "Tras el maoísmo y el denguismo, el xiísmo aspira a convertirse en la doctrina motivadora de una sociedad que anhela cerrar el ciclo de decadencia, culminando su proceso de desarrollo, alcanzando la prosperidad y convirtiéndose en un país relevante del sistema internacional", agrega.
De acuerdo con el libro, la China de Xi "es una China de ambiciosos y grandes proyectos", como la Iniciativa de la Franja y la Ruta. "Esa efervescencia coexiste con un renacido culto a la personalidad devoto de la idea de que el país precisa un líder fuerte para lograr sus objetivos en una etapa de crecientes dificultades", apunta Ríos. Al respecto, el sinólogo español destaca que "los retos no son de inferior relevancia". Así, señala que en el plano interno, "la reforma estructural debe vencer resistencias sólidamente ancladas, las tensiones territoriales, sociales, ambientales o demográficas sugieren desafíos de enorme alcance".
"Pero también en el frente externo aumentan las preocupaciones, tanto en el orden económico como en el de la seguridad. EE.UU. ha señalado la China de Xi como un rival estratégico y todo parece dispuesto para implementar de forma sostenida una política de contención firme que abarca desde la guerra comercial a la presión militar en espacios de gran importancia como los mares de China", escribe Ríos.
"¿Hasta dónde podrá llegar el PCCh con la liberalización de la economía sin dejar de preservar su hegemonía política?", se pregunta Ríos en el libro. Y la respuesta no tarda. "Los dirigentes actuales consideran que aún hay margen para una liberalización que no cuestione su liderazgo. Y la necesitan para conseguir sus objetivos históricos. Pueden asumir más mercado, más economía privada, pero también una democracia capaz de preservar su poder. Para ello precisan evitar que las nuevas realidades económicas se traduzcan en grupos de presión con vocación desafiante. Hasta ahora lo han conseguido. No está claro que pueda seguir siendo así en un contexto de reducción progresiva de su poder económico", concluye.